Inari, Konkon, Koi Iroha

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Título original: (いなり、こんこん、恋いろは (Inari, Konkon, Koi Iroha)
Traducción: Inari, chas, el abecedario del amor (las dos primeras palabras son una especie de hechizo mágico que hace referencia a lo que dice cuando se transforma)
Mangaka: Morohe Yoshida
Año: 2010-2015 (manga), 2014 (anime)
Anime: 10 capítulos y un ova
Manga: 10 tomos
Sinopsis: Inari Fushimi es la protagonista de esta historia: una estudiante tímida y bastante normal, que vive en Kyoto y tiene el nombre de un famoso templo. Está locamente enamorada de Tanbabashi, un compañero de clase, pero es incapaz de confesarle sus sentimientos porque, aparte de sus inseguridades, es además muy torpe. Cansada de ser así, deseará cambiar su forma de ser y la divinidad del templo del zorro le otorgará su deseo… con algún que otro inconveniente.

Opinión: Me apetecía ver algún shojo divertido y si tenía que ver con yokai, mejor. Y, tras una búsqueda un poco frustrante al principio, di con esta serie. Os aviso desde ya: el anime es muy corto. Como habréis podido ver arriba, en la ficha, solo tiene 10 capítulos y un OVA, que es un capítulo especial del que hablaré un poco más adelante. Y el manga son solo 10 tomos que os aconsejo que os leáis si os gusta la serie (sí, en este caso, os aconsejo ver primero y leer después). Esta abarca la mitad del manga, es decir, resume bastante bien los cinco primeros tomos. Pero, aunque el final de la serie es medio cerrado, me quedaron muchas incógnitas que quería resolver… y muchas lágrimas que quería recuperar. Porque, ante todo, esta historia va sobre la amistad y me ha roto el corazón de muchas formas posibles.

Las protagonistas son Inari y Uka, sin duda alguna (de ahí que en la imagen ponga las portadas en las que salen ellas) y su amistad es la que más me ha conmovido de todas. Uka no Mitama es la principal deidad del templo Inari, custodiado por zorros, a quien le gusta especialmente estar rodeados de humanos. Es más, es una auténtica otaku y friki de los otome, a la que siempre verás estar jugando con alguna consola con orejas a dichos juegos (en realidad «no son de verdad», son los zorros los que se transforman en mangas o juegos, y por eso tienen orejas *envidia*). Sin embargo, su «obsesión» por los humanos no está muy bien vista por el resto de dioses, que intentarán todo lo posible por hacerla entrar en razón, en especial cuando su amistad con Inari alcanza lazos tan cercanos como para compartir su poder divino. Porque un dios no puede tener favoritos. ¿Pero qué pasa con los deseos de una deidad? ¿Y si lo único que quiere es tener un amigo con quien pasar el tiempo y ser feliz a su lado? ¿Y si por conservar esa amistad no le importan las consecuencias? Pues por aquí llega el primer resquebrajo de mi kokoro.

Final del anime, tomo 5

Los siguientes, junto a su destrucción, vendrán cuando la separación y la soledad me invadan y sienta una tristeza inmensa por el vacío que dejan en él. Vamos, cuando Inari renuncie al poder divino y ya no pueda ver a Uka, ni hablar con ella sin que su hermano haga de intérprete (un coñazo), o cuando echa en falta a Kon… Ese vacío, esa pérdida… ;______;

[plegar]

Por otra parte, Inari, aunque tiene muy buenas amigas, tiene una autoestima muy baja y siempre está cuestionándose todo, odiándose a sí misma y queriendo ser como otras personas por esa falta de amor propio. Su evolución consistirá en aceptarse y darse cuenta de que puede aprender de los demás, sin renunciar a ella misma, adoptando todas las cosas buenas que le guste de otros. Y no solo ella, a Sumizome le pasará también una cosa similar, aunque este personaje tiene más trasfondo, pues tendrá que aceptarse a sí misma, no solo al principio por no saber relacionarse con la gente, sino más adelante cuando se empiece a sentir atraída por una persona de su mismo sexo y se plantee si es natural o no.

Por otro lado, tenemos más historia romántica con las protagonistas. Inari está enamorada de su compañero de clase, Tanbanashi, y Uka… Bueno, Uka quiere saber lo que es el amor, por eso juega a tantos otome, para descubrirlo. En el anime, se ve por dónde van a ir los tiros, pero no lo llegamos a ver hecho realidad. En el manga, sí. De hecho, esto fue uno de los cabos sueltos que me quedaron por resolver y una de las cosas por querer leer el manga porque esos dos me parecían una monada juntos. Y, aunque al principio no barajé la posibilidad de ese final… Tengo sentimientos encontrados. Por un lado me gusta, pero por otro me sigue dando pena por lo que comentaba en el spoiler… No digo más.

El ova que mencionaba al principio, por cierto, es un caso extraño. Se supone que lo deberíais ver al final del anime, porque te lo tratan con perspectiva y a modo de recuerdo pero, en realidad, la historia del recuerdo en sí, sucede en el manga en el tomo 3, justo después de que vuelvan del viaje a la playa (capítulo 5 en el anime). Es un capítulo un poco de relleno, donde podremos ver la «forma humana» de Kon y lo bien que se lo pasa con el hermano de Tanbanashi. Pero, si no leéis antes el manga, vedlo al final del todo.

A pesar de lo sensible que me ha dejado esta historia y de las lágrimas que he soltado, en realidad tiene muchos puntos cómicos que hacen que te enganches aún más, pues tanto drama no es bueno. Ya sea por las meteduras de pata de Inari o por la aparición y personalidad de algunos dioses (ese hermano sobreprotector de Uka…), como por los encuentros de Touka y Uka en su competición en la Wii con el Mario Kart… Vamos, que os lo recomiendo. Además, hace tiempo hice un listado de animes de este estilo con base yokai, así que si os interesa, podría traerlo con reseñas de cada uno para que, si os gusta la mitología como a mí (y en compensación por haber cancelado esa sección), tengáis una referencia con la etiqueta. ¿Qué os parece?

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