Título: Iron Fist
Mundo: Marvel Netflix
Temporada: 2
Sinopsis: Después de los eventos de Defenders, Danny Rand intenta acostumbrarse a su papel de protector de Nueva York.
Opinión: Hacía mucho que no hablaba de una serie (de hecho, no os he hablado de ninguna de las anteriores de Marvel en Netflix) pero cuando algo se hace bien, me gusta llamar la atención sobre ello. Lo que no quita para que el sieso de Danny Rand siga siéndolo, pero como tenemos un elenco realmente bueno, tanto por el lado de los antagonistas como por el lado de los buenos, pues se queda un tanto en segundo plano (que es lo que todos queríamos después de ver la primera y Defenders, todo sea dicho).
¿Que por qué creo que se ha hecho bien? Pues lo primero, porque se le ha quitado peso a Danny Rand, pero se ha hecho poniéndolo en un papel muy lógico: pasa de intentar cumplir la promesa a Daredevil a descubrir algo sobre sí mismo que no le gusta. Y así, poco a poco, se desarrolla lo que va descubriendo sobre su personalidad y sobre su idea de ser el salvador de todos los que lo rodean, para luego no dedicar ni un segundo a cuidarlos. Particularmente mal me sentó la situación en la que pone a Colleen pese a que ella se lo avisa. Y, sin embargo, creo que es un avance importante dentro del personaje, porque ha dejado de ser el idiota absoluto que era en las dos series anteriores para convertirse en alguien que parece que quiere entender el fondo de los asuntos y no entrar como un elefante en una cacharrería.
Otro detalle que ha hecho muy bien ha sido la creación del personaje de Walker, para ir dándole importancia poco a poco con el avance de los capítulso hasta acabar convirtiéndola en el gran misterio y, de ese modo, en una rival digna para la siguiente temporada de lo donde sea que aparezca. Es cierto que, a veces, queda un poco extraño que empleen precisamente un problema mental para convencernos de que es una antagonista adecuada. Por otro lado, los misterios que ha creado pueden estallarles en la cara si no se les da una solución satisfactoria. Sin embargo, por ahora está muy en segundo plano, aunque promete que más adelante se desarrollará mucho más, espero que tanto en el plano de Mary y su relación con Danny como siendo Walker y mostrando su catadura. Además, me gustaría ver si realmente vamos a ver más alters o no.
Los verdaderos antagonistas se muestran desde el principio: por un lado Joy, que descubre que se ha metido en un lío mucho mayor de lo que ella esperaba al buscar la venganza, porque, como todos sabemos, buscar la venganza en el mundo Marvel puede traer consecuencias catastróficas siempre. Por otro lado, Davos, que nos muestra que buscar lo que consideras que es tuyo y ponerte en una posición realmente asesina de blanco o negro respecto a la sociedad solo puede acabar mal. El caso es que funcionan ambos perfectamente, porque puedes comprender perfectamente el camino que sigue Davos con que te hayas encontrado con alguien de los que siempre responden «En realidad eso que estás haciendo es muy fácil» y consigue que se escacharre todo. Por supuesto, Joy tiene un arco de redención, si bien no especialmente bueno, porque lo que descubres es que cuando haces una tontería luego te va a costar intentar solucionarla. Como digo, funcionan, no gracias a la interpretación de Davos, pero sí a la de la actriz de Joy, que consigue que comprendas a ambos personajes perfectamente.
Finalmente, llegamos a los tres personajes que se llevan la mejor parte de la temporada: Colleen, Misty y Ward. A ver, es obvio, sobre todo después de ver la segunda temporada de Luke Cage, que Misty tiene facilidad para colarse en la temporada de otro personaje y llevarse los focos, pero lo importante en este caso no es tanto ella, que también, como su relación con Colleen. He dicho muchas veces que me faltan amistades que sean verdaderamente positivas en estas series (y en muchas otras). Este es uno de los casos de amistad femenina que más interesante me resulta, porque realmente buscan mejorar la situación de la otra persona y hacer que se plantee sus decisiones (aunque pasen relativamente poco tiempo juntas). Otro detalle interesante es la evolución de Colleen, que pasa de intentar solucionar los problemas según se presenten a querer tomar una posición más activa respecto a esos problemas. Es cierto que se muestra partidaria del equilibrio entre fuerzas como forma de conseguir una sociedad en paz. Es su fortaleza la que vamos viendo mejorar, a la que le ocurren cosas y que toma decisiones. Mientras Danny va por ahí descubriéndose a sí mismo, ella tiene claro quién es y qué quiere, y, cuando ve que ha tomado decisiones erróneas, arrepintiéndose de ello. Su situación al final de la serie es, sin duda, lo que va a hacer que esté deseando ver nuevas cosas de Marvel en Netflix. (Cosa que como Disney va a sacar su propia plataforma de streaming no tengo tan claro que vayamos a tener mucho más). Ward, por otro lado, es un personaje que básicamente es el protagonista de su propia serie. Es decir, sí, le afecta lo que hace el resto, pero solo tangencialmente. Se trata de un arco de redención, donde tiene que descubrir cómo vivir con las cosas que hizo en la anterior serie y cómo mejorar como persona. Y lo hacen bien, dejándote frases muy buenas (normalmente dichas A él y no por él, pero ya todos sabemos cómo funciona eso).
En definitiva, todo lo malo que tenía Iron Fist lo han solventado en esta segunda temporada y solo me queda desearles la mejor de las suertes con lo siguiente que hagan porque realmente quiero mucho más. Un detalle interesante es que, sin llegar a las cotas de Jessica Jones, también tenemos un aumento en el número de guionistas y directoras encargadas de los episodios, lo que se nota claramente en el tratamiento de la amistad entre Colleen y Misty. Y es una verdadera lástima que no vayamos a tener una tercera temporada, por ahora.