Extras, Scott Westerfeld

      3 comentarios en Extras, Scott Westerfeld
Escuchó el hacedor hablar de una ciudad donde la fama lo era todo, donde la existencia sólo era existencia en tanto sociedad. 

Título: Extras
Autor: Scott Westerfeld
Editorial: Montena
Páginas: 432
Sinopsis:Han pasado unos años desde que la rebelde Tally Youngblood derribara el régimen de los perfectos. Sin sus estrictas reglas y roles, la sociedad está sumida en un renacimiento completo… en el que la popularidad manda. Ahora el objetivo de las camarillas es despertar entusiasmo para conseguir votos: los “Tech-heads” alardean de sus últimos artilugios, los “kickers” difunden modas y cotilleos, y los “surge-monkeys” son adictos a la cirugía plástica extrema. Y todo queda registrado por millones de cámaras: el mundo es como un gigantesco Factor-X.

Aya Fuse tiene quince años y se encuentra en la posición 451.369 del ranking de popularidad, lo que la convierte en una auténtica don nadie. Una “extra”. Pero a Aya esto ya le viene bien: es una kicker y aspira a conseguir una buena historia para convertirse en celebridad, y ser invisible le ayuda a enterarse de todo sin que nadie se dé cuenta.
Entonces, casualmente, conoce a las “Sly Girls”, una pandilla de chicas que hacen locuras aunque lo mantienen en estricto secreto. Aya quiere –necesita– contar su historia, para que todo el mundo sepa lo geniales que son. Pero ello la propulsaría fuera de la tierra de los extras hacia el mundo de la fama, la popularidad… y el peligro extremo. Un mundo para el que no está preparada.


Opinión: Bueno, y llega la cuarta parte de la trilogía (en serio… no es muy normal esto… y sin embargo se está convirtiendo en la nota predominante). Pero bueno, como los anteriores dejaban todo cerrado a muchos les sonará extraño que diga ahora que este SÍ es un final adecuado a la saga. Primero, porque siempre es interesante ver algo así como una perspectiva más completa, que nos muestre más acerca de ese universo que ha creado el autor. Segundo, porque la verdad, la mayoría de mis quejas era por no tener siquiera un simple epílogo con el que ver el mundo después de los hechos acaecidos en el tercero. Tercero, porque era necesario ver si este autor era capaz de crear un protagonista que no resultase… extraño al lector. 

Bien, lo primero que tengo que decir es que empecé el libro con un aciago presentimiento acerca de la protagonista. Me imaginaba que me iba a gustar aún menos de lo que en su día me gusto Tally Youngblood. Al fin y al cabo, a Tally todavía se le podían perdonar muchas cosas porque conseguía que las cosas sucedieran, y esta parece simplemente una espectadora de la vida en toda su extensión, que necesita parasitar las vidas y los sucesos de los que realmente hacen cosas para sobrevivir. Pero luego empecé a ver otra cosa, una cosa que me hizo darme cuenta de lo bien que vendría esta lectura en el mundo Blogger si la gente pensase sobre lo que lee. (Por no hablar, por supuesto de algunos programas de «periodismo» que infestan la programación y que ni siquiera voy a mentar para que no aparezcan en como mencionados en esta reseña). 

