Los Hacedores – Cap 1 Parte 3

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Bueno, aquí tenemos la ración semanal de la historia de Los Hacedores. Espero que la disfrutéis.


Cuando Khardan y Alexia se encontraban ante las puertas del salón de la cena. Allí se detuvieron un momento.

─¿Preparada? ─preguntó Khardan─. ¿No preferirías ir con tu “hermana”?

─No tengo mucha elección, el capitán nos espera ─respondió Alexia, obviando el tono de la pregunta.

Khardan miró a Alexia; la sospecha le carcomía. Pero decidió que era mejor no preguntar en este momento en el que ambos tenían que mantener una imagen ante los demás. Entre los demás, ellos tenían que comportarse como hermanos, porque ese era el trato al que había llegado con el oficial. Puesto que si fueran más que amigos, estarían incumpliendo leyes. Con total tranquilidad, Khardan empujó una de las puertas dobles lo suficiente para abrir un resquicio.
─Por cierto ─dijo en un susurro─, me encanta el vestido. Están siendo demasiado atentos para mi gusto.
Y, con Alexia a punto de abrir la boca para contestar semejante afirmación, Khardan abrió ambas puertas, dejando pasar una luz ambarina tremendamente fuerte. Ambos entrecerraron los ojos. Cuando pudieron abrirlos, ya se encontraba el maître a su lado para poder acompañarles a su mesa.
Miraron a su alrededor mientras él les conducía, amable pero apresurado, a su mesa. Se podía distinguir el poder y el dinero que habían creado este barco en las cuberterías de plata con incrustaciones de perlas que adornaban todas las mesas. En los manteles blancos se veían bordados de hilo de oro, representando un djinn dentro de un tornado. En las paredes había esculturas de madera representando distintas escenas mitológicas. En el techo se podían ver distintas escenas de libros de piratas. En cada una de las escenas se podían ver unos barcos con un detalle exquisito, cada uno con distintos detalles, como unas velas que prácticamente parecían hincharse con el viento o la tripulación perfectamente reconocible.
Khardan y Alexia llegaron a su mesa, otra vez obnubilados por el lujo que la primera clase transmitía. Allí les esperaban un hombre entrado en años, con una barba blanca perfectamente recortada, y que obviamente había disfrutado de muchos banquetes como el de ahora, una mujer que vestía un horrible vestido rosa con pamela del mismo color, de una edad indeterminada, aunque sus arrugas indicaban una edad bastante alta. También estaban en la misma mesa un ejecutivo de unos cuarenta años, trajeado y con el pinganillo del teléfono móvil visiblemente colocado en su oreja, y una rubia despampanante que probablemente fuera la compañera, o el jarrón, del ejecutivo, su vestido rojo, sin mangas y ceñido como una segunda piel, llamaba la atención de todos y cada uno de los hombres de la sala. Además de los dos sitios reservados para Alexa y Khardan quedaban otros dos libres.
─Bienvenidos ─dijo el hombre mayor con una voz suave y amable─. Espero que su camarote sea de su agrado. Espero que no les haya molestado mi atrevimiento al enviar ese vestido a su habitación. No estaba seguro de que estuvieran al tanto de las normas de etiqueta.
─Es un vestido precioso ─respondió Alexia con una sonrisa─. La verdad es que no me esperaba que todos fueran tan bien vestidos.
A su alrededor, todos los hombres iban de traje o incluso de frac, mientras que las mujeres ostentaban unos vestidos de diseño. Todos los vestidos eran hermosos, y el de Alexia no desentonaba. Ella se sentía un tanto rara al llevar un vestido sin mangas, con un escote pronunciado, pero aún así le encantaba la sensación de poder que le daba que las mujeres la mirasen con envidia.
Khardan, en cambio, cada vez se sentía más a disgusto. No estaba acostumbrado a codearse con gente de dinero. Él prefería quedarse en su cubículo y hacer su trabajo sin incordiar a nadie. Esperaba que por lo menos las raciones no fueran del tamaño típico de los restaurantes de postín. Realmente tenía hambre, tanta como para comerse un caballo.
Se sentaron; Khardan entre la señora mayor y la rubia despampanante, y Alexia tenía al capitán a un lado y al ejecutivo al otro. Estaban uno frente al otro. Los ojos de Khardan se fijaron en el zafiro que adornaba el cuello de Alexia, alrededor del cual brillaban pequeños cristales que parecían diamantes.
La señora mayor se dirigió a Khardan diciéndole:
─Querido, te importaría hacer las presentaciones ─su voz era suave─. Yo soy la mujer del capitán Andrews, Sofía.
─Oh, yo soy Khardan, el ganador del sorteo de Avant Cruises, y esta es Alexia, mi hermana ─dijo Khardan inseguro acerca de cómo presentarla.

