Impulso e iniciativa Cap 1-2

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¿Conseguirá el coronel Fitzwilliam sonsacar a su primo Darcy los motivos de su estado de ánimo? Continuamos el capítulo 1 con este trozo.
Traducido por: Khardan
Editado por: Alexia

Tras la cena, los hombres se retiraron al estudio. Darcy sirvió dos vasos de oporto. El coronel lo saboreó apreciativamente.

─Ahora recuerdo por qué he venido: tus vinos.
─Bueno, odiaría pensar que es por la compañía.
─No lo creo, me ha contado bastante gente que últimamente has sido una compañía pésima.
Darcy le miró con sospecha.
─Me siento honrado por mi popularidad.
«Tus modales me mostraron la extensión de tu arrogancia, tu vanidad, y tu egoísta desdén por los sentimientos de los demás.»
Tragándose una abultada cantidad del oporto, miró a su primo cautelosamente.
─Obviamente, algo te preocupa, Darcy. ¿Qué es?
─No me digas que Georgiana te ha dicho que hagas esto, también. De alguna manera ha decidido que estoy molesto por algo, y ha sido como un perro de presa acerca de ello. No le hagas caso.
─Siempre has mentido terriblemente mal. Ahora, cuéntale al primo Richard el problema.
─¡No hay ningún problema, Fitzwilliam! ─soltó Darcy.
─No soy ningún idiota, Darcy ─dijo amigablemente─. La gente está preocupada por ti. Yo estoy preocupado por ti. ¡Por Dios Santo, incluso tú has admitido que ha afectado a Georgiana!
Darcy, al ver la luz inquisitorial en los ojos de su primo, sintió compasión de los animales acorralados. Suspiró.
─Richard, déjalo. Hay cosas que tienen que ser privadas.
─Hay momentos en los que te tienes que apoyar en tu familia y amigos. Y deja de engullir ese oporto como si fuera agua; merece un mejor tratamiento ─El silencio fue su única respuesta─. No dejes que tu maldito orgullo se entrometa, Darcy. El orgullo conduce a la perdición, y todo eso.
Darcy soltó una amarga carcajada.
─Creeme, esa lección me la he aprendido bien, gracias.
─No puedes distraerme tan fácilmente. Ahora, como tu primo, y como tu amigo, y como el guardián de Georgiana, te pido que me digas qué ocurre.
─¡Por Dios, déjalo ya! Si necesito hablar, te prometo que iré a ti.
El coronel Fitzwilliam se levantó. Por un momento, Darcy pensó que había ganado la batalla, pero entonces observó que su primo solo llegó hasta la mesa supletoria. Acercando el decantador de oporto y una botella de vino cerrada a la mesa, rellenó el vaso de Darcy.
─Si quieres hacerlo de la manera difícil, lo haremos de la manera difícil ─dijo con un tono que sus oficiales reconocerían inmediatamente.
─¿Y qué significa eso exactamente?
─Significa que pienso emborracharte hasta que te desmayes, primo, y antes o después estarás lo suficientemente borracho como para hablar. Qué desperdicio de un bueno oporto, la verdad.
─¿Y qué te hace pensar que resistirás más que yo?
─Soy un soldado. Es una de las pocas habilidades útiles que aprendemos. Bebe, ya.
Darcy, exhausto, apoyó la cabeza en las manos.
─Mira, Richard, si te digo lo que es, ¿me dejarás en paz?
En una voz algo más amable, el coronel respondió:
─Probablemente no.
Hubo silencio durante algunos minutos. Finalmente, Darcy dijo:
─Es la historia más antigua del hombre. Me he enamorado de una mujer y me ha rechazado. ¿Satisfecho?
─¿Te ha rechazado? Darcy, no puedo pensar en una sola mujer en el mundo que te pudiera rechazar. Bueno, tal vez la Duquesa de ____, tiene dinero y tierras suficientes por sí sola, y no le sirven para nada los jóvenes apuestos, o eso he oído. Por supuesto, también es lo suficientemente mayor para ser tu madre.
─Muy divertido, Fitz. Sí, hay una mujer ahí fuera que podría rechazarme, y de hecho lo hizo, por la simple razón de que no podía gustarle ni respetarme.
El coronel se sentó y ponderó esta información. Recordando el comportamiento inusual de su primo en Rosings, una idea empezó a formarse en su cabeza.
─Darcy, ¿es posible que estemos hablando de la adorable señorita Bennet?
Darcy vació su vaso.
Touché, amigo mío. Aplaudo tu razonamiento deductivo ─dijo con algo de amargura.
─Bueno, yo aplaudo tu buen gusto. Si tuviera dinero, incluso podría haberme ofrecido yo mismo. Estoy sorprendido de que te rechazase, sin embargo; la creía más pragmática. 
«No podría haberme ofrecido su mano de ninguna posible manera que me hubiese tentado a aceptarla.»
─No puedes imaginarte cuán consciente soy de la gravedad de mis pecados ante sus ojos, entonces.
─Sé que te creía orgulloso. ¿Algún otro pecado aparte?
«Tengo todos los motivos del mundo para pensar mal de usted.»
