El anillo de Salomón

      5 comentarios en El anillo de Salomón
¡El djinn más divertido y atrevido vuelve a deleitarnos con una de sus aventuras!

 

Título: El anillo de Salomon
Título original: The Ring of Solomon
Autor: Jonathan Stroud
Editorial: Montena
Precio: 19.95 €
Páginas: 416
ISBN:9788484417576
Sinopsis: ¿Qué hace un genio como yo convertido en un vulgar esclavo? Antes era poderosísimo, y miradme ahora: en pleno siglo X antes de Cristo y a las órdenes del cretino de Khaba. Me paso los días recolectando alcachofas (pero solo las más bonitas) o picando hielo de las montañas para que los sorbetes del rey estén bien fresquitos. Y todo porque mi amo tiene miedo de un arito de oro. Bueno, en realidad es el anillo mágico de Salomón, rey de Jerusalén. Con él puesto es capaz de invocar ejércitos enteros de espíritus malvados y de amenazar a los hechiceros, reyes y guerreros para que le ofrezcan sus servicios y riquezas. Parecen todos perritos falderos… Por suerte, he conocido a Asmira, una niñita muy espabilada (¡utiliza las dagas como un demonio!) a quien la mismísima reina de Saba ha encomendado una misión secreta. Cuando me la camele, seguro que podremos conseguir muchas cosas.

Opinión: La verdad es que no sé cómo me va a salir esta reseña, porque no tengo muchas palabras para expresar lo grande que es Bartimeo y lo mucho que me marcó cuando se dio a conocer hace ya unos añitos. Este libro es uno de esos casos en que la precuela sale después que la trilogía (como por ejemplo Fenris, el elfo en Crónicas de la Torre). Esto quiere decir que el orden de lectura es más bien irrelevante. Puedes haberte leído primero la trilogía y luego ir hacia atrás cronológicamente leyendo este, y no pasa nada. De hecho, y quizá debido a que así es como lo he hecho yo, es incluso mejor hacerlo de este modo, pues puedes ver el contraste y «madurez» de Bartimeo con esos años de margen (e incluso hay referencias de cómo conocerá después a Nathaniel -pag 275-). En El anillo de Salomón, ubicado en el año 950 a. C, nuestro genio aún no ha conocido a Ptolomeo y eso dice mucho de por sí, pues como espíritu aún piensa que todos los humanos son despreciables… aunque sigue teniendo en el fondo su corazoncito.

En este libro, como en los otros, hay varios tipos de narradores. Está por un lado Bartimeo, las mejores partes, sin ninguna duda, debido a su humor, ironía y sarcasmo; y por otro está el narrador normal, en tercera persona que, a diferencia de los libros de la trilogía, no está enfocado en ningún personaje en particular (aunque en su mayoría se centra en Asmira, excepto al principio cuando aún no la han presentado). Recordemos que, por ejemplo, en El amuleto de Samarkanda, estaban los puntos de vista de Bartimeo (primera persona) y Nathaniel (tercera persona); y en El ojo del Golem y La puerta de Ptolomeo teníamos a Bartimeo (siempre en primera), Kitty y Nathaniel (en tercera). En este, la tercera persona es una más general que engloba a distintos personajes y quizá por eso, otra de las diferencias sea que no te especifica quién habla. Antes, en cada cambio, bajo el número del capítulo te ponía el nombre de quien iba enfocado; ya no. Podría entenderlo por eso de que la tercera persona enfoca a muchos personajes diferentes (aunque solo ocurre al principio), pero Bartimeo siempre es el mismo y no se marca tampoco. De todas formas, este cambio es fácilmente reconocible no solo por el tono, sino también por las famosas notas a pie de página made in Bartimeo, pero era un detalle que te pusieran arriba a quién te ibas a enfrentar.

Y hecha esta explicación, en la que creo que me he liado más que aclarado, pasemos a contar un poco la trama. Bartimeo, para quienes no le conozcan todavía, es un genio de cuarto nivel astuto, ingenioso, cínico y con un sentido del humor… peculiar. También tiene una lengua demasiado afilada y larga que le ha metido en más de un lío en más de una ocasión… y lo que le queda. Pero no puede evitarlo; así es él. Y quizá, por eso mismo, es tan carismático y adorable. Como ya he dicho antes, en este libro es «más joven», pero tampoco tanto (tiene 2000 años), pues sigue siendo un ser inmortal que ha vivido mucho y ha realizado unas tantas hazañas. Si ya conocíamos a algunos de sus amos del pasado en la trilogía, aquí conoceremos a otros tantos más antiguos todavía e incluso un poco de su origen en Uruk. Sabremos también cómo conoció a Faquarl (un genio que aparece también en los otros tres libros y por el que profesa cierta… enemistad) y su historia con Salomón. En los otros libros se mencionaba a veces este suceso, y de ahí surgió la idea de esta novela. Y me alegro muchísimo porque Bartimeo se merece todos los libros que sean necesarios para contar toda su larga existencia. Si conocéis el humor de Skulduggery Pleasent o Xemerius, os aseguro que Bartimeo es mucho mejor. De hecho, si aún no lo habéis hecho, podéis haceros una idea de cómo es gracias a la traducción de los cuatro primeros capítulos que hicimos de este libro aquí mismo. Sin embargo, nada mejor que la traducción oficial, aunque haya encontrado algunas erratas desconcertantes.

