«Porque es un chico excelente, porque es un chico excelente, porque es un chico exceleeeente… (pausa) y siempre lo será. Y siempre lo será.»
El viento del desierto traía a nuestros oídos esta melodía, canción si gustáis de llamarla así, pero la musiquilla que atravesaba nuestros tímpanos tenía un significado más allá de lo que pudiera decir. No entendíamos las palabras, pues el viento las pronunciaba en su idioma, el cual no es más que un susurro, pero solo por su entonación, nos recordaba algo. Pero… ¿qué era? Prestamos más atención al viento, pero no conseguimos averiguarlo. Al menos, estábamos seguros de que no se trataba de ninguna tormenta.
-Qué extraño… ¿qué será? -preguntó Alexia a Niha, la nueva Hacedora del grupo.
-No lo sé… ¿tú qué crees, Khardan?
Pero Khardan no estaba con nosotras. Le vimos a la distancia correr y dar vueltas como un loco o como un niño, si alguna diferencia hay, jugando con el viento y la arena. Alexia y Niha intercambiaron una mirada.
-Siempre ha sido un poco rarito -determinó con seguridad Alexia.
-Demos gracias al menos de que tenga puesta su túnica…
Ambas reprimieron un escalofrío.
-¿Por qué lo dices?
-Creo que se acerca un solsticio y se hacen rituales con movimientos parecidos a los que está haciendo él. Lo leí en algunos de esos manuscritos que nos trae el viento.
Alexia meditó su respuesta e hizo cálculos.
-Oye… ¿a qué estamos hoy?
-¿Uhm? Creo que a 22, ¿por?
Alexia se puso blanca.
-¡Oh! Entonces tienes razón. ¡Hoy es el solsticio de invierno!
-¿Y el viento entonó eso mismo en el de verano?
-Supongo que son diferentes.
Volvieron a intercambiar una mirada, y con ella se entendieron al instante y corrieron en pos de Khardan.
-Dicen que si se cumplen esos rituales ocurren cosas malas.
-¿Sí? Pues estamos en un desierto, no es necesario que nos ocurran más de lo que ya tenemos. Las tormentas de arena y las plagas de langostas son suficiente, gracias.
Cada una por un lado cortó el paso a Khardan que se sorprendió de verlas aparecer de la nada. Las miró con una sonrisa infantil, como si esperase algo. Las chicas no captaron esa intención.
-¿Qué pretendes con bailar de esa forma bajo el viento?
Khardan no entendió la pregunta, pero aún así respondió.
-Celebrar el día de hoy.
Niha y Alexia se volvieron mortalmente pálidas. Sus teorías eran correctas.
-Pero, ¿te has vuelto loco? ¿Qué más desgracias crees que nos pueden pasar? -preguntó Alexia, escandalizada.
Khardan frunció el ceño, y su sonrisa se esfumó.
-Oye, el hecho de que tú sufras un complejo de Peter Pan, no significa que el resto nos sintamos de esa manera. Adios. -y con un aspaviento se marchó del lugar indignado, dejando a las Hacedoras solas.
-¿Qué ha querido decir con eso? -inquirió Niha, un tanto atontada.
El viento volvió a repetir la cancioncilla, como si quisiera echar un cable a las chicas y entonces una bombillita se encendió en la mente de Alexia.
-Oh.
-¿»Oh»? ¿Qué quiere decir ese «oh»?
-No habíamos tenido en cuenta un ligerísimo detalle acerca de hoy.
-¿A qué te refieres?
-Bueno… hoy es también el cumpleaños de Khardan.
-Oh.
-Sí, eso he dicho yo.
Tras darse cuenta de su error, las Hacedoras decidieron honrar a su título y hacer algo. Así que cada una creó una cosa diferente para el cumpleañero.
-Khaaaaardan… -llamó Niha, a petición de Alexia. Esta le había dicho que dado que era la nueva, tenía menos posibilidades de salir dañada. Sin embargo, no recibió contestación. A no ser que un gruñido en las sombras se le considerase respuesta. De ser así, entonces sí que la recibió.
Niha miró atrás, donde recibía el apoyo de Alexia, escondida tras las cortinas. -Tenemos regalitos que daaaarte.
Se percibió entonces un movimiento de interés sobre las mantas y una figura empezó a moverse despacio, aunque al final alguien dejó de pulsar el botón de cámara lenta y lo devolvió a su velocidad normal, porque fue un visto y no visto. Ni siquiera si se hubiera pinchado con algo, habría reaccionado de esa manera.
-¿Regalos?
Alexia notó desde detrás de las cortinas que si hubiera sido ella, o un gato, lo mismo daba, ya estaría moviendo las orejitas o la cola, mientras mantenía los ojos bien grandes fijos en su presa.
-Toma. -Niha llevaba en la mano algo con una medio caja por encima tapando lo que era. Pero en lugar de dárselo todo, ella esperó a que Khardan retirase el cartón. Sin embargo, este la miraba con recelo, como si quisiera tenerlo todo. Ella insistió en que se limitara a desenvolverlo.
A regañadientes lo hizo y entonces descubrió una tarta gigante cubierta de nata y chocolate. Tanto a Niha como a Khardan les brillaron los ojos al contemplar tanto cacao junto.
En ese momento, Alexia decició que, debido a la hipnosis chocolatera en la que se habían sumergido estos dos, era hora de salir de su escondite y entregar su propio regalo.
-¡¡Feliz Cumpleaños!!
Muchas gracias ^_^ *//* Me ha encantado (y sí, toooodo el mundo se acuerda hoy de todo menos de mi cumpleaños T_T) y no, no me ha tocado nada en la lotería, por si alguien piensa que cumplir años hoy trae buena suerte en el Gordo. Y zí, tarta de nata y chocolate buena…
Los solsticios molan, son momentos "umbral" donde todo cambia, lo único malo es que en mi caso lo único que cambia es que soy un poquito más viejo…
T_T Muchas gracias por acordarte ^//^ y por el relato tan divertido ^//^
¡FELICIDADES! una vez más xD
La edad es buena, suele ser signo de experiencia y sabiduria, así que llevemoslo con orgullo…¡no te parezcas a Alexia en eso! xD
¿Estaba rica la tarta?
Muy divertida y orginal la felicitación xD