José Pazó Espinosa, traductor de El gabinete de curiosidades, de Un occidental en Japón, entre otras obras más (y también profesor de universidad, por si no recordáis esa curiosa anécdota que os conté), nos concedió esta entrevista hace unos días para mostrárosla a todos vosotros. Como siempre, le preguntamos cosas tanto de su trabajo, como de su relación con el mundo editorial para que todos los que queramos estar más cercanos a ese mundillo, conozcamos más cosas. Pero también, en esta ocasión, quisimos ahondar un poco más en el tema de Japón, ya que a él también le entusiasma El País del Sol Naciente.
¡Disfrutad de la entrevista!
1.- ¿Cómo conociste a Nocturna Ediciones y cómo surgió el tema de que tradujeras para ellos?
Conocí a Irina y a Luis antes de que comenzaran la editorial así que, en cierta manera, he asisitido a su génesis. Desde el principio me pareció un proyecto muy interesante. La alianza de la juventud de Irina con la experiencia de Luis me pareció muy positiva. Me hicieron el honor de sacar como primer libro de su editorial mi traducción de Kiki de Montparnasse. Recuerdos Recobrados un libro por el que siento un cariño especial.
2.- ¿Cuál es para ti el género más difícil de traducir?
Es difícil decirlo. Yo diría que más que un género en conjunto, las dificultades van asociadas a un libro o a un autor concrecto. Depende también de la lengua. El japonés me puede presentar muchas más dificultades que ninguna otra.
3.- ¿Qué estudiaste para ser traductor? ¿En qué te especializas?
Estudié Filología Española y me especialicé en Lingüística. Siempre me gustó estudiar y leer en otras lenguas, y a medida que iba haciendo la carrera iba estudiandolas, sobre todo en verano. Me gustaba mucho la poesía, aprendía de memoria poemas en otras lenguas y los traducía por pura afición. Hice un doctorado en Morfología del español y otras lenguas. Hay que pensar que cuando yo hice la carrera no existían casi filologías de otras lenguas. La idea de una carrera en traducción era una fantasía en esos años.
4.- Cuando estuviste en Japón, ¿fuiste por negocios o placer? Es decir, ¿estuviste dando clases, estudiando, o simplemente disfrutando?
Fui como profesor contratado desde España por la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe. En ese momento yo era profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid, pero me aburría enseñar en la misma universidad en la que había estudiado. Había estado ya estudiando el doctorado y dando clases en los Estados Unidos, en la Ohio State University, y tenía ganas de formarme más fuera, de conocer otros mundos. Yo tengo relación familiar con Japón, ya que mi abuela paterna nació y se educó allí pues su padre, mi bisabuelo, se fue de profesor de español en el año 1906. Yo seguí, de alguna manera y sin planearlo mucho, sus pasos. Estuve cinco años como profesor extranjero en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe. La vida allí me fue muy placentera. Tenía una profesora privada de japonés en Osaka, Ogoosan, una señora mayor muy divertida.
5.- ¿Cómo va la traducción de la segunda parte de «El gabinete…«? ¿Cómo se titulará?
La traducción va muy bien, está casi terminada. El título final no os lo puedo decir todavía, depende de mí pero también de los editores.
6.- ¿La documentación fue necesaria para la traducción de «El gabinete…«?
Sí. Es una obra más compleja de lo que parece. Aparecen muchos datos auténticos y otros inventados. Aunque luego no se perciba en la lectura, es necesario distinguirlos, ya que si son datos reales puede haber formas ya determinadas de nombrar cosas. Ha sido un libro mucho más complejo de lo que yo mismo pensaba que iba a ser. Luego hay peculiaridades de la autora, órdenes de frase, etc. que también tuvieron sus complejidades.
7.- Como amante de Japón, ¿qué opinas del «boom» del manga? ¿Crees que incentivará la compra y la importación de literatura japonesa?
A mí me ha atraído mucho el manga, pero confieso que me gusta más el manga clásico de Sazae-san, por ejemplo; aunque creo que el manga en general ha ayudado mucho al conocimiento de Japón fuera de sus fronteras. No sé si ayudará en particular a la lectura de novelas, pero sí a la apreciación de la sensibilidad japonesa.
8.- ¿Cuánto tiempo tardas normalmente en traducir un libro, de alrededor de 300 páginas, como es el caso de «El gabinete de curiosidades» y «Un occidental en Japón«?
Realmente, depende del tiempo diario que le dedique. Yo tengo mis rutinas: me levanto pronto y trabajo en la traducción una o dos horas prácticamente todos los días. Es mi ejercicio mañanero (además del yoga), una especie de gimnasia mental. Luego, si tengo oportunidad, meto más tiempo en la traducción durante el día. Hay temporadas que ese ritmo se ve alterado, pero yo diría que el tiempo medio es de unos tres o cuatro meses para libros como esos. Luego, vienen correcciones, etc, que alargan el proceso.
9.- ¿Cómo compaginas la docencia con la traducción?
Por el momento, con problemas, en el sentido de que las dos me exigen cada vez más tiempo. En algún momento tendé que sacrificar algo, aunque sea parcialmente.
10.- ¿Tienes algún consejo para futuros traductores? ¿Y para los que quieran acercarse a la cultura japonesa, qué les recomendarías?
A los traductores les recomendaría varias cosas: 1. Amar y conocer la lengua meta, en mi caso el español. Hay que recordar siempre que se escribe en español para españoles y que el producto debe ser todo lo impecable que se pueda en ese sentido, 2. Amar y conocer las lenguas de origen. Traducir es un proceso lento y con cierta monotonía, y hay que disfrutar con las lenguas: con sus sonidos, sus peculiaridades gramaticales y estilísticas, y su traspaso a otra lengua. 3. Adquirir todos los conocimientos que se pueda sobre cualquier cosa. El traductor debe ser un enciclopedista, nunca sabe lo que se va a encontrar. El traductor tiene que ser una persona de muchos recursos intelectuales. 4. Comprender, por último, que la traducción es un trabajo a largo plazo. Un traductor nunca está hecho del todo. Hay que tener capacidad de decisión rápida y a la vez compasión por el textom original y por los errores propios. No hay texto original perfecto ni traductor perfecto. Es una labor muy zen.
Muchas gracias por todo.
De nada. Gracias a vosotros.
¿Se sabe algo sobre las cien formas distintas de traducir un haiku?
Sí, el libro salió el último día de la Feria del Libro en la editorial Langre. Yo llegué a firmar el último domingo a las 7 de la tarde. Se llama El libro de la rana. Son cien versiones del famoso haiku de Basho de la rana. Es también un juego y una adivinanza, pues hay muchos poemas con referencias a poesías de otros autores y los lectores pueden intentar adivinarlas. Está ilustrado por mí mismo con técnica de sumi-e. Es un libro peculiar, extraño en España, juguetón, y espero que la rana salte en los corazones de quienes lo lean.
Creo que a partir de esta semana o la que viene entra en distribución. Lo distribuye Latorre Literaria. Espero que os guste. ¡Ya me diréis qué os parece!