─Encantada. Espero que seáis unos buenos hermanos, al fin y al cabo vais a compartir camarote durante dos meses ─dijo Sofía─. Estos son Clive Parker y Alexandra Minne.

El maître esperaba al lado del capitán tras dejarles sentados en la mesa. Les ofreció el menú.
Alexia y Khardan miraron el menú. Estaban asombrados. Había entrecot de ternera y solomillo de cerdo en el apartado de carnes, mientras que en el apartado de pescado podían ver lubina al horno y rodaballo asado. Alexia hizo un gesto de claro disgusto hacia los pescados. El capitán sonrió.
─No puedes estar en el mar y esperar que en el menú no haya pescado.
En otro lugar, dos pisos por debajo, su salvador estaba acompañando a Bra a su cuarto. El camino en el ascensor había sido muy largo, sobre todo dado el silencio había entre ambos. Bra estaba convencida de que el rubio no era peligroso, pero aún así, el silencio le había parecido muy molesto. Al final, cuando se hartó del silencio se paró, mientras él seguía andando.
─No voy a dar un paso más si no me dices tu nombre ─dijo claramente enfadada.
─Uhm… soy Daniel Andrews. No creía que fuera importante que supieras el nombre de tu escolta. Supongo que no es el mejor momento para preguntarte si después de esa ducha te importaría acompañarme. Tengo que cenar con mi padre y las cenas formales suelen ser muy aburridas ─dijo inseguro.
─¿Perdona? ¿Quién es tu padre para que tengas que asistir a una cena de gala? Además, no necesito escolta, no creo que nadie más vaya a atacarme. No es algo que me suceda muchas veces ─respondió Bra indignadísima.
─Por lo menos tengamos esta discusión en tu camarote. No es necesario que todo el mundo sepa lo del borracho ─dijo él incómodo.
Con un gesto muy digno, Bra continuó caminando hasta alcanzar su camarote. Cuando alcanzaron el número 105, Bra utilizó su tarjeta para abrir la puerta y entrar tranquilamente en su camarote. Era un camarote donde apenas podías estirar los brazos, el baño consistía en una pequeña ducha, un retrete y un pequeño tocador, situado todo atravesando una puerta a mano derecha. A mano izquierda había unas literas, ambas con unos colchones duros y unas sábanas que parecían lavadas muchas veces. La dureza de la almohada se notaba a simple vista.
─Uhm… nunca había pensado que un camarote podía ser tan pequeño ─dijo el chico quedándose en la puerta.
Bra se dio cuenta de que había algo que no encajaba. Faltaban las maletas de las que sacar la ropa que necesitaría. Toda su ropa estaba en la habitación de Alexia, en su maleta. Sería muy raro que no se cambiase estando empapada, aunque había esperado compartir camarote con Alexia, y parecía que no iba a ser así.

─Esto… ¿has dicho cena formal? No tengo ropa preparada para algo así ─dijo Bra intentando mantenerle fuera del camarote.
─Oh, bueno, vale ─dijo Daniel reluctante─. Pero me tienes que prometer que compartirás una cena conmigo.
─Si no te molesta, podrías ir allí tú solo, que yo necesito irme a dormir. Estoy agotada ─dijo Bra bostezando ostensiblemente.
Sin embargo, Daniel no iba a irse de allí con esa respuesta.
─Hazme el favor, Bra, solo te estoy pidiendo una noche ─dijo Daniel.

─Está bien, pero hasta que no tenga oportunidad de conseguir ropa adecuada ni lo sueñes ─respondió Bra─. Ahora hazme el favor de dejarme en paz.
Tras esa frase, cerró la puerta de un portazo. O lo intentó, porque se encontró con un pie irrumpiendo en el camarote.
─Me has hecho daño, ni siquiera te vas a despedir ─dijo Daniel con voz melosa.
─Adiós ─respondió Bra lacónicamente.
Cuando por fin consiguió cerrar la puerta, se deslizó hasta sentarse apoyada en la puerta. Cómo podía haber pasado todo esto. Ahora mismo, se encontraba sin ropa, sin cenar y en un camarote que prácticamente le daba claustrofobia. Después de unos minutos de descanso, se acercó a la ducha y dio al agua caliente.

