Diario de un Doctor de Hadas (4)

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Hoy he recibido un inusual pedido. Y es que me han hecho entrega de una lista bastante curiosa de hadas para que le explicara a mi cliente todo lo que pudiera sobre ellas. En realidad era un grabado, pero no me ha pedido que le interprete todo el mensaje, solo a las criaturas. Lo comento en mi diario porque ha sido bastante curioso y, como además os estaba contando en entradas anteriores cómo eran algunas de ellas, ¿por qué no continuar ilustrándoos más tipos de hadas? Es que, estos en concreto, son muy variados entre sí, y muy míticos.

Jack-in-the-Green: También conocido como el Green Man (hombre verde). El nombre se aplica generalmente a una antigua deidad, cuya imagen ha sido tallada en las iglesias más antiguas en la mayor parte de las Islas Británicas. Normalmente es una imagen compuesta de una cara formada por una máscara de hojas o una cara que devora las vides y hojas. El significado de la imagen se refiere típicamente a la vida, la renovación y el renacimiento, y la inspiración. Es la personificación de la unión entre la humanidad y la naturaleza.
La Dama Verde (Lady Green) se menciona a veces como contraparte femenina del hombre verde. Algunos la consideran una forma de adoración pagana de la Virgen María. Otros dudan de su existencia. Por lo menos, la imagen no es tan antigua como la del Hombre Verde.
Se cree que Robin Hood y Lady Marian fueron reencarnaciones de estos seres.

Spunkies: También conocidos como Will o’ the Wisps, que es el nombre más común para referirse a las luces misteriosas que guían a los viajeros hacia pantanos tenebrosos y turbulentos. Existen muchas teorías sobre estos seres. Una de ellas es que se trata de espíritus malignos. Tienen un carácter travieso, a menudo malévolo, y atraen a los viajeros incautos a situaciones peligrosas. Wirt Sikes en su libro British Goblins hace mención a una historia popular sobre el Will o’ the Wisp galés (Pwca o Ellylldan). Cuenta que a un campesino se le hizo tarde para regresar a casa y por la noche vio una luz brillante flotando ante él. Mirándola más de cerca, se fijó en que la luz era una linterna sujetada por «una figura un poco oscura», a la que siguió durante varios kilómetros. De repente se encuentró de pie frente al borde de un gran abismo, con un ruidoso torrente de agua corriendo por debajo de él. En ese momento, la linterna se elevó por encima de su cabeza y dejó escapar una risa maliciosa, tras lo cual apagó la luz dejando al desdichado lejos de casa, y de pie en una oscuridad total al borde de un precipicio. No siempre eran tan peligrosos, y hay cuentos que dicen que los Will o’ the Wisp son los guardianes de tesoros, para que los que sean lo suficientemente valientes les sigan para conseguir la riqueza.
La otra teoría es que son las almas de los niños que murieron nada más nacer. En la publicación de Folklore Society County Folklore vol. VIII, Ruth Tongue dice así:
Se cree que los Will o’ the Wisps, conocidos también como Spunkies, son las almas de los niños sin bautizar, condenados a viajar hasta el día del juicio. Algunas veces se cree que realizan la misma labor de aviso que las linternas cadavéricas. La Iglesia Stoke Pero es uno de los lugares donde los spunkies vienen desde todos lados para guiar a los fantasmas de este año a su funeral en Halloween.
Sacando esta festividad del 31 de octubre, debo mencionar que mucha gente asume que la palabra “punky” está etimológicamente relacionada con la palabra “pumpkin” (calabaza). Pero la similitud de los sonidos es solo una coincidencia. La palabra “punky” viene de los mangle-wurzel (una variedad de raíces de remolacha cultivada como forraje para el ganado) de los Jack-o-Lanterns, que deriva en “spunky”. Los Jack-o-Lanterns, son las calabazas típicas de Halloween, y se les relaciona con estos seres por su interior y por la iluminación. Recordemos que, según se cree, los spunkies tienen la forma de bolas de luz que aparece por las noches cerca de los pantanos o ciénagas. Los incrédulos que no creen en la existencia de hadas lo atribuyen a la explicación metafísica de que son “gases de los pantanos”, pero no os dejéis engañar.

Pixies: Son los bromistas de Cornualles. Los pixies son pequeños duendes de color verde claro, aunque a veces pueden adoptar formas de animales o híbridos. Suelen ser bastante traviesos cuando se intenta convivir con ellos. Les encanta robar caballos y ponys durante la noche y cabalgarlos alocadamente a través de los páramos, retorciendo y enredando las crines para espolearlos. Ni siquiera dentro de una casa se está a salvo de ellos, ya que les gusta perseguir a las criadas de la cocina arrojándoles cacerolas.
Aunque gozan con su diversión, los pixies pueden ser grandes trabajadores, y con frecuencia trillan el trigo por la noche para verse recompensados con pan y queso. Pero, al igual que los brownies, no debéis ofrecerles nada más. No es que los pixies se sientan humillados, pero… os contaré lo que ocurrió hace algún tiempo: un labrador agradecido, al observar que el pixie que le había trillado el trigo iba vestido con harapos, convenció a su esposa para que le hiciese un diminuto traje. Lo dejaron donde el pixie pudiera verlo al iniciar su labor nocturna, y cuando vio aquel atavío recién hecho, se lo puso. Olvidándose de trillar, exclamó:
«Chaqueta nueva, chaleco nuevo, calzones nuevos! ¡Orgulloso tú, orgulloso yo, a trabajar no vuelvo!»
Y no trabajó más, dejando al labrador pesaroso de su bondad.
Algunas veces, en Irlanda, a los casos de desapariciones de personas o a los extravíos de viajeros, la explicación que se le atribuye es que los causantes han sido los pixies. Estos colocan un círculo mágico de hierba, o césped engañoso que, al pisarlo, activa un hechizo que te encierra en un espacio a campo abierto sin poder salir. El hechizo te hace ver una salida y cuando quieres darte cuenta, esta ha desaparecido, y por más que la busques no la encontrarás. Hay otros casos en los que un viajero se encuentra bruscamente encaminado a una dirección totalmente distinta a la que deseaba seguir y, por mucho que quiera rectificar su curso, no podrá corregirlo. Para librase del hechizo, puede hacerse por el método tradicional; que es ponerse la chaqueta del revés.

