Donde los árboles cantan

Título: Donde los árboles cantan
Autora: Laura Gallego García
Páginas: 475
Editorial: SM
Sinopsis: Viana, la única hija del duque de Rocagrís, está prometida al joven Robian de Castelmar desde que ambos eran niños. Los dos se aman y se casarán en primavera. Sin embargo, durante los festejos del solsticio de invierno, un arisco montaraz advierte al rey de Nortia y sus caballeros de la amenaza de los bárbaros de las estepas… y tanto Robian como el duque se ven obligados a marchar a la guerra. En tales circunstancias, una doncella como Viana no puede hacer otra cosa que esperar su regreso… y, tal vez, prestar atención a las leyendas que se cuentan sobre el Gran Bosque… el lugar donde los árboles cantan.

Opinión: La nueva novela de Laura Gallego ha llegado para sorprender a todos. Personalmente, no puedo sino decir que es uno de los mejores libros que llevo leídos en todo el año. Con un ritmo más que interesante, rápido pero dejando al lector algunos momentos más relajados para que no se estrese del todo. Es un libro compuesto de escenas geniales, y otras que, siendo simplemente muy buenas, consiguen mantener al lector completamente anclado a la historia. ¿Qué lo hace tan especial? ¿Cómo consigue que las escenas sean cautivadoras, emocionantes?

Primero, por el estilo de escritura. Me cuesta decir esto, pero tengo que reconocer que me esperaba un estilo mucho menos preciosista, incluso cuando alcanza el nivel basto, se nota que está perfectamente integrado. De manera que tenemos un paso de un estilo preciosista en las descripciones a algún que otro personaje basto que nos sorprende. Y, sin embargo, tengo que decir que he sentido en varias ocasiones, sobre todo en las primeras páginas, que se le va un poco el tono de Viana. Eso sí, luego cuando conoce a Lobo vemos cómo va cambiando y cómo alcanza un punto intermedio entre el tono basto de Lobo y el orgulloso y pomposo que nos muestra en las primeras ocasiones. También tengo que decir que las descripciones son más imaginarias que estáticas. Quiero decir, dada la forma en que describe (principalmente a través de los ojos de Viana) nos encontramos con unas descripciones en las que se da a entender mucho más de lo que realmente se dice. Esto, evidentemente, puede gustar o no, pero hace que el ritmo sea ágil y que cada lector pueda disfrutar de un viaje por su propia imaginación, sin estar completamente constreñido por descripciones agobiantes. En cuanto a las odiosas, casi siempre, comparaciones con otras obras de la autora, simplemente tengo que decir que tiene mucho más de La Leyenda del Rey Errante, a mí entender, que de cualquier otra de sus obras. ¿Por qué digo esto? Muy fácil. Para mí, La Leyenda fue un hito, porque conseguía transmitir la sensación de los poemas árabes a la prosa actual, por medio de una historia que nos desgranaba dicha poesía. Donde los árboles cantan hace lo mismo pero con las leyendas y los cuentos medievales. Para mí, su ritmo y su tono están tomados de esos cuentos, pero actualizados a la prosa actual, lo que, para alguien que, como yo, disfruta viendo reminiscencias de otros relatos, referencias a veces oscuras a otros cuentos o leyendas, es completa y absolutamente delicioso. Es importante decir que, a pesar de lo que he dicho de las descripciones, lo cierto es que tienen una importancia vital en la trama, sobre todo,  la diferencia con la que se describen los distintos entornos, y cómo consiguen transmitir el lugar como algo emocional y no simplemente un escenario donde los personajes se muevan.

