La guerrera de Tildor

Título: La guerrera de Tildor
Título original: Cadet of Tildor
Autora: Alex Lidell
Traductores: Paula Zumalacárregui y Lorenzo Díaz
Editorial: Oz
Páginas: 380
Sinopsis: En la lucha sólo importan el coraje y el honor.
A pesar de las objeciones de su padre, lady Renée abandona la aristocracia para estudiar en la Academia de élite de la nación y convertirse en guerrera. Es la única chica del curso y debe esforzarse al máximo para ser tan fuerte como los chicos y satisfacer al exigente Savoy, su instructor y líder de la unidad de combate más famosa de Tildor.
Cuando secuestran al hermano pequeño de Savoy, Renée decide ir en su busca mientras las tensiones entre el rey y las dos familias más poderosas del país crecen. La guerra parece inminente.
Renée debe elegir entre la lealtad a su familia, amigos, maestros y rey, y las necesidades de Tildor que sufre por la magia incontrolada de poderosos magos, los secuestros, el comercio de la droga y los combates ilegales de gladiadores.


Opinión: Nos encontramos ante una novela que comienza una saga ubicada en un mundo de fantasía, en el pequeño reino de Tildor donde dos grupos criminales campan a sus anchas mientras el rey Lys intenta declarar la guerra al crimen. Se centra en la historia de la joven Renée de Winter, una noble que odia el crimen y se une a los campeones del rey para combatirla. Sin embargo, es una empresa que su padre no aprueba y que en la propia Academia consideran raro que una muer busque su futuro en el filo de una espada. Entonces, en último curso, con la amenaza de la expulsión pendiendo sobre su cabeza, llega el nuevo instructor, el famoso comandante Savoy. Como podéis ver, nos encontramos ante una novela que hace frente a muchos de los tópicos de una novela de fantasía al estilo de Poison o El trono de cristal, pero haciendo a su heroína mucho más clásica.

Uno de los pilares de la novela es precisamente la rigidez de la juventud con respecto a las leyes, así como el hecho de que consideren que no es cosa suya. Quizá es precisamente esta dicotomía la que mejor se expresa a lo largo de la novela, en las figuras de Savoy y Renée, al menos. Asimismo, trata dentro de la trama el tema  de los prejuicios arraigados hacia una clase de personas por algo que no pueden evitar, y lo que sucede cuando a esas clase se la priva de libertad desde el Estado. Por último, pero no menos importante, puesto que es lo que más importancia tiene dentro de la trama, se trata del intento de una mujer por encajar en un mundo de hombres y superar todas las debilidades que tiene, así como demostrar  que es digna dentro de ese mundo. Al principio, vemos a Renée enfrentarse a ese dilema de una manera que le demuestran claramente errónea, y a partir de ahí vemos los distintos pasos que da para aceptarse a sí misma y ser consciente de sus posibilidades.

No puedo negar que los personajes de esta novela no han alcanzado lo que parecía en las primeras páginas. De Renée esperaba mucho más en el terreno emocional, quedándose pronto en alguien que no es capaz de decir claramente nada, solo sentir… y a veces incluso parece que se escuda en exceso. Eso sí, he agradecido que no forzase la autora de ninguna manera una relación entre Savoy y ella, sino que simplemente ha ido dando pasitos en la dirección correcta. Incluso en la forma que tiene de darse cuenta de detalles acerca de los distintos personajes. No lo fuerza… lo que a veces resulta desesperantemente lento, pero cuando suceden cosas deja una sensación de satisfacción en el lector. Sin embargo, hay muchos detalles que no consiguen superarse, el hecho de tener la Academia y desperdiciarla con dos profesores y un directos, sin apenas contar a los compañeros, ni a los distintos participantes de las actividades, la ciudad, también desaprovechada. Quizá ese es mi mayor problema con este libro, que hay demasiadas cosas poco aprovechadas. Y sin embargo lo que hay está lo suficientemente aprovechado como para querer saber más de ese reino. Aunque no sé si solo del futuro o también del pasado, porque la guerra contra la magia podría ser un tema interesante que desarrollar.

El estilo es sencillo, que no simple. Utiliza unas descripciones muy ajustadas, y las veces que cambiamos de voz podemos entender mucho mejor las motivaciones de cada personaje. Incluso deja pequeños misterios gracias a no cambiar siempre a las mismas voces o dejar partes en las que no se cambie de voz. Por lo general estaremos en una tercera persona cercana casi interna a Renée, pero a veces veremos una tercera persona desde Savoy o desde Alec, estas voces nos darán un respiro respecto al maniqueísmo con el que comienza  la voz de Renée, aunque luego evoluciona favorablemente. Por otro lado, los escenarios podrían haberse servido de más vida, porque siempre parece que lo único que hay en ellos son nuestros personajes. Ni uno del resto de cadetes participa, ni el resto de la familia real, ni los habitantes de las distintas ciudades, excepto en casos excepcionales. Y eso hace que parezca que el reino es simplemente la tela donde plasma las aventuras de la heroína, y no un lugar vivo. A pesar de esto, son escenarios preciosos, con unas descripciones bastante interesantes.

En definitiva, no nos encontramos ante el típico libro de los últimos tiempos que sitúa la trama romántica por encima de todo lo demás, sino un libro cuya trama romántica forma parte de la historia imbricada en el resto de hilos y pulsiones que la mueven. Se trata de un canto hacia considerar las personas en vez de las normas. Un libro donde, además, se busca una aproximación muy sana al feminismo, con una protagonista muy interesante, desde luego, no la típica princesa en apuros. Además, se trata de un libro autoconclusivo, aunque deja espacio para que se cuenten nuevas historias muy interesantes en el mismo universo. Y estoy deseando leer más libros así.

Impresión general	Puntuaciones
	Trama: 8
	Personajes: 8
	Estilo: 7
	Magia: 8
	Amor: 7