Título: Cuarta tumba bajo mis pies
Título original: Fourth Grave Beneath My Feet
Saga: Charley Davidson IV
Autora: Darynda Jones
Traducción: Concepción Rodríguez
Editorial: DeBolsillo
ISBN: 97884903231206
Sinopsis: A veces ser un ángel de la muerte apesta. Desde que fracasó en su último caso, Charley se ha cogido un par de meses sabáticos para sumergirse tranquilamente en las cálidas aguas de la auto-compasión. Pero cuando una mujer se presenta en su casa pidiendo ayuda porque está convencida de que alguien intenta matarla, no tiene más remedio que sacudirse la pena y ponerse manos a la obra. Mientras tanto, el grandioso y macizo hijo de Satán, Reyes Farrow, ha sido absuelto de todos los cargos. Ha salido de la cárcel y de la vida de Charley, tal y como ella quería. Sin embargo, la ausencia de Reyes ha afectado seriamente a su vida sexual y, aunque tiene otros problemas más serios -como el hecho de que la ciudad haya sido tomada por un pirómano, que bien podría ser su ardiente ex-, lo cierto es que le está costando mucho mantenerse alejada de él…
Opinión: Regresamos con las aventuras de la detective más chalada de todos los tiempos: ¡Charley Davidson! Si recordamos los sucesos que acontecieron en el libro anterior, Tercera tumba todo recto, sabremos que el libro estaba muy calentito y que prometía depararnos muchas sorpresas más. Antes que nada, me gustaría decir que la portada se mantiene en la estética de los libros anteriores; no sé por qué salió en internet la versión con las letras en azul clarito. Y dicho ya esto… ¿alguien tiene a estas alturas alguna duda de por qué esta saga es tan atractiva? Es un urban fantasy, sí. Tiene más dosis policíaca que romántica o fantástica pura, pero esa mezcla es lo que hace que pertenezca a ese subgénero y resulte tan explosiva y adictiva. Además… No sé si es ya porque le echaba de menos o qué, ¡pero Reyes sale mucho más (y mejor)!
Después del final del tercero y de cómo Charley acabó por romperse del todo (no sigáis leyendo si no sabéis de qué hablo), su vida ha cambiado drásticamente. Aunque por la narración podamos ver que ella sigue siendo la misma y que emplea su sarcasmo en todo momento para defenderse de la vida, en el fondo se nota que ha cambiado muchísimo y que ya no es lo que era. Y es totalmente comprensible después de los abusos y torturas a los que fue expuesta. Pero el autoengaño y la negación van a suponerle un montón de trabas a la hora de afrontar la realidad; sobre todo sumado al hecho de que sufre ese déficit de atención y del cual es incapaz de tener las ideas ordenadas. Lo cual me resulta irónico, pues si en la anterior reseña decía que esas escenas me resultaban descompensadas, en este no me lo han parecido. Quizá sea por el paso del tiempo o porque realmente ha mejorado en ese aspecto, pero ahora he notado que las acciones estaban bastante bien planificadas y equilibradas. Es decir, a lo largo del día, Charley no pierde en absoluto el tiempo; está perfectamente planeado en qué sitio tiene que estar a según qué hora del día, a pesar de que en realidad se deja caer por allí como si no pasara nada. No estoy del todo segura qué siento al respecto, porque por un lado me parece bien que la autora haya podido hilarlo todo, pero por otro resulta como muy organizado para el estilo de vida de Charley.
El caso es que desde el «accidente» Charley se ha recluido en su casa y se ha vuelto una compradora compulsiva, almacenando cajas y cajas por toda la casa, para tapar el lugar en el que todo sucedió. Y por un lado eso está muy bien, porque así se encuentra a salvo del peligro del exterior, pero emocionalmente está hecha una mierda; y en el momento en el que se obliga a salir de casa y enfrentarse al mundo exterior, este la recibe con los brazos abiertos y alguna que otra arma de filo. Y es que, si bien recordamos lo que pasó anteriormente, los demonios han aparecido para llevársela y crear una guerra entre bandos. Ella sigue rota, aunque intentando continuar con su vida, pero la imagen de chica dura que todos conocíamos no existe. Siente miedo. Y ese miedo es su perdición contra los demonios, porque les atrae como una droga. Pero ahí está Reyes para acudir al rescate y darle dos tortas para hacerla recuperar el sentido (cosa que no consigue porque no creo que nunca lo haya tenido, pero ese es uno de los encantos de nuestra protagonista). Así que, como ya adelantaba antes, tendremos también nuestras dosis de Reyes y de alguna que otra escena de celos por parte de ambos. Pocas, eso sí, pero lo suficiente como para querer más y más. ¡Siguiente libro, por favor! Sobre todo porque, aunque la relación de estos dos se mantiene borrosa e inclasificable, la atracción y el compromiso que sienten entre si es inevitable. Tanto es así que en este libro veremos escenas vulnerables de ambos, en las cuales conseguiremos obtener pedazos de información sobre el verdadero origen de los poderes del ángel de la muerte, y otras cosas más.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 8
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Policíaca: 7.75
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Trama: 8
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Sensualidad: 8.5
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Estilo: 8.25
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