Para que os hagáis una idea, en la ciudad en la que sucede la acción, supuestamente japonesa, pero que solo lo notamos en que siguen utilizando los mismos honoríficos, aunque juraría que se comen unos cuantos… o que hay algunos personajes verdaderamente maleducados, o que realmente han seguido las costumbres japonesas al poner los nombres, que no lo parece. En cualquier caso, en esta ciudad todo se «compra» por dos caminos, uno es el de la fama, el otro el de los méritos ante la sociedad. Y os preguntaréis, ¿no es lo mismo? No, y tampoco lo es en nuestra sociedad. Casualmente pasa una cosa muy parecida a lo que sucede en esta ciudad y la fama tiene más importancia que los méritos (de tal manera que tenemos lo que tenemos como famosos, y tienen la pasta que tienen, mientras que maestros y policías se encuentran entre las profesiones peor pagadas, por ejemplo) Pues aquí lo mismo, los méritos los consigues siguiendo el Código del Buen Ciudadano, mientras que la fama… bueno, todos sabemos como se consigue la fama. (Y no, amablemente Scott ha decidido no permitir que el cotilleo forme parte de su concepto de fama, que es uno de los pequeños fallos que le veo a su idea).
En cualquier caso, en el libro se trata de una fama basada en ideas del mundo blogger (y twitter) como menciones o gente que comenta tus noticias. Y el paralelismo es muy claro conforme avanza la novela y vemos las reacciones de la protagonista, y de su hermano, y de su amigo… Vamos, incluso la reacción de un personaje que regresa de la trilogía anterior lo dice todo acerca de este sistema tan interesante. 
Por otro lado, también nos muestra una posible solución para el problema que planteaba en libros anteriores. Aunque hay soluciones más… cómo decirlo… limpias (que aprenda cuál es la idea detrás del ascensor orbital, por ejemplo) pero la suya no es una mala idea, desde luego, como mínimo, está en consonancia con el resto de ideas de su saga. 
En cuanto a los personajes… pues bueno, si antes hablaba de una novela en la que no hay personajes bisagra… en esta tengo que enfadarme bastante porque, aunque no son exactamente bisagra, en el sentido estricto de la palabra, sí es cierto que hay determinados personajes que no se ajustan para nada a lo que se espera de la personalidad que muestran. Pequeñas inconsistencias que no afectan ni a los que vienen de la saga anterior ni a nuestra protagonista. De hecho, esa es una de las grandes cosas que tiene esta protagonista, que realmente tenemos una explicación de su psique aceptable. Es inconstante… pero lo es por un buen motivo que nos muestran claramente a lo largo del título. 
La trama está muy bien llevada, aunque hay algunas zonas, sobre todo hacia el final que son un poco… cargantes, a falta de otro adjetivo. Pero vamos, que no hay nada que salte en plan «Qué demonios está pasando aquí», eso sí, parece que quiso sorprendernos y, la verdad, consigue mantenernos a la expectativa con bastante facilidad en esta ocasión. La verdad, el final me ha sorprendido bastante, y de una manera muy agradable. 
En definitiva, la forma de publicitarlo no es ninguna mentira, realmente es un libro mejor que los libros de la trilogía original, tanto en el sentido literario (mucho más coherente y cohesionado) como en el sentido de la historia que cuenta. Se nota, y mucho, la evolución del autor en esta saga. 
Impresión general
Puntuaciones
Aclimatación: 7
Estilo: 7
Personajes: 8
Blogueridad: 9
Trama: 8

3 pensamientos en “Extras, Scott Westerfeld

  1. Alexia Aikawa

    Lo siento, no puedo evitarlo, pero… ehmm… ¿blogueridad? ¿En serio? xDDDDDDDDD

    Lo que no entiendo es por qué la desarrolla en Japón. ¿Dicen claramente que se trata de Japón? El resto de libros no se desarrollaban en un lugar en concreto "real", ¿no? (No lo recuerdo bien, solo sé que había diversas ciudades, y luego los del Humo, pero eso no es una ubicación real).
    Que se desarrolle en Japón implica una cultura nipona… una educación y un respeto por los demás que se ve a través de su trato y referencias por los nombres… ¿En serio se tuteaban y se llamaban por el nombre de pila? O__o ¡Eso no es Japón! Solo por eso yo le bajaría puntos. ¡HUM! Con Japón no se juega.

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  2. Khardan Autor

    Hablan japonés, tienen tradiciones japonesas.. pero dejan muy claro que durante el período de la perfección se mezclaron completamente todas las sociedades.

    En cualquier caso, es cierto que queda un tanto raro. Y ese respeto y educación hacia los demás existía antes de que la reputación y los méritos ganasen la partida.

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  3. Alexia Aikawa

    Ohh… pues mola. Aya y Frizz molan xDD
    La idea de la popularidad, del rango facial, de los lanzadores y de las aerocámaras… me han atraído por completo. ¿Quién dice que eso no puede ser real dentro de unos años? Tal y como vamos ahora con las redes sociales y con tener internet en cualquier lado…

    Por cierto, ¿cómo que no hay cotilleo en relación a la fama? ¿Y Nana Love qué es si no? ¿Y todos los reportajes de modelitos que lleva, qué es si no? ¿Y los lanzamientos de fulanito a dejado a menganita porque se sentía humillado por no tener tanto rango facial como ella? Obviamente no hay una Belén Esteban, gracias a Dios, eso solo ocurre en España.

    Por cierto, no entiendo la sinopsis. Bueno, sí que la entiendo, pero no entiendo de dónde la has sacado y por qué tienen los términos en inglés de "lanzadores", "Chicas Astutas" y demás O.o

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