Eterna juventud

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Escuchó el hacedor la historia de un mundo donde la muerte omnipresente ha sido erradicada

Título: Eterna juventud
Título original: The postmortal
Autor: Drew Magary
Editorial: Minotauro
ISBN: 978-84-450-0025-0
Páginas: 368
Sinopsis: ¿Quién querría vivir para siempre?

John Farrell está a punto de obtener «la Cura». La vejez ya no podrá matarlo. El único problema es que todo lo demás sí…

2019. La humanidad es testigo del mayor descubrimiento científi co hasta la fecha: la cura para el envejecimiento. Tras un intenso debate político y moral, el gobierno decide poner la Cura al alcance de todo el mundo. La ansiada inmortalidad, sin embargo, también tiene sus pegas: el fin del matrimonio, programas gubernamentales de eutanasia, fanáticos pro-muerte, un nuevo e inquietante culto religioso y otras calamidades serán sólo el principio del fin.

Opinión: Últimamente no tengo mucha suerte con algunos libros. Sí, porque los venden de una manera que no es la adecuada. Por ejemplo este libro. Por todos lados veo libros que «quieren ser» distopías, y para una vez que encuentro un libro que sí lo es, van y no lo venden como tal. Eso sí, no os esperéis una distopía de las de nueva hornada, de estas llenas de acción y de lucha contra el sistema. No, en esta lo que os vais a encontrar es una interpretación ligeramente sesuda de cómo sería una sociedad en la que los seres humanos han vencido al mayor de sus enemigos: La Muerte. O por lo menos la vejez. Con esta premisa veremos cómo la sociedad se enfrenta a la novedad por medio de artículos de prensa, artículos en blogs, comentarios en las noticias, pero, sobre todo a través del diario de John Farrell. Eso sí, nada más empezar nos dan una pista acerca de cómo terminará todo.

En cualquier caso, hablar de los personajes en este caso es hablar de John. John es un personaje creíble, verosímil, atormentado, que se cuestiona todo y nos intenta mostrar una visión lo más completa posible del mundo. Sin embargo, hay muchas partes de la realidad en las que no toma parte pero por las que se ve afectado. Es muy gracioso ver cómo evoluciona lentamente en su carácter y, sin embargo, cuando llega el momento de tomar decisiones se mantiene firme y lucha. Aunque muchas veces no tiene forma de luchar. En este caso no nos vamos a encontrar con un protagonista joven, sino con uno que ya ha vivido bastantes cosas cuando decide participar de la Cura. Al decidirlo, cosa que le cuesta, pero que explica desde el primer momento, nos permite ir empatizando con cada uno de sus sentimientos y pensamientos. No hay nada que nos oculte, sino que nos intenta mostrar absolutamente todo lo que le afecta. Tanto desde un punto de vista «objetivo» como pueden ser las noticias que muestra, como de manera «subjetiva» mostrando todos los cambios que va sufriendo su vida. Lo cierto es que es un personaje que sirve perfectamente de observador porque es muy fácil empatizar con él, y, sobre todo, no se calla nada de lo que piensa, ni de lo que siente. El resto de personajes sirven claramente para que John  pueda mostrarnos el rostro de todas las personas afectadas, y todos los estamentos posibles. Aunque es cierto que habría que destacar a David, a Sonia, a Alison y a Ernie, como personajes que nos muestran de una manera más clara las ramificaciones filosóficas de lo que va sucediendo.
La trama es simplemente la idea de un diario encontrado en la que nos cuenta cómo afecta la Cura para la vejez a la humanidad, visto desde el punto de vista de John Farrell, un hombre común. No nos engañemos, la trama en este caso es una excusa para establecer un sólido suelo, tremendamente sólido, para una muestra filosófica, distópica, de la actuación de la humanidad ante el progreso. Atrás quedó el positivismo, ahora estamos en la era del realismo. Y eso es algo que nos vamos a encontrar, realismo, situaciones con las que podremos relacionarnos a pesar de la distancia debido a su sensación de situaciones comunes. La realidad es que esta trama me ha resultado mucho, pero mucho, más creíble que la mayoría de las «distopías» que nos llegan en versión juvenil. Es un caso único en el que al no centrarse únicamente en la trama nos da la posibilidad de observar claramente la realidad y disfrutar de ella para poder pensar sobre la humanidad. Sobre vida, muerte, amor, destrucción, ecología… Sí, prácticamente todos los temas tienen una visión en este libro. Y no es una visión ni pesimista en todo momento, ni optimista en todo momento, simplemente depende de cómo afecte a John lo que le rodea.
En cuanto al estilo… en fin, es limpio y cómodo de leer. Eso sí, llega a ser bastante duro en algunos momentos, sin caer en lo gore ni en intentar impactar por medio de imágenes, sino más bien a través de los sentimientos del protagonista. Es un estilo cercano, que no se pierde en explicaciones científicas ni psicológicas complejas sino que deja que sea el lector el que vaya descubriendo todos los datos. Es importante ver el cambio de voz cuando se trata de noticias «objetivas» y cuando se trata de John… a veces echaréis de menos esos capítulos con noticias… sobre todo después de mucho tiempo seguido con John.  Y es que hay una cosa muy interesante y es que aunque en la portada dicen que recuerda a Safier, para mí no hay nada más distante a esta obra que Maldito Karma, tanto por el estilo, mucho más «directo» en el caso de Safier, como por la forma en que trata los temas, mucho más «realista».
En definitiva, si queréis una auténtica distopía de corte clásico, este es vuestro libro. Que no os engañe que digan que es divertido… Lo es, pero también es serio y filosófico. Es una lectura que se disfruta cuando se tiene la posibilidad de pensar sobre ello. Como ya he dicho, no os vais a encontrar con la típica distopía de los últimos tiempos… no es una distopía adolescente, sino una distopía más en el camino de 1984 o de Un mundo feliz. Desde luego, no os esperéis un humor pratchiano, pese a la portada, digna heredera de la Muerte de Pratchett, no tiene ni un ápice del humor irreverente pero serio que caracteriza obras como Nación,  sino que cualquier acercamiento al humor en este caso se hace desde la perspectiva del reconocimiento. De ver lo que otras personas harían en una situación extrema y ver lo «ridículo» de la situación. No se me olvidará el tema de la oveja nunca. Pero solo son momentos puntuales.

Impresión general
Puntuaciones
Trama: 7
Personajes: 9
Distopia: 9
Estilo: 8
Coherencia: 8

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