Phouka: Es un goblin irlandés, aunque probablemente su origen sea escandinavo. Para los nórdicos recibe el nombre de Kornbock (que prefiere el cuerpo de cabra) y para los galeses Bookha o Bwca (que normalmente se aparece con el cuerpo de cerdo o de caballo). Lo más común es verle como un caballo, pero puede llegar a ser muy cambiante y, a veces, se convierte en una cabra, un toro, un perro, o un águila (entre otros animales). Siempre como un animal de carga. Su cabeza es la de un ser humano, siempre masculino. Son bromistas, como la mayoría de los goblins, y parecen viajeros cansados, como si fueran caballos dóciles. Pero es solo una apariencia. Una vez que la víctima ha montado en ellos, los phouka llevan al desafortunado por todas las partes húmedas del país en una carrera salvaje para acabar frenando e impulsándole hacia una zanja o de cabeza al fango. Con su forma de águila hacían una cosa muy similar.
Los irlandeses creen que si se puede vislumbrar el brillo del sol, a pesar de estar lloviendo, entonces eso significa que los phouka no estarán por la noche, porque se habrán marchado fuera. Para ellos, sus casas son un lugar seguro frente a estos seres, porque en Irlanda no entran a las casas humanas. Sin embargo, en Gales, se cuelan por la chimenea, imitando a Santa Claus, lo cual es un peligro, porque los phouka adoran a los bebés humanos, y pueden robarlos. Además de estos riesgos, también hay que tener mucho cuidado a la hora de sembrar lo que toque por Samhain, porque si no tienes la siembra preparada para la festividad, los phouka pueden destruirlo todo, incluso las manadas de animales que tenga el agricultor. (Los irlandeses llaman al fenómeno de encontrarse a los animales muertos de forma misteriosa como “pooked”, que probablemente derive de phooka).
En particular, a los phoukas les gustan las patatas y las sacan de los campos desatendidos por la noche. Los humanos pueden estar a salvo de sus trucos entre el verano y Samhain, ya que se cree que es el tiempo de hibernación de estos seres.

Merrow: Esta palabra proviene del gaélico (murúch) y es el equivalente escocés e irlandés de las mermaid (sirenas) y los merman (tritones) de otras culturas, pero no tienen nada que ver con su reputación. Ya dedicaré otra entrada para explicar en detalle a los demás seres marinos.
Los merrow tienen parte humana de cintura para arriba, mientras que, por la otra parte, tienen cuerpo de pez. Tienen un temperamento suave, modesto, cariñoso y benevolente. Son capaces de mostrar apego a los humanos e incluso se dice que llegaron a casarse entre sí en un matrimonio que duró muchos años. Sin embargo, cada cierto tiempo tenían que volver a sus hogares bajo el mar. Las doncellas merrow tienen fama de atraer a los hombres jóvenes para que les sigan bajo las olas, donde después viven en un estado encantado. Los merrow utilizan un sombrero especial llamado druith cohuleen que les permite bucear bajo las olas. Si lo pierden, entonces se verán incapaz de regresar al mar. Normalmente es de color rojo, y los humanos lo utilizan de rehén para retener a las bellas merrow. A veces, estas dejan atrás sus propias pieles para lucir unas nuevas más mágicas y bellas. (En esto tienen un cierto parecido a los selkies).
Los merrow tienen una suave telaraña blanca entre los dedos, y a menudo se los ve con un peine dividiendo su pelo largo y verde en dos partes. La música de los merrow se puede escuchar a través de las olas.
La mayoría de las historias son de seres femeninos, sin embargo hay algunas sobre los mer-men que dicen que capturaban las almas de los marineros que se ahogaban en el mar y luego los encerraban en jaulas. Por no decir que suelen estar siempre borrachos, alimentándose con el ron y el licor que encontraban en los barcos naufragados. A diferencia de las hembras que son muy hermosas, los mer-men son más bien feos, pues tienen el rostro y el cabello verde y el torso y la espalda cubiertos de escamas, con una hilera de espinas que bajan a lo largo de su columna vertebral. Por eso no es de extrañar que las féminas se casaran con humanos más apuestos.

3 pensamientos en “Diario de un Doctor de Hadas (4)

  1. Megami

    que curioso!! una entrada interesante! los nombres son rarísimos, incluso creo que alguno tiene nombre de digimon… JAJAJA (que friki ha sonado, jeje)

    Besos!^^

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