Mientras Khardan y Alexia comían, la conversación en la mesa se movía a través de las cenagosas aguas del comercio internacional y la piratería. Para Khardan, era ridículo discutir acerca de la necesidad de los piratas como controladores del comercio internacional. Sobre todo dado que la mayor parte del comercio internacional, el verdaderamente importante, se movía en la actualidad por vía aérea. Alexia tenía una mirada perdida, mientras la señora mayor participaba activamente en la conversación, quejándose de la inseguridad, y la rubia despampanante se reía con cualquier tontería que el ejecutivo decía.

─Querida, ¿qué opinas tú de los piratas? ─preguntó Sofía a Alexia

Alexia se despertó momentáneamente. No entendía esa pregunta.
─No sé, es muy romántico cuando secuestran a la dama ─dijo con una sonrisa.
Esto trajo sonrisas a los rostros de todos los que compartían la mesa. Khardan decidió entonces que probablemente ese fuera el mejor momento para preguntar al capitán acerca de las dos sillas vacías.

─Disculpe, capitán, ¿quién falta en la mesa?

─Uh, mi hijo. No tiene acompañante, pero aún así dejamos una silla más para que invite a alguna de las viajeras a acompañarnos ─respondió el capitán con una sonrisa.

Khardan fue a preguntar donde se encontraba en ese momento su hijo cuando se abrieron las puertas. Allí, enmarcado por la oscuridad, podía verse al rubio salvador de Bra. Con total desparpajo avanzó hacia su mesa sin esperar a que el maître le acompañase a su mesa.
Cuando llegó a la mesa del capitán, tomó la silla  libre entre la rubia y el capitán.

─Perdona, papá ─dijo el recién llegado─. Salí de la habitación con tiempo, pero ha habido un pequeño problema y me he tenido que retrasar.

─¿Qué tal has llegado hasta el camarote 105? ─dijo Khardan con un tono divertido.

En ese momento, el rubio se dio cuenta de que los dos invitados especiales de los que hablaba su padre eran las dos personas con las que se había encontrado junto al ascensor. La mirada de Alexia estaba prendida del recién llegado, tenía muchas preguntas preparadas para la siguiente ves que le viera, pero no esperaba que fuera tan pronto.

─Muy bien ─respondió con una sonrisa─. Esa fue una de las situaciones inesperadas que me han hecho llegar tarde.

─¿De qué conoces a m…nuestra hermana? ─preguntó Alexia antes de que pudiese el rubio presentarse siquiera.

─Señorita, permítame presentarle a mi querido hijo, Daniel ─dijo el capitán con una sonrisa llena de orgullo paterno.

El maître se acercó a preguntar si iba a acompañarles en el segundo plato, o prefería empezar desde el primer plato.

─Tomaré directamente el segundo plato, no debo incordiar a nuestros invitados pidiéndoles que me esperen ─respondió Daniel al maître, para luego dirigirse a Alexia─. Acabo de conocerla, en una de las situaciones más extrañas que me he encontrado nunca. Resulta que un borracho estaba incordiando a una chica que había estado dándose un baño en la piscina.

El ejecutivo miró molesto al recién llegado.

─No irá a decirnos que ha salvado a una damisela en apuros ─dijo con sorna.

─Eso es exactamente lo que estoy diciendo ─dijo Daniel con una sonrisa.

─¡Qué romántico! ─dijo con voz aguda Alexandra, en sus ojos una mirada soñadora y calculadora reposaba en Daniel─. Hace mucho que los caballeros galantes se convirtieron en algo pasado de moda.

Los ojos de Khardan y Alexia mostraron la más absoluta incredulidad. Era evidente que estaba flirteando con él, a pesar de tener delante a su pareja.

─En fin, salvé a esa damisela y, cuando la escoltaba hasta su camarote, con la esperanza de que aceptara venir a cenar conmigo. Pero parece ser que mi encanto no funcionó con ella, aunque me prometió que alguna noche sí nos acompañaría.

Alexia volvió a preguntarse si no debería haber insistido en acompañarla hasta su camarote. Khardan sin embargo podía distinguir el genuino interés de Daniel por la chica que acababa de conocer. El ejecutivo sin embargo miraba verdaderamente airado el molesto recién llegado que se había llevado la atención de todos.
En ese momento llegó el segundo plato y todos empezaron a hacer honores al cocinero. Realmente era delicioso. Alexia estaba disfrutando como una niña con los nuevos sabores. Khardan prefería no arriesgarse y se pasaba la mayor parte del tiempo apartando toda la salsa de la carne para poder disfrutar de ella.