─Hay tantos entre los que escoger, que es difícil decidir por dónde empezar. Podrías empezar por el hecho de que recibió información acerca de mi carácter por parte de nuestro querido amigo George Wickham. Además, está el pequeño detalle de que rompí el corazón de su amada hermana al evitar que Bingley se casara con ella, y que fui imperdonablemente condescendiente y grosero al declararme… Creo que eso cubre los puntos esenciales ─dijo Darcy amargamente─. Sin olvidar, por supuesto, mi arrogancia y vanidad.
─¿Era su hermana de la que Bingley estaba enamorado?
─Pensaba que a ella le era indiferente, y por lo visto estaba equivocado.
«¿Cree que alguna consideración podría tentarme a aceptar al hombre, que ha sido el culpable de arruinar, quizá para siempre, la felicidad de mi más querida hermana?»
─¿Qué te dijo cuando se lo explicaste?
Darcy se quedó mirando su vaso de vino.
─Estaba demasiado enfadado como para explicarme en ese momento. Le escribí una carta después, contándole la verdad acerca de Wickham y mis razones para separar a Bingley de su hermana. Si lo creyó, si no la rompió sin siquiera leerla, entonces tal vez no piense tan mal de mí, aunque poco bien me hace eso ahora.
─Qué… ¿quieres decirme que te vas a rendir tan fácilmente?
─¿Qué otra opción tengo? Le he contado todo lo que puedo decir en mi propia defensa, y sobre el resto, puedo intentar cambiar mi comportamiento, pero ella nunca verá los resultados. No creo que nuestros caminos vuelvan a cruzarse.
─Podrías ir a ella y mostrarle tu auténtico yo. Tal vez la carta cambió su opinión, pero nunca lo sabrás a no ser que hagas el esfuerzo. No es como si te pudiera escribir, o visitarte, o intentar moverse en tus círculos sociales. No puedes esperar que aparezca en tu puerta un día.
─No lo entiendes. Me he resignado a no volver a verla ─dijo Darcy cansado, sus palabras causándole un dolor atroz por dentro─. Me dejó muy claro que le disgusto, y, francamente, creo que tiene razón. No merezco su amor.
─¡Buen Dios, si tu padre hubiera pensado como tú, nunca hubieras nacido! ¿Cuántas veces se declaró a tu madre antes de que le aceptara?
─Difícilmente es una situación parecida. Cuando le rechazó, fue porque ya estaba comprometida con otro, ¡no porque fuera el último hombre de la tierra con el que podría obligársela a casarse!
─Aún digo que tu padre te hubiera dicho que siguieras intentándolo, si la amas tanto. 
Darcy pasó sus dedos por el pelo.
─No puedo ─dijo amargamente─. Tiene demasiadas cosas en mi contra.
─Te has defendido de cualquier cosa que Wickham haya podido decir, y seguramente Bingley y su hermana tienen la oportunidad de hacer las cosas bien ahora. ¿Crees que no será capaz de ver lo que has hecho? ─le retó, cada vez más frustrado con la autocompasión de Darcy.
─Bingley no sabe nada de esto.
─¿No le has dicho que estabas equivocado? ¿Por qué demonios?
─Fitzwilliam, estaría justificadamente furioso conmigo.
─¿Así que le dejas sufriendo? ─respondió incrédulo─. Discúlpame; tienes toda la razón, deberías rendirte ahora mismo. Desde luego que no te la mereces ─Dejó su vaso cuidadosamente y se levantó para marcharse─. Y ten cuidado con ese oporto; no tienes resistencia para él. Buenas noches, primo.
Darcy reflexionó sombríamente que ni siquiera le había contado su razón más deshonrosa para no hablar con Bingley. Si Bingley se casase con Jane Bennet, Darcy por fuerza tendría que tener aunque fuera un contacto ocasional con la familia, y algún día se vería sometido a la agonía de ver a Elizabeth casada con otro hombre. Apoyó su cabeza en las manos, preguntándose si era en algún caso posible sentirse peor que como se sentía.

[Sigue leyendo]

5 pensamientos en “Impulso e iniciativa Cap 1-2

  1. Erzengel

    Ahhhhhh!!!!
    Amo a Darcy, no sé si es posible, jaja… pero lo amo!!!
    Desde que leí Orgullo y Prejuicio me he quedado prendada!
    Este hombre me encanta!!!

    Y esta fic, de verdad, es muy buena!!!
    Espero con ansías el capítulo siguiente!!!

    Besotes!

    Responder
  2. Silvia

    *___* Me está gustando bastante este fic, la verdad…Decirme una cosilla, ¿en el 2º libro de la trilogía Fitzwuilliam Darcy aparecen cosillas como las que narran estos capitulillos? *__* (aún sigo buscando un sitio donde poder conseguir los tres >__<)

    Besukis chicos!! Y gracias por el trabajo y esfuerzo que le ponéis para que podamos lerlo ^_^

    Responder
  3. Silvia

    @Khardan: muchas gracias, era mera curiosidad, ya que me pensaba comprar los tres. Mi madre me dijo que si me compraba una trilogía me la compraba entera, que la pagaba ella, así que no le voy a decir que no XD A ver si los encuentro… Besitos!!

    Responder

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