Antes os he hablado mínimamente de Viana, pero no he hecho más que empezar. Porque los personajes son otra de las cosas que hace tremendamente especial este libro, y es que, si no eres capaz de conectar con Viana, es que nunca has visto un proceso de maduración y rebeldía. Es el personaje principal de la novela y, como tal, el que tiene que capturar al lector. Personalmente, lo consigue. Tiene un proceso interesantísimo desde la primera escena, en la que es una atolondrada señorita, hasta las escenas del final. Un personaje que evoluciona, que toma decisiones, tanto equivocadas como acertadas. Y nos muestra el mundo según su punto de vista. Un punto de vista que también va evolucionando y cambiando según cambia su situación. Su forma de describir su entorno o las reacciones de la gente va madurando, algo lógico dado todas las situaciones por las que pasa y los problemas que supera y crea. Luego, acompañándola, a no mucha distancia, están los distintos personajes secundarios. En particular me voy a centrar en tres de ellos. Aunque el resto sean interesantes y tengan mucho que decir al lector, hay tres que generan las mejores escenas del libro con diferencia: Un personaje que aparece a la mitad del libro, Robian y Lobo. Ese personaje me parece un encanto. Desde cómo se conocen hasta el momento final solo podemos hablar de una relación interesantísima con mucha evolución y mucho crecimiento por su parte. Además, también hay que decir que está descrito de una manera siempre un poco borrosa, manteniendo siempre el misterio, aunque según vuestro grado de «foreshadowing» podéis descubrir su secreto antes o después. Yo lo descubrí pronto, pero Laura consiguió que, aún sabiendo cuál es su secreto desease ver cómo lo descubren el resto de personajes y cuál es su reacción ante el hecho. Eso sí, es un personaje que lo más probable es que solo suscite un tipo de reacción en todos los lectores, mientras que los dos siguientes son conflictivos para el lector. Robian, el prometido de Viana, es un personaje fuerte, que nos muestra el rostro amargo de una guerra. También nos muestra las decisiones que se pueden llegar a tomar acuciados por la necesidad. Sin embargo, al estar desde el punto de vista de Viana, lo veremos de una manera cambiante a lo largo del libro, que llega a suscitar en el lector una inseguridad acerca de sus motivaciones. Y ahí es donde va a haber gente que apoye a Robian y gente que le desprecie. Y eso es muy bueno, porque significa que es un personaje que, a pesar de no tener en ningún momento la voz cantante, consigue encender esa llama de empatía que todo lector intenta sentir con todos los personajes. Donde las escenas del primer personaje son cautivadoras, las de Robian sumergen al lector en la incertidumbre. Por ejemplo, Alexia es una firme defensora suya, considerando que es un incomprendido debido a que solo vemos el lado de Viana de la historia, mientras que yo pienso que se merece la mayor parte de las cosas que le pasan por sus decisiones. Y finalmente llegamos a la figura más oscura durante buena parte del libro: Lobo. Es uno de los pilares del libro, debido a una situación del pasado y a otra del presente, y consigue mantener el interés del lector completamente centrado. Además, muestra claramente cuál es el punto de vista externo a Viana, lo que es de agradecer. Y encima consigue actuar de alivio cómico en partes de la historia que lo necesitan. Simplemente asombroso lo que Laura ha conseguido con un personaje que, en la mayoría de las historias, acaba siendo una simple sombra del protagonista.

Y tercero, pero no menos importante, por una trama que, siendo original, se mantiene dentro de unos cánones y conserva la capacidad de emocionarnos. Y sí, eso no es fácil, no, pero Laura lo consigue en este libro. Por supuesto, cuando ves a Oki por primera vez (todos nos acordamos de la lectura del primer capítulo que hizo, ¿verdad?) te das cuenta por dónde pueden ir los tiros, pero el verdadero momento donde lo haces es en el segundo encuentro con Oki. Ahí es cuando descubres que te encuentras con un libro que es materia de leyendas, y cuentos. Una trama que consigue emocionarte en el final y con la que te enfadas, sueltas la lágrima, disfrutas, ríes, sonríes, te asombras y dudas. En definitiva, consigue con una trama, vuelvo a decirlo, original dentro de un orden, despertar emociones como pocos libros pueden conseguirlo. De alguna manera, esta trama me recordó en algo a la de Mandrágora, la anterior «fantasía medieval» de Laura y es que si esperabas fantasía desde el mismo momento inicial, quizá quedes un poco decepcionado, pero atrévete a seguir leyendo, que al final, si eres bueno, tendrás recompensa. Desde luego, el mero hecho de disfrutar de una trama tan bien construida es una recompensa. Si lo que esperas es una historia de amor paranormal, de estas a las que nos tiene acostumbrados la literatura juvenil romántica paranormal, no lo vas a encontrar. Hay historias de amor, pero, ni son el centro de la historia, ni les sorben el seso a los protagonistas de dichas historias.

En conclusión, lo mínimo que se puede decir es que Laura vuelve a la fantasía por la puerta grande. Si bien al principio puede costar verla, no es el primer libro donde no se ve a simple vista. Además, es una historia con unos personajes que atraen al lector y permiten empatizar fácilmente con ellos, porque nos muestran sus sentimientos, eso sí, no nos los restriegan por la cara. Hace falta leer un poco entre líneas, pero no es un esfuerzo que haga que el libro sea lento o cueste leerlo, más bien al contrario, porque al no estar seguro de si estás acertando te atrae más profundamente.

Impresión general	Puntuaciones
	Misterio: 9
	Estilo: 10
	Personajes: 9
	Amor: 10
	Trama: 9