Catfishing on CatNet

Título: Catfishing on CatNet

Autora: Naomi Kritzer

Editorial: Tor Teen

Saga: Catnet I

Sinopsis: Como su madre siempre está a la fuga, Steph no ha vivido en ningún sitio más de seis meses. Su única constante es una comunidad online llamada CatNet, una red social donde los usuarios suben fotos de gatos, un lugar donde se sabe bienvenida. Lo que Steph no sabe es que el administrador del sitio, CheshireCat, es una I.A. con sentiencia.

Opinión: Este es un caso un tanto atípico de novela de inteligencias artificiales y con dos focos claramente diferenciados. Por un lado tenemos a una chica que no deja de mudarse por el terror de su madre a su padre, por el otro, a le administradore de una red social.

La trama es precisamente cómo se interrelacionan las dos vidas y cómo van descubriendo los secretos el uno del otro. Además, tenemos una historia de amor muy dulce entre dos chicas que acaban de conocerse y un alegato en contra de la manipulación y de la violencia de género. Todo ello aderezado con escenas de acción, escenas en las que se ve cómo se explora el género o ideas como la libertad y la consciencia.

Una de las grandes bazas de la novela es que en ningún momento se hace aburrida y dan ganas de saber más de la sociedad en la que se desarrolla, una sociedad no muy distinta a la actual, pero con sus detalles diferentes. No se centra demasiado en ese punto, sino que lo que busca es que entiendas a los personajes que te muestra y que veas las similitudes con multitud de situaciones. Un detalle interesante es la forma en que muestra a los adultos en general como indignos de confianza, en el mejor de los casos, y en el peor como gente con serios problemas de conducta. Es cierto que toda la novela se centra en familias bastante alejadas de lo común, pero incluso cuando aparece un oficial de policía, no se engaña y deja claro que su comportamiento hacia las chicas es, como mínimo racista, y, sin dejar ninguna lugar a dudas, algo creepy.

Otro detalle importante para la novela es la realidad que suponen las redes sociales e internet en general en la novela para los personajes. De nuevo, de una forma muy clara, se contrapone a todas las novelas que intentan generar una discordancia entre la realidad y la virtualidad, mostrando que, en realidad, ya vivimos en un mundo en el que las relaciones virtuales son tan reales como las virtuales y que, precisamente en las redes sociales descubrimos mucho sobre nosotros mismos. Es interesante porque todas las relaciones virtuales son positivas en la novela, porque considera que con una buena moderación y una serie de normas sociales bien establecidas, la gente busca ser positiva para el resto y generar esos lazos relacionales de amistad. Es cierto que, en algunos aspectos, parece muy naive, pero después de tanto «stranger danger» asociado a redes sociales y a relaciones virtuales, se agradece esta visión positivista del mundo virtual.

En definitiva, se trata de una novela potente tanto en personajes como en acción, que no decae en ningún momento y que deja muchos detalles sobre los que pensar en profundidad. No es raro que esté nominada al Lodestar, premio que los aficionados a la ciencia ficción y la fantasía otorgan cada año a la mejor novela juvenil de género.