Salomón, el rey de Israel, es el poseedor de un anillo poderosísimo que con solo tocarlo aparecen siervos dispuestos a servirles; si lo gira, entonces hace su aparición el gran espíritu del anillo, un ser ultra poderoso, capaz de invocar una horda de espíritus y arrasar con todo (y, aunque suene extraño, me ha caído bien). Todos le temen, todos le respetan, y ni uno solo osa desobedecerle. Así, Israel es un país próspero, donde todo funciona a las mil maravillas, bajo las órdenes y reinado de Salomón. Sin embargo, los países vecinos no están nada contentos con él, pues al parecer les exige un pago muy elevado, que no se pueden permitir. Y han de pagar, porque sino… No quieren ni pensar en lo que su ira, con su anillo, puede provocarles. Excepto Saba, que es un país muy orgulloso que se niega a pagar el precio que el rey les exige. Y para rebelarse, la reina Balkis envía a una de sus… guardianas para que mate a Salomón y robe su anillo. Una misión suicida, pero Asmira acepta con gran gusto, pues es una fiel servidora de su reina. Si hay que inmolarse por una idea… que así sea. Mientras tanto, Bartimeo es esclavo de uno de los hechiceros de Salomón, Khaba, que le tiene ojeriza por haber provocado que pierda el favor del rey, por no haber sido capaz de controlarle. ¿Qué significa esto? Pues que hará lo imposible para que sufra. Y así, el gran genio que se enorgullecía de hazañas pasadas como la gran inundación del Eúfrates o haber conocido a Gilgamesh (del que yo creo que podría dar para otro libro conocer su historia, pues fue, según parece, uno de sus primeros amos), ahora tendrá que ser un simple obrero, y construir mano a mano, sin utilizar magia, un templo (ey, eso mejor que recoger alcachofas).

Como es obvio, el camino de Asmira y Bartimeo se cruzará en algún punto y la historia comenzará a avanzar a pasos agigantados para descubrir muchas sorpresas y muchos misterios, dejando un desenlace más que justo. Asmira podría recordar en algunos momentos a Kitty, pero ni de lejos. La sabita es un personaje con un conflicto interno muy acuciado y desconcertante por la contrariedad que su persona emana. El resto de personajes también están claramente definidos, con una personalidad propia que, puedes verla tal y como la ve Bartimeo, o intentar ir más allá por ti mismo. Esto quiere decir que las descripciones son fabulosas y hacen que te veas transportado a otra época, en la que los antiguos reyes de Egipto aún existían… con espíritus a su servicio. Por supuesto, el ritmo es bastante ágil, sobre todo cuando está Bartimeo contándote la historia desde su punto de vista (alguna que otra vez no podía evitar soltar una carcajada mientras leía, e intentar adelantarme a los planes genialosos del djinn). Además, como curiosidad, la forma favorita de Bartimeo en este libro (aparte del lancero, -que será sustituida después por la de Ptolomeo-) es la de un fénix, lo cual explica esta portada.

Una de las magníficas cosas que tiene esta saga, es que te trata el antiguo Egipto, sus mitos, y sus costumbres al detalle. Te cuenta la Historia de un modo mágico y algo alterado para que todo sea más sencillo de entender, más divertido y más entretenido, pero manteniendo la coherencia con los sucesos históricos reales. No hay muchas obras de fantasía que estén ubicadas en pleno desierto. De hecho, quitando esta, solo conozco otras dos: La leyenda del rey errante y La rosa del profeta, ambas buenísimas (sobre todo esta última que es una trilogía y da más de sí el tema), así que si conocéis alguna más, por favor, recomendádnosla en los comentarios (y que no sea La pirámide roja que esa la tengo ya  pendiente).

Impresión general
Puntuaciones
Personajes: 9.5
Humor: 10
Trama: 9.25
 Descripciones: 10
Estilo: 9.5

5 pensamientos en “El anillo de Salomón

  1. Interloper

    ¡Anda! ¡No sabía que habían publicado otro libro de Bartimeo! ¡Con lo que a mí me gustó El Amuleto de Samarkanda (y sí, reconozco con vergüenza que aunque los tengo en casa, me faltan por leer el segundo y el tercero)!

    Pues nada, nada, esta es una compra obligada.

    Un saludo en mi primera visita al blog, ¡me ha gustado mucho!

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  2. Saru

    No puedo decir gran cosa más aparte de que es una reseña muy completa y me alegra conocer a gente que ha leído esta grandiosa trilogía. Viva Bartimeo!!!
    Aunque me hubiera gustado que Stroud escribiera un cuarto libro, mejorando ESE final, no voy a negar que esta precuela es una gran obra y se queda a la altura de las otras. Bartimeo sigue siendo el mejor y me ha gustado su relación con Asmira (que para mí siempre era Kitty 2, la verdad). Y no sé yo si Stroud pretende seguir, deja tantas explicaciones en el aire…

    Un beso!

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  3. NataliaCab

    Una reseña increíble y se nota que esta saga es de tus favoritas (a mí también me ocurre lo mismo, los tres primeros me calaron MUY hondo).

    Aunque siendo sincera tengo que decir que Asmira, a mí, no me ha terminado de convencer. Para mi gusto le ha faltado algo para llegar a ser la protagonista perfecta para acompañar a Bartimeo (no sé, algunas veces notaba como el genio la eclipsaba).

    Pero vamos, solo por leer el sarcasmo del genio y la calidad narrativa de Stroud, el libro ya merece la pena :))

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