Título: El fútbol y el amor son incompatibles
Saga: Sara y las Goleadoras 4
Autora: Laura Gallego
Editorial: Destino
Páginas: 223
ISBN: 978 – 84 -080 -9142 -4
Sinopsis: Alguien ha robado el examen de ciencias, el profesor va a suspender a todos y las pistas apuntan a Sam. Pero Sara se resiste a creer que haya sido él e intentará descubrir la verdad ayudada por Las Goleadoras, que andan un poco nerviosas porque ¡se acerca San Valentín y un tremendo lío de tarjetas con forma de corazón!
Opinión: Con este libro ya va mejorando la cosa… sobre todo en lo concerniente a las parejas. No por nada se trata el día de San Valentín en el libro. Sin embargo… no entiendo el título. ¿Por qué el fútbol y el amor son incompatibles? ¿Qué tiene que ver el fútbol? Y no lo digo en general, sino por el contexto del libro. No pasa nada de eso… ¿Por la rivalidad tal vez? Pero no tendría sentido porque siempre la ha habido y eso no impedía que aún así alguien sintiera algo por alguien (vamos a generalizar un poco, que se dan varios casos).
Vicky sigue sin gustarme. Me parece una vieja. En serio, su actitud es de abuela. «Es un chico majo». Y otras expresiones que os juro que me han sonado completamente a persona mayor, pero con la misma voz y todo. Pero como habréis podido comprobar, con respecto a ella no soy muy objetiva, así que no os dejéis condicionar por mi opinión sobre ella. Sin embargo, no voy a poder evitar seguir echándola un poco más de flores y a su vez comentar el resto del libro, así que… soportadme un poco más.
Como dice en la sinopsis, una de las tramas de este libro es que alguien ha robado un examen y que si no encuentran al responsable (el cual se desconoce, pero todas las papeletas apuntan a que fue Sam) les suspenderá a todos los del curso. Para averiguar quién ha sido, Vicky actúa de detective y… qué insufrible y pedante que me resulta la tía… Tiene trece años… Es imposible que sea tan «inteligente» como presume ser. No me lo creo. Pero, por otra parte, todo el desarrollo de la «investigación» me gustó mucho. Si Laura se atreviera a hacer una novela policiaca prometería mucho, pero por desgracia, y según sus propias palabras, eso no va a pasar (de momento, a ver si alguien la convence de lo contrario).
Otra de las tramas es la referente al fútbol. En sus partidos de la liga llegan a un punto en que deben improvisar un poco las jugadas y… ¿adivináis quién está en contra y más perdida que un pato en un garaje? Exacto, la repelente de Vicky con su «¿pero qué hacéis?». En serio… ¿qué hace exactamente en el equipo? Pero si no da palo al agua… ni lo intenta. Vale que el resto tampoco es que sean muy expertas, pero al menos dejaron de caerse de culo cuando intentaban darle una patada al balón, no como otras…
Oh, ¿y qué me decís de lo de las listas? Al principio me pareció un detalle curioso, pero es que ahora… Me resulta muy cargante. «Te miro mal porque me has hecho tachar una palabra, yo que soy absolutamente perfecta y pulcra». @#€~!
O el «Yo es que no sé para qué me molesto en hacer las listas si luego cada uno hace lo que quiere». Pues mira maja, existe algo que se llama imprevisto, no sé si conoces la palabra. Significa que de repente surge algo que hace que tengas que cambiar los planes. Por lo general, algo superior a ti, así que no te creas que no hay nada por encima tuya *rechina los dientes*.
¡Agh! Y eso que os puedo asegurar que no la he odiado tanto como en el anterior. Pero bueno, hasta aquí hablar de ella. ¡Hum!
Pasemos a hablar de la capitana y protagonista: Sara. Bueno… con todo el tema de San Valentín, de su cumpleaños, de que ya tiene 14 años… y, por supuesto, de que está enamorada… No he podido evitar pensar que… de no ser por lo pesadita que está y por sus ensoñaciones, no hace absolutamente nada para demostrarlo. Quiero decir, ya se sabe que le da mucha vergüenza y todo eso, pero… lo normal es que para hacer que el chico se fije en ti… pues tengas que hacer eso… algo para que se fije en ti (algo real, y no soñar con ganar la liga). Y con eso me refiero a su ropa. Da la sensación, por cómo se la describe, que siempre va vestida con chándal y/o con su sudadera amarilla favorita. ¿Nunca se «arregla»? Lo más normal sería pensar que para llamar la atención de un chico (mucho más a esa edad, aunque se empeñe en decir que se ha quedado anclada en los 13 -aun en esa edad se piensa en esas cosas-), lo suyo sería empezar a vestirse de otra forma o incluso darse un poco de cacao en los labios aunque sea… xDDD Es que no puedo evitar pensar en las clásicas escenas de películas en las que no eres más que alguien normal y, de repente, en el baile del colegio haces tu espectacular entrada transformada y el chico se queda eclipsado por ti. Es una chica… aunque el fútbol sea su pasión, lo normal sería que también pensara en esas cosas. ¿O es que no ve películas? Más aún con lo soñadora que es… De hecho, me vino a la mente la película de «Ella es el chico», que trata precisamente de una chica que por jugar al fútbol se hace pasar por un chico. Pero Viola también actúa como una chica «femenina» dentro de lo que cabe. Aunque claro, Sara también dice que ella es especial y no es como las demás, pero… bueno, ya lo veréis.
A la única que me imagino pasando completamente de todo es a Alex, porque da por completo la imagen de marimacho. ¿Pero el resto? Sobre todo si están interesadas en alguien, debería notárselo en su aspecto. ¿Por qué Alicia y Ángela van siempre arregladas? No es solo porque sean unas pijas/cursis, sino porque les preocupa el tema de ligar (y eso que no están enamoradas, que entonces… apaga y vámonos).
Vamos, al menos esa es mi opinión. Que eso es lo que sucedería en casos normales. Y como es una novela realista… Por otra parte… vale. Otra de las tramas del libro es San Valentín, por supuesto, pero no quiero arriesgarme a spoilear nada. Solo diré un par de cosillas… La primera que lo que hacen por ese evento me resultó totalmente sacado de un manga shojo y lo segundo que el evento en cuestión fue entre divertido y predecible, pero entretenido en cualquier caso. Solo diré que Lucas y Mateo deberían ir urgentemente a clases de ortografía… y hasta ahí puedo leer.
Y bueno… yo sigo quejándome un poco de que la historia podría dar para más, en lugar de centrarla siempre en torno al fútbol. Todavía no tengo muy claro de que sean amigas. Se supone que lo son, ¿no? Más que simples compañeras de equipo. Pero… nunca salen juntas, ni hacen otra cosa que no sea jugar al fútbol (y no, estudiar no me vale). Si se van por ahí es para celebrar las victorias y, como dice Carla, «no nos fuimos por ahí para celebrar mi cumpleaños».
Este libro me ha gustado porque con todo el tema de San Valentín, se aparca un poco el fútbol y conocemos más sus vidas como adolescentes en lugar de jugadoras.
Aunque, ahora que lo recuerdo, tengo otra queja. En su partido contra el Montesol, que se supone que es el mejor equipo, ganador de la liga el año pasado y tal… bueno, ocurre una cosa muy superhumana y poco creíble… pero no puedo entrar en detalles. De todo lo que ocurre, diría que fue lo que menos me gustó, pero por el mero hecho de que no es «realista». El resto, y en especial lo del evento de San Valentín y el cumpleaños de Sara, me gustó.