Título: El violín negro
Autora: Sandra Andrés Belenguer
Editorial: Laberinto
Páginas: 448
ISBN: 978-84-8483-409-0
Sinopsis: «Hay que acostumbrarse a todo en la vida… incluso a la eternidad». Erik, El Fantasma de la Ópera
Hace cien años, unos obreros descubrieron en los subterráneos de la Ópera Garnier de París una sala elegantemente amueblada. Contenía las composiciones e instrumentos del legendario Fantasma de la Ópera, pertenencias que no tardaron en perderse en anticuarios de la ciudad.Ahora, un siglo después, la joven Christelle debe averiguar cuál es el secreto del violín que llega a sus manos, el por qué de la música esotérica que engendran las cuerdas y cómo puede devolvérselo al dueño original antes de que su influjo la destruya. Para ello cuenta con la ayuda de Kyriel, un misterioso joven que sabe más de la leyenda lo que quiere reconocer. Juntos viajarán al corazón de París, con sus edificios emblemáticos y catacumbas pestilentes, todo para llegar a la verdad del Fantasma de la Ópera. El secreto está en su violín…
Opinión: Debo reconocer que empecé con mal pie este libro. ¿Por qué lo digo? Bueno, porque yo empecé leyendo primero el extracto del primer capítulo que repartieron en librerías, cuando la portada aún no estaba siquiera decidida y te daban dos opciones a elegir (me alegro un montón de que se decidieran por una tercera, porque es absolutamente preciosa) que no estaban mal, pero que les faltaba algo y la tercera acabó por desbancarlas a todas. Y bueno, yo lo leí, me encantó y me piqué. Quería seguir leyendo, pero hasta unos meses más tarde (hace unos días, realmente) no me hice por fin con el libro. Y claro, yo empecé a leerlo, pensando en dónde me había quedado del extracto y… me perdí. No tenía absolutamente nada que ver. Y por eso digo que empecé con mal pie, porque en el extracto a penas te contaban nada del pasado (excepto un poco de introducción y de cómo y dónde descubren el violín) y enseguida pasábamos al presente, que es lo que realmente me interesaba a mí. ¿Qué pasa entonces realmente en el libro? Pues que te van intercalando tiempos. Es decir, lo que yo leí en presente en el estracto son tres capítulos (que yo los leí unidos) que vienen intercalados con 1907. Y lo que es el primer capítulo del libro, no aparecía en el extracto, por lo cual leí cosas que no había leído antes, con cosas que sí y me estaba haciendo un lío impresionante. Y por eso puede que las partes del pasado (las que provocaban que me liase porque no salían en el extracto) me cayeran mal, y no me gustasen nada. Pero lo superé y empecé a adentrarme de verdad en la novela, queriendo saber más y más todos los misterios que envolvían la leyenda y su pasado. Así que, dicha esta pequeña anécdota, paso a comentar mis impresiones con respecto la obra.
En primer lugar, el trabajo de documentación está muy, pero que muy elaborado. No por nada la autora es considerada como una de las entidades más importantes en relación a la leyenda del Fantasma de la Ópera, que es de lo que en realidad trata este libro. Podría considerarse un fantástico fic de la novela original.
En segundo lugar, todas las cartas que van encontrando como «pistas» para averiguar qué esconde el violín. Muy bien escritas y, aunque la letra que eligieron es muy bonita y tal, a veces cuesta un poco leer. Pero en todas ellas se percibe de una forma muy palpable a Erik, el fantasma. De verdad. La autora ha demostrado ser una grandísima fan para poder entender con tanta claridad la personalidad de este ser tan complejo y poder expresar sus pensamientos. ¡Si hasta me han entrado ganas de leerme la obra de Leroux! Porque, aunque seas como yo que no se ha leído la novela original, no pasa nada. El violín negro está tan bien escrito que no necesitas más. La forma de escritura es muy ligera y clara, y todo sucede cuando tiene que suceder. La aparición de Kyriel (que es un nombre precioso, pero que quizá debería explicarse su signifcado con una nota o algo, porque yo ahí me perdí un poco… y aún no pillo el tributo a «Señor»), por ejemplo, es el detonante de que la historia empiece a moverse. Y este personaje me ha sorprendido. No sé si es porque ya estoy cansada de adivinarlo todo o qué, pero con él me he relajado. Tenía dos teorías en mente antes de que surgiera una tercera y se confirmara. Dos teorías enrevesadas pero posibles, para cubrirme las espaldas (una de ellas coincidía con la que a Gilles se le ocurre al final)… y una tercera que, conforme vas leyendo, se forma sola en tu mente pero, de lo increíble que es, te empiezas a fascinar para averiguar si realmente es posible que sea cierto. Ahí creo que ya estuve perdida entre esas páginas.