─Querido, si no te tomas la salsa estás quitándole todo lo interesante a la carne ─dijo Sofía a Khardan.

─Personalmente, me gusta la carne sola y apenas hecha.

─Eres un auténtico cavernícola ─dijo Alexia con una mueca de asco.

Khardan no respondió, Siguió apañándoselas para quitar la salsa de la carne. Cuando terminaron el segundo plato, se volvió a presentar un momento de conversación.

─Por cierto, si sois hermanos, ¿cómo es que ella viaja en un camarote de tercera clase y vosotros cenáis aquí? ─preguntó Daniel un tanto extrañado.

Khardan miró a Alexia y le hizo un ligero gesto negativo con la cabeza.

─ Muy fácil, mi querido hermano solo ganó dos plazas en primera. No fue capaz de ganar tres billetes. Así que uno de nosotros tenía que irse a tercera para que pudiésemos ir juntos ─respondió Alexia─. Como además no era lo suficientemente caballeroso para darnos a nosotras los dos billetes…

─Es cierto, qué afortunado eres por haber ganado ese concurso ─dijo Daniel.

─No te creas, desde que lo gané, la suerte parece haber decidido que ya me había acompañado demasiado tiempo ─respondió Khardan.

A partir de ahí hubo varios comentarios sarcásticos del ejecutivo con respecto a la suerte y al amor. Cuando llegó el postre, todos estaban hartos del irritante ejecutivo y de la idiota de la rubia, que había seguido pavoneándose ante Daniel.

Terminaron el postre con bastante rapidez. Khardan preguntó a Alexia si le gustaría tomar el aire un poco. El capitán, Daniel y Sofía se despidieron diciéndoles que era una buena idea. Que zarparían pronto por la mañana y que no necesitaban despertarse pronto. El ejecutivo se despidió bruscamente, y se llevó a la rubia consigo. Alexia aceptó acompañar a Khardan, porque sabía que le debía algunas explicaciones. También sabía que no podía dárselas en ese momento.
La noche estrellada en el puerto, y la luna llena, configuraban un escenario auténticamente romántico. Khardan se apoyó en la barandilla cuando llegaron, tras ofrecerle su chaqueta contra la fresca brisa.

─¿Y bien, por qué no me hablaste de que una mayor de dieciocho años te iba a acompañar durante el viaje? ─preguntó Khardan un tanto herido.

─Es que… no puedo contarte por qué, pero su viaje tenía que ser secreto ─dijo Alexia intentando no incentivar su curiosidad.

─Bueno, supongo que ya está todo solucionado, pero no puedo permitir que vayas a ese camarote teniendo demasiado espacio para mí mismo. Espero que disfrutes de tu estancia en este viaje ─dijo con tono ácido Khardan─. Ahora volvamos a nuestro camarote. Hace fresco.

Dicho esto se dio la vuelta, dirigiéndose hacia el interior del crucero. Alexia se quedó mirando cómo pasaba por su lado sin hacer nada, mirando al suelo.

5 pensamientos en “Los Hacedores – Cap 1 Parte 3

  1. Bra

    O.O ¿¡ 2 MESES!? Oh dios…dos meses en el mar pueden ser mortales xD. ¿He comentado ya que estoy flipando con el barco? ¿Serán de verdad así los cruceros?

    Toma ya, Bra se cuela en el barco y va y se cruza con el hijo del capitán. Eso es puntería y lo demás tontería

    De solo leer la descripción del camarote ya te da claustrofobia, no me extraña que Alexia no se queje de ir en primera clase (claro que bien pensado, ¿qué loco se quejaría de ello?)

    Acabo de aprender una palabra nueva, reluctante, no te acostaras sin saber una cosa más.

    Alexia que mona >//< y que inocente, yo quiero una Alexia de peluche, ¿no tendrás ninguna no?

    El ejecutivo da miedo (vale, un ejecutivo debe dar miedo ya se sabe, ejecutivo agresivo xD), la mujer-florero me da grimita, no me gustan los "floreros" xP

    Khardan se ha enfadado y Alexia guarda secretos. ¿Soy la única que se muerde las uñas por saber por qué han acabado las chicas en ese crucero? (De Khardan se supone que ya lo sabemos, por eso no pregunto por él, aunque quizás tenga algún otro secreto)

    Un par de cosas en cuanto al texto:
    “─Encantada. Espero que seáis unos buenos hermanos, al fin y al cabo vais a compartir camarote durante dos meses ─dijo la Sofía─. Estos son Clive Parker y Alexandra Minne”.
    Ese “la Sofía”… sobraría el articulo ¿no?

