El Trono de la Luna Creciente

      3 comentarios en El Trono de la Luna Creciente
Escuchó el hacedor una historia de aventuras digna de las Mil y Una Noches.
 

Título: El trono de la luna creciente
Título original: The Throne of the Crescent Moon
Autor: Saladin Ahmed
Traductor: Manuel de los Reyes
Saga: Crescent Moon Kingdoms
Editorial: Fantascy
Páginas: 400
Sinopsis: En los Reinos de la Luna Creciente, la lucha por el poder entre el tiránico califa y un misterioso ladrón que se hace llamar el Príncipe Halcón se acerca a su punto culminante. En medio de la rebelión que está gestándose, una serie de asesinatos de origen sobrenatural asola el corazón del reino. Solo un reducido y variopinto grupo de héroes será capaz de dar con la verdad e intentar parar la matanza.

Opinión: Nos encontramos ante un nuevo libro ambientado en un mundo fantástico, pero que tiene detalles que nos recuerdan al mundo real. Para empezar, una ambientación cercana a lo que podría ser el mundo árabe, con unos detalles del egipcio como trasfondo mucho más profundo. Básicamente, teniendo en cuenta que en una época se llamaba a la zona de Mesopotamia, Israel y Egipto «La luna creciente de la civilización» (o algo por el estilo) no parece muy extraño que el Trono esté en una zona semejante. En sí, se trata de una novela de fantasía muy ligera con un peso muy importante en las convicciones religiosas y sociales pero sin olvidar para nada la aventura y el sentido de la maravilla. Quizá no ha sido exactamente la novela de aventuras que más me ha gustado, pero es una buena novela para ver fantasía distinta a la habitual.

La trama comienza muy fuerte, con un primer capítulo durante el cual se nos presenta al malo de la historia. Además, podemos notar la diferencia entre la mitología occidental y la que nos vamos a encontrar aquí. Por otro lado, después de este primer capítulo, nos lleva a la gran ciudad —que a mí me ha recordado a Agrabah, la verdad—, y nos acerca, desde tercera persona pero claramente dentro del personaje, a un anciano cazador de gules —no me convence la castellanización en vez de ghoul—. Este personaje nos acercará al resto: un derviche —paladín de la zona— que se convirtió no hace demasiado en su aprendiz —aunque ya han tenido varias aventuras—. Entonces, una vieja conocida le pedirá que ayude a su sobrino, que ha perdido a sus padres en un ataque. A partir de ahí, iremos viendo cómo avanza la investigación del caso hasta llevarnos a distintos personajes que ayudarán al protagonista.

Estos personajes están perfectamente definidos, aunque en algunos momentos nos parecerá que no son demasiado profundos. Pero es que nos encontramos ante lo que obviamente es una aventura sencilla que no busca tener un mensaje especialmente poderoso sino simple entretenimiento. Pero eso es lo que hace tan interesante el libro en parte. Es una vuelta a las raíces de lo que la fantasía más sencilla, con combates divertidos, personajes graciosos. El tema es que se trata de aventureros que ya han tenido una vida completa, llena de aventuras juntos. Por eso tienen muchas historias que contar y muchos conocimientos con los que atravesar las crisis que se van planteando. Además, tendremos uno de los romances más sencillos y más directos en las personas del derviche y la cambiaformas. Ese es uno de los detalles de la trama que mejor llevados me parecen.

El estilo es interesante, porque puedes notar perfectamente las partes que tratan de acercar más los temas «árabes» al público occidental por medio de una aventuras de las de antaño. Descripciones sencillas pero preciosistas, detalles de los personajes en movimiento con brillo. Todo es un alarde de sencillez, pero todos sabemos que, a veces, conseguir que lo sencillo quede bien literariamente es lo más complicado de conseguir. No es un libro que sorprenda, pero lo que hace como antaño, lo hace extremadamente bien. Y por eso, sino por nada más, consigue ser un estilo que se nota cuidado pese a la sencillez.

En definitiva, un libro muy recomendable para un periodo de crisis lectora, pero no si estás buscando la próxima gran novela fantástica. Por cierto, aunque no he hablado directamente de ello, en el libro sí hay un cierto mensaje político sobre las revoluciones y su coste, así como acerca de la posibilidad de que lo que venga parezca mejor pero tenga que atravesar partes realmente oscuras (y no lo sea del todo). Además, trata el tema de la herencia de otros tiempos como herencia envenenada, y la ortodoxia religiosa como algo que puede traer problemas. Así, en un envoltorio sencillo, podemos encontrarnos un comentario político muy completo.

Impresión general
Puntuaciones
Trama: 8
Personajes: 7
Sencillez: 8
Sociedad: 7
Magia: 7

3 pensamientos en “El Trono de la Luna Creciente

  1. Alexia Aikawa

    Me llamó un montón la atención cuando salió en inglés y lo vi en Goodreads, pero… esperaba que te gustara más. Ni siquiera lo has comparado con el Alif u obras ambientadas en el desierto…

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    1. Khardan Autor

      Ya, yo también esperaba que me gustara más. Es un "no está mal, pero…" bastante grande.
      Si no lo he comparado con otras obras ambientadas en el desierto es porque en aquellas el desierto es "casi" un personaje más de la historia y tiene mucha importancia. Aquí… no. Todo se centra en esa ciudad, apenas pasan veinte páginas en el desierto y no siento que haya esa conexión tan íntima que sí se da en Alif o en la Rosa, o en la Princesa del Desierto… Sencillamente… no.

      Responder

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