Las descripciones son absolutamente fabulosas y necesarias (y, hey, para que diga yo eso, tiene mérito). En ningún momento resultan cargantes, sino que, por la forma en que las escribe, te hacen transportarte realmente al lugar descrito. En la Ópera Garnier, podía ver claramente todo lo que los personajes veían. Sin embargo, me han hecho falta descripciones en los personajes, ya que las que hace de ellos están incompletas. A Kyriel no puedo imáginármelo más que como a una sombra oscura. Con Christelle pasa lo mismo. Al principio pensaba que era una adolescente de, como mucho, diecinueve años, pero después, viendo la gente con la que se codea… te da a entender que tiene unos veintimuchos. Y teniendo en cuenta que Kyriel tiene treinta es algo que me ha ido perturbando hasta que he llegado a esa conclusión. Menos mal que esa conclusión la tuve antes de cierta escena preciosa en la casa de Christelle. Que esa es otra. Quien piense que El violín negro es una novela romántica… que se lo quite de la cabeza. A ver, es cierto que ese tema es muy importante, pero no es exclusivo.
Sobre el malo… no me lo esperaba. Pero me ha gustado mucho cómo lo ha ido llevando la autora porque no me ha dado la impresión que tengo a veces de que intentan engañarnos y liarnos, intentándonos convencer de que es uno cuando en realidad es otro. Bueno, sí que lo intenta, pero me lo tragué entero. Al principio pensaba en un descendiente del ladrón, pero cuando llega uno de esos capítulos del pasado y llegas a ese momento… cambias de idea. Y como no le dedica mucha atención (un par de capítulos a lo sumo), me dio la impresión de que al no ser realmente relevante, no merecía la pena que me esforzara por averiguar su identidad. Seguí la corriente y mordí el anzuelo totalmente.
Por otra parte, es una lástima que el libro tenga tantos fallos y erratas. Perdí la cuenta de palabras sin tildar, o de las que sobraban, o de «foros internos», e incluso falta de letras en los nombres propios y alguna que otra mayúscula perdida donde no tendría que haberla. También hubo una que me dolió porque era grave (haya – halla, página 302). Tantos fallos hacen que me distraiga y no me meta tanto en la historia como debiera. Pero, aún así, he conseguido dejar eso a un lado y la historia me ha embelesado de principio a fin. Quizá el final me ha decepcionado un poquitísimo, pero la historia es preciosa y está muy bien contada.
Pues sí que es una lástima que tenga erratas y faltas, porque por lo que estabas diciendo antes, se nota que es un libro muy trabajado.
Me han dado bastantes ganas de leerlo, daod que además el fantasma de la ópera es uno de mis musicales favoritos (cierto es que no me he leído la novela…)
En cuanto a una cosa que dices, relacionar Kyriel con Señor es tan simple como que Kyrie es "Señor" en griego. Y tributo porque le nombraron "en honor a" lo cual es un "tributo"
En definitiva, parece ser que es uno de esos libros que mejoran conforme vas avanzando, ¿no?
Muy buena reseña, sí, señora. ^_^
No, no… Se supone que Kyriel hace referencia a Kyrie ("Señor"), pero como homenaje a Don Juan Tenorio… Lo que pasa es que no entiendo por qué. Y por eso digo que podría haber puesto una nota a pie de página o algo para aclararlo… Porque lo de que significa Señor tampoco lo sabía. Lo he tenido que mirar en la wikipedia xDDD