    “Khardan decidió entonces que sería probablemente ese fuera el mejor momento para preguntar al capitán acerca de las dos sillas vacías.”
    Sería o fuera ¿no? Quiero decir: “Khardan decidió entonces que sería probablemente ese el mejor momento…” o “Khardan decidió entonces que probablemente ese fuera el mejor momento…”

    “Cuando llegó a la mesa del capitán, tomó la silla al libre entre la rubia y el capitán.”
    Falta una palabra (lado, por ejemplo) o sobra el artículo, ¿no?

    ***

    Tengo que dejar de enrollarme tanto, ¿no? xD

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  2. Alexia Aikawa

    Tus comentarios son geniales, nee-chan ^^
    Esas erratas que dices ni las había visto (aunque puede que en la primera revisión no estuvieran ¬¬), y sin embago veo otras más pequeñas e indetectables… Si es que soy de lo que no hay xDD

    Bueno, bueno… pero qué ligona que es la niña, ¿eh? Que ya se ha mostrado como compañera del hijo del capitán… (aunque no quiera xD)

    La trama se vuelve muy interesante con el lío familiar. ¡Juajuajua! ¿Cómo llevará Khardan eso de tener de repente a dos hermanas salidas de la nada? No, no digo que estén salidas… Ñaa, ya me entendéis xD

    Y ahí la pulla de Alexia me encanta "como no era lo suficientemente caballeroso para dárnoslo a las damas"… Me pregunto si nos iremos turnando el usar la suite… xDD
    De todas formas es muy raro que las chicas estén separadas. Por muy "hermanos" que sean, es raro XD (y sospechoso).

    Y el hecho de que se siga repitiendo tan frecuentemente el número de la habitación me mosquea. ¿Tendrá eso algún significado? Porque definitivamente no se me olvida el número de la dichosa habitación claustrofóbica xD

    Qué interesante es el Daniel este… *¬* (pero yo quiero el capítulo 3 >.< )

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  3. Bra

    Umm… ¿qué pasa en el capítulo 3? Tu si que vas adelantada ¿no? ¡Enchufada!, como se nota los favoritismos entre “hermanos” xD

    Yo no suelo darme cuenta de las erratas, aunque últimamente parece que no ando tan despistada, en Temblor he visto algunas y todo xD (espero verlas también en mis exámenes para corregirlas a tiempo ^^U).

    Bra no es ligona, simplemente…bueno…con ese nombre tan pervert ¿qué esperabas?
    Esto de sacar hermanas de debajo de las piedras…tú verás cuando se descubra el pastel…a ver qué tal se les da el teatro a estos tres.
    Nah,a mí no me parece raro, siempre puede ser que se lleven mejor esos hermanos, ya sabes las chicas se pelean porque se quitan la ropa, los chicos y cosas así xD
    A mí cuando me preguntan un número directamente digo el 105 xD, eso quedara para la posteridad.
    Y en cuanto a Daniel, si es interesante, si pero… ¡yo lo “vi” antes! xD, nah es broma. Pero no sé me da la sensación de que es muy niño rico jajaja no sé por qué, pero me gusta, me ha caído bien, es tan mono *¬* apenas lo conocemos pero creo que acabamos de fundar su club de fans xDDD.
    Un trozo más y terminamos capítulo ¿o eso me lo he imaginado yo?

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  4. Khardan Autor

    Nah, no va adelantada xDDDDD No lo ha "visto", solo sabe una cosa acerca de ese capitulo.

    Ña… veremos a ver como solucionan las cosas xD Pero que conste que Khardan NO se va a ir a ese cuartucho claustrofóbico, después de ganar un concurso ¬.¬

    "A mí cuando me preguntan un número directamente digo el 105 xD, eso quedara para la posteridad. "XDDDDDDDDDDDDDDDD A mí también me pasa… y no tengo ni idea de por qué.

    T_T No entiendo por qué Daniel es mono T_T si es un fantoche fanfarrón con la capacidad de concentración de un mosquito 🙄

    Responder
  5. Bra

    Cachis, Alexia no cuela lo de que abandone su habitación, para mi que de verdad intenta aprovecharse de mi hermanita xDD
    Nah, lo de Daniel déjanos tiempo para descubrirlo, por mi parte creo que tengo síndrome de salvador xD eso de que te salven….En cuanto a Alexia…es rubio de ojos azules ¿no?.Se ve niño de papi, pero los fantoches acaban siendo buenos personajes cómicos así que ya veremos que tipo de poca inteligencia demuestra: la que da grima o la que da risa.

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