El rey trasgo

      3 comentarios en El rey trasgo
Se acercó al hacedor un nuevo narrador que le sumergió en una historia de dolor y sangre.



Título: El rey trasgo: la ciudadela y la montaña.
Autor: Alberto Morán Roa
Editorial: Kelonia
Saga: El rey trasgo I
Páginas: 312
Sinopsis:Han pasado ocho años desde que el imperio de Kara desapareció, convertido en polvo añil por un poder que escapa a toda comprensión.
La Ciudadela, silenciosa guardiana de la paz gobernada por tres naciones, vigila los reinos del hombre navegando los cielos.
En un pueblo del frío norte, dos amigos descubrirán un libro vinculado a un enigma del ayer y a un hombre entre la vida y la muerte.
Nacido de la pluma de un poeta, les descubrirá los secretos que moran en las montañas a través de una historia en la que conservar la vida vale más que conservar la humanidad.
El mundo apura sus últimos latidos…
Y en la cima de los Picos Negros, contemplando el paso del tiempo entre delirantes pensamientos, el Rey Trasgo aguarda el momento de construir sus sueños a partir de sus cenizas.


Opinión: Podemos considerar este libro como una apuesta dentro de la fantasía hispana hacia la oscuridad, hacia el lado más oscuro y secreto de la fantasía. No se trata de un libro para todos los públicos, no ya por la descripción de algunas escenas, sino por la forma en que la trama se entrecruza y, sin dejarnos atisbar los porqués hasta mucho más tarde, se complica al avanzar ralentizándose un poco en algunos momentos. Podemos hablar de un libro de fantasía de guerra, con pequeños toques caseros, quizá acercándose a la dark fantasy americana; más cercana a Sólo el Acero que a cualquier otra, pero por un camino que todavía no se ha transitado apenas.

¿Dónde podemos ver esto? Para empezar, sus personajes no son, ninguno, un cúmulo de virtudes, sino que todos tienen unas sombras que cubren, en algunos casos, con una pátina de civilización. Es más, mientras los personajes principales tienen esas sombras más atenazadas, más controladas, el resto de personajes no tienen ningún límite a la hora de mostrarlas. Por otro lado, podemos hablar de tantos personajes principales como tramas se entrelazan al final, más dos. ¿Por qué este más dos? Porque hay dos personajes principales, que tendrán mucho que decir en posteriores libros, que aparecen justo en el último tercio del libro, aunque se nos hable de ellos durante bastante más tiempo. Así, si hablamos del personaje que da nombre al libro, oiremos hablar de él y veremos el efecto de sus acciones mucho antes de saber que son sus acciones las que llevan a ese camino. Pero no solo eso, sino que cada uno de los personajes cuyo punto de vista toma la cámara, es decir, la tercera persona sustentada encima de su hombro, nos muestran distintos aspectos de un universo que, al final del libro, aún desconocemos.

Tenemos tres tramas principales en este libro, que al final se cerraran, dejando abiertos hilos para el siguiente libro. Las tres tramas tienen su localización espacial bien diferenciada: la Montaña, la Ciudadela y la Librería. Dentro de estas tramas tendremos un personaje que irá mostrándonos el avance de la trama, y, no nos engañemos, lo sufrirá. Prácticamente en todos los casos se trata de sufrimiento y oscuridad para esos personajes. El caso de la Montaña es especialmente interesante, pues se trata de una trama metaliteraria, al estar leyendo uno de los personajes de otra de las localizaciones un libro donde nos narran los sucesos acontecidos allí. No es el único caso de metaliteratura en la trama, puesto que uno de los personajes, Kaelan, es un amante de las historias de aventuras y fantasía, y le descubrimos leyendo algunas veces. Y es que él será lo más parecido a un héroe en el sentido más clásico de la fantasía épica que vamos a encontrar, y sin embargo, tendrá una serie de sombras que nos harán dudar más de una vez de su cordura. Por otro lado, tendremos a Tobías en la Librería, un personaje al que se coge cariño rápidamente y que, desde mi punto de vista, es el más humano de todos ellos. A pesar de que solo haya marcado a estos dos, que son en cierto modo las dos voces que más vamos a ver, el resto de personajes no se quedan atrás, incluso los que solo tienen una presencia testimonial, o son la voz solo en uno de los capítulos, como cierto capitán de uno de los países en liza, que nos sorprenderá por la fuerza de su voz a pesar de lo limitado de su participación.

Esta tritrama no podría sustentarse sin un estilo que fuera capaz de mantener al lector interesado en cada una de las tramas por separado, si bien, como el mismo autor ha dicho en alguna ocasión, siempre hay preferencias, ya sea la parte política que podemos ver en la Ciudadela, con un estilo más combativo, la parte terrorífica de la Montaña, con uno más oscuro o la parte literaria y sentimental de la Librería, con un estilo más intimista, cada lector elegirá una de las tramas como la más interesante. Personalmente, la Ciudadela me gustó por todas las reminiscencias a novela de guerra y fantasía heroica oxidada, la Montaña hizo que se me pusieran los pelos de punta, y que la tensión subiera varios puntos, y la Librería era el momento de relax en mitad de toda la tensión, a veces, incluso la parte cómica del libro. Esto consigue que nunca te canses de la intensidad de una trama, ya que, justo en el mejor momento, te cambia de una a otra con facilidad y sin que sientas que te fuerzan a otra historia, excepto quizá al principio. Al mismo tiempo, quizá precisamente por estos cambios de trama, hay ciertos detalles que te aparecen de sopetón y que quizá hubiese estado mejor que se anunciasen, no a bombo y platillo, pero sí con detalles pequeñitos, que hagan que el lector se vuelva hacia atrás y revise lo que ha sucedido para sonreír al descubrir las migas de pan. Otro punto, ligeramente negativo, aunque personalmente me haya acabado gustando, es el tono épico que tiene en algunos momentos, utilizando para ello un léxico que se aleja de la normalidad. Así, el uso de oraciones en órdenes distintos al común, y el uso de palabras de un registro anticuado y relativamente alto alienan al lector.Esta es una situación que genera dos respuestas posibles: habrá lectores que no duden en enfrentarse a ese reto, otros se alejarán definitivamente del texto al ver las dificultades.

En definitiva, El Rey Trasgo es una novela que apunta a un público muy específico dentro de la fantasía, pero que, si se le da una oportunidad, puede dar una agradable sorpresa. Sin embargo, no puedo dejar de avisar de que no se trata de un libro para estómagos sensibles, ya que si algo tienen en común las tres tramas es una cierta truculencia en las descripciones.

Impresión general
Puntuaciones
Trama: 8
Personajes: 8
Estilo: 8
Magia: 8
Sociedad: 7

3 pensamientos en “El rey trasgo

  1. Alberto Morán Roa

    Gracias por un análisis tan concienzudo y detallado. Me ha gustado especialmente que sitúes El Rey Trasgo dentro del panorama fantástico, cosa que no me planteé a posta, para ver dónde caía por sí mismo.

    Espero que muchos lectores encuentren, como tú, aquello que hace brillar cada trama, o que disfruten especialmente de lo que una de ellas tiene que ofrecer.

    Un abrazo y, de nuevo, muchas gracias.

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