La hacedora se conmovió con la historia anterior y por ello quiso seguir con el homenaje a esta fantástica autora que fue (pero que seguirá siendo para todos en los corazones de sus fans) Louise Cooper. En esta ocasión, y como ya os decia antes, reseñará La estatua de piedra, la segunda obra (escrita en 1991 y publicada aquí en España en 1993) autoconclusiva que hay en español de esta autora. También descatalogada, por supuesto. ¡¡Esa reedición, por favor!!
Autora: Louise Cooper
Editorial: Timun Mas
Coleccióon: El vuelo del dragón 4
ISBN: 978-84-7722-825-7 (ISBN-10: 84-7722-825-6)
Páginas: 140
Argumento: Ghysla, la última superviviente de la raza del «antiguo pueblo», vive escondida en el mundo que ahora habitan los humanos. Un día, conoce al noble Anyr, de quien se enamora sólo al verlo, pero sabe que no puede presentarse ante él bajo su propia fisonomía, pues le repugnaría. Como posee la magia de la transformación, se acerca a Anyr encarnada en una foca, y, mas tarde, bajo la forma de otros animales a quienes el joven acaricia y habla, y eso hace suponer a Ghysla que su profundo amor es correspondido. Sin embargo, sus esperanzas se derrumban cuando ve aparecer a Sivorne, la futura esposa de Anyr. Ella piensa que se trata de un matrimonio sin amor, por lo que hará todo lo posible para separarles e impedir su boda….
Opinión: A pesar de lo corto que es, la historia es completamente cerrada, completa y perfecta. La verdad es que independientemente de los sentimientos que profeses hacia Ghysla, sientes la necesidad de seguir leyendo y conocer el final de la leyenda de amor. Ghysla no es mala… pero en algunas ocasiones me ha caído peor que en otras. Esa manía de justificar y de intentar convencerse de que lo que acaba de hacer (aunque sea el peor acto del mundo) ha estado bien y que tenía que ser de ese modo… ¡agh! Es de lo más egoísta que hay.
Sí, bueno… cuando se está enamorado se cometen los actos más estúpidos y sin sentido, o eso dicen, pero… que apagara la voz de su conciencia como un insecto al que se aplasta… Tsk, no sé.
Además, no tengo ni idea de por qué, pero la historia en sí me ha recordado al cuento original de La Sirenita.
Sin embargo, el final me ha encantado. Yo suelo juzgar un libro por su final, ya que es como las comidas. Si comes algo al final que no te gusta, te arruina todo lo anterior. Pues con los libros lo mismo. Y en este caso la comida ha sido excelente de principio a fin. Sobre todo el final.