Título: La cámara de cristal
Autores: Ana Alonso y Javier Pelegrín
Saga: La Agencia Salamandra III
Ilustraciones: Xöul
Editorial: La Galera
ISBN: 9788424636272
Páginas: 240
Sinopsis: Cuidado con este libro: contiene un secreto que mata.
Ariel y Viviana investigan la desaparición de dos astrónomos. Y acaban descubriendo la mayor conspiración del mundo. Alguien está dispuesto a hacer lo que sea por mantener oculto el gran secreto. Si quieres averiguarlo, adelante. Pero no podemos garantizar tu vida.
Opinión: Regresamos con las aventuras de la Agencia Salamandra con esta tercera entrega. Si recordáis un poco lo que mencionaba en La amenaza de los animales sombra, os sonará que Viviana tenía un pasado secreto y misterioso relacionado con una profecía… Pues bien, para alegría o desilusión, según se mire, en este libro descubriremos de qué se trata. Digo lo de alegría porque lo sabremos, pero a su vez es una desilusión por descubrirlo tan pronto, y tan rápido; que tampoco es como si te dejaran tiempo para hacer tus propias cábalas. En seguida te dirigen al meollo del asunto sin ningún tipo de reparo. Vale, sí, no te dicen directamente qué es a la primera, pero casi. Porque las pistas que te van dando son demasiado evidentes. Y luego, por si no ha quedado claro, ya sí que te lo dicen claramente unas cuantas veces.
En esta aventura, Ariel y Viviana deberán descubrir qué está pasando en el observatorio, pues dos astrónomos han desaparecido de allí, sin dejar el menor rastro. La dama Cora, la dueña del lugar, les recibirá y contratará para que encuentren las respuestas que nadie más ha conseguido obtener. Sin embargo, conforme van investigando y adentrándose más en el caso, a Viviana le empiezan a ocurrir extraños sucesos relacionados con rosas mágicas. Primer punto de misterio que podría resultar interesante, y primer punto que te lo desvelan rompiendo cualquier tipo de tensión que puedas imaginar. ¿A qué me refiero? Pues a que antes de que tú consigas montarte una teoría de qué está pasando, llega el personaje responsable en cuestión y te dice: «he sido yo quien lo ha hecho». Y claro, tú te quedas con una clara en plan… Ahá. Y todo esto porque quieren centrarse únicamente en la constelación Évora y su significado: la profecía que se oculta en las estrellas. La misma que la de las sirenas, supongo (pero a la cual no hacen ninguna referencia en este libro). ¿Qué? ¿A que tenéis curiosidad por saber de qué estoy hablando? Ahh~~ Pues no voy a hacer spoiler, así que ya sabéis qué os toca.
Por otra parte, hay algo más que me ha llamado la atención de este libro y es la relación (otra vez) que existe entre Ariel y Viviana. Me resulta exasperante y ridícula a partes iguales. Los dos o son muy tontos o se lo hacen. Por parte de Ariel, sobre todo al final, podríamos incluso decir que son las dos cosas. Si hay algo bueno entre estos dos en este libro es que Ariel parece que va a madurar por fin y va a dejar de tener esos arrebatos infantiles e inútiles y va a empezar a comportarse como un hombre y pensar un poco en cómo se siente Viviana. Pero es que Viviana también tiene parte de culpa, que conste, porque es otra a la que le importan una mierda los sentimientos de los demás. Sabe perfectamente que Ariel se considera muy inferior en lo relacionado con temas sociales (ella se crió en la corte, y él era un simple campesino, por decirlo de algún modo) y cuando llegan al castillo de la dama Cora, Viviana empieza a actuar como una señorita de alta cuna, riendo las gracias a Julien, compartiendo recuerdos de la corte… ¿y luego se extraña de que a Ariel eso le siente mal? Le estás dejando de lado, por favor… Pero bueno, esa es una de las cosas que tienen en común: que cada uno va a su aire sin pensar en el otro. A fin de cuentas, Ariel hace lo mismo. «No me has abierto la puerta, ¡no me puedo creer que me dejaras fuera!» Ehm… ¿No se te ha ocurrido pensar, cenutrio, que a lo mejor le pasaba algo malo? ¿Preocupación? Eso es para débiles. No, en serio, menos mal que luego con Aglar, la ninfa, empieza a ser un poco más consciente… Aunque veremos si en El cofre del otro mundo eso es verdad…
Para terminar, me gustaría resaltar a los pobres acompañantes que en este libro quedan un poco olvidados. Me estoy refiriendo, por supuesto, a Tétrix, la gata de Viviana que empieza a empatizar más con Ariel; Acuarius, el genio del agua (la versión acuática de Calcifer xD); el basilisco Basil, la mascota de Ariel, y la hada más chocoadicta (empatando casi con Bra) del mundo: Aérea. A pesar de que estos cuatro son la parte más divertida de la trama, en esta ocasión son dejados de lado para centrarse en el gran misterio de la profecía. Si bien es cierto que acuden a ellos para que les ayuden a resolver el caso, también es cierto que se olvidan de todos, excepto quizá de Acuarios ─pero porque es el que acompaña a Ariel─. De hecho, creo que ni siquiera en ninguna ilustración aparecen reflejados (con lo que mola la gata y su pelaje…).
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 7
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Estilo: 7.5
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Trama: 7
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Magia: 7
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Diseño: 8
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