Título: El jardín de las hadas sin sueño
Trilogía: El bosque II
Autora: Esther Sanz
Editorial: Montena
Páginas: 337
ISBN: 9788484419242
Sinopsis: Clara se ha trasladado a uno de los barrios más acomodados de Londres. Ahora se hace llamar Alicia y ha renunciado a su antigua vida para proteger a Bosco y su secreto.
Aunque le duela, sabe bien que olvidarse de su antigua vida es el único modo de mantener a salvo a sus seres queridos y a ella misma. Poco a poco se ha acostumbrado a su nueva identidad, cuando inesperadamente un día escucha una melodía demasiado familiar que tan solo conocían ella, Berta y Bosco. Un pedazo de su pasado que ella creía haber olvidado.
Desde ese preciso instante, Clara comprende que por mucho que cambie de nombre, de aspecto, de amigos o de país… el pasado la persigue y no puede cambiarlo.
Hay lugares de los que es imposible escapar.
Hay huellas que perduran para siempre
Opinión: Nos encontramos ante la segunda parte de El bosque de los corazones dormidos, y es una segunda parte que conserva la mayor parte de las características que hicieron especial a la primera parte, eso sí, con varios cambios que hay que observar para ver la evolución de la saga. Hay cambios en prácticamente todos los ámbitos, algunos mejoran pequeños detalles que en el primero quedaban poco construidos, mientras que otros cambian cosas que estaban perfectas en el anterior. Esto último no significa que no esté bien el cambio, pero es cierto que he echado de menos algunos detalles que sí veía en el anterior. Por otro lado, la mayoría de los cambios son perfectamente bienvenidos.
Por parte de los personajes solo puedo decir que han mejorado incluso, con el añadido de nuevos como James, el perfecto gentlemen inglés, tanto en el sentido del humor como en la propia caballerosidad, Robin, a quien conocimos fugazmente en el anterior libro, pero que en este se nos muestra mucho más, dándonos incluso parte de su oscuro pasado. Mención especial al hecho de que Robin, en inglés petirrojo, que es un pájaro de la misma familia que los mirlos. Además, en esta nos encontramos como algunos de los detalles acerca de los personajes van cambiando lentamente, con Clara buscando su lugar en el mundo, a pesar de saber que quiere a Bosco. La verdad es que a mí me ha emocionado en varias ocasiones cómo se cuestiona y busca conocerse mejor a sí misma. Eso sí, me ha sorprendido lo «fácilmente» que consigue las respuestas. Y lo pongo entre comillas porque la mayor parte de las veces resulta que sabe la respuesta… solo que no quiere aceptarla. Por otro lado, este libro va introduciendo distintos personajes secundarios que, si Robin nos sirve como ejemplo, probablemente tengan un papel mucho más importante en el tercer y último libro.
En cuanto a la trama, está delimitada claramente por la evolución de Clara… y de Robin, que nos sorprenderá en más de una ocasión. Empieza en Londres, con una Clara que se ha cambiado el nombre y ha conseguido nuevas amistades e incluso enamorar a un joven inglés, James. Pero ella sigue acordándose de Bosco y de Berta, y temiendo la aparición de los hombres de negro… aunque cree que les ha despistado. Pronto descubriremos que eso no es tan fácil, y conoceremos mucho mejor a Robin… Y veremos partes de la Londres neblinosa y extraña. Y es que esa es una de las cosas que al hablar con Esther quedaron claras, al ser Clara una «extraña» en Londres, estaba claro que no se movería como una nativa, aunque haya conocido partes, habrá muchas que no conozca y nos transmitirá esa sensación tan dura de estar exiliada en una tierra que no es la suya. También es interesante saber que tuvo que documentarse bastante, aparte de haber estado, para que los movimientos y la descripción de las zonas fuera exacta. Cosa que se nota y se agradece al ir leyendo, conozcas o no la ciudad, no hay esa sensación de «vaguedad» que permea otras obras en las que se nota que el autor habla de oídas. Cada uno de los personajes tiene su papel en la trama, una trama que, aunque sencilla en apariencia, nos muestra distintas capas de complejidad que capturan al lector y no le permiten dejar de leer.
En cuanto al estilo, poco hay que decir al respecto que no dijera en el anterior, si bien es cierto que hay un paso del estilo «gótico» que vimos en el anterior a uno más cercano a lo onírico tanto en las descripciones como en la propia narración. Respecto a esto, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, echo bastante de menos ese estilo, si bien seguimos encontrándonos con una novela ubicada en el género del realismo mágico, que permitía ver una oscuridad, pero, por otro lado, no es algo que quede mal, más bien al contrario, nos permite ver la irrealidad de lo que sucede, y al mismo tiempo creérnoslo, puesto que contiene en sí el suficiente realismo como para verlo fácilmente. No hay situaciones plenamente inverosímiles, ni absurdas. Con esto quiero decir que «onírico» no es lo mismo que «surrealista», no os confundáis. Con onírico quiero decir que hay un aire de irrealidad que lo permea todo, que cubre todo con un velo neblinoso. Cosa que la autora relacionó con la niebla de Londres cuando se lo comenté.
En definitiva, no sé por qué, pero con estos libros siempre tengo la sensación de que capto cosas que los demás no captan. Es extraño, pero al mismo tiempo hace que me plantee que todos tenemos un bagaje, cultural, de lecturas y vital, que nos permite observar los libros desde puntos muy distintos y valorar detalles de una manera muy distinta. Mención aparte merece la ingente cantidad de referencias literarias y cinematográficas que podemos encontrar en el libro, desde Jack el Destripador hasta El Club de los Poetas Muertos, todas ellas nos harán partícipes del ambiente cultural que rodea a los protagonistas.
Tuve la oportunidad de entrevistarme con la autora el domingo 3 de junio, y al hablar con ella muchas de las cosas que se dijeron fueron precisamente acerca de esas referencias, que ella no necesitaba buscar, puesto que forman parte de su bagaje propio. Y cuando consigues conectar por medio de ellas, sin duda te acerca mucho más a los personajes y a la historia. Además, como analogía nada secreta está precisamente el hoy en el que cae Alicia… y Clara. Como ella dijo, todo acaba cuadrando. Todas las referencias que aparecen nos atraen, ya que siempre que las novelas cuentan historias que podemos re-conocer y referencian historias que ya conocemos, nos sentimos mucho más contentos.
Impresión general
|
Puntuaciones
|
|
Trama: 8
|
Personajes: 8
|
|
Referencias: 8
|
|
Estilo: 9
|
|
Coherencia: 8
|
Me encantó el giro que da esta segunda parte 🙂
Robin es es un perasonaje que realemtne sorprende, me ha encantado ^^
El estilo de Esther es muy deliciado y fluido.
Ains, que ganas de leer la tercera parte.
Besitos!
Ya digo, que a mí Robin me ha gustado, aunque el regusto de su relación con Clara me es conocido…
Tengo ganas de leer la tercera parte. Este libro me gusto más que el segundo, tanto por el ambiente en el que se mueve ahora Clara, como por los personajes nuevos.
Un beso
¿Sabéis cuando sale la 3ª parte? Me muero de ganas de leérmelo.