Título: La hija de los sueños
Autora: Sandra Andrés Belenguer
Editorial: Viceversa (Finalista del Premio As de Picas)
ISBN: 978-8492819-53-9
Páginas: 240
Formato: 15 x 21,5 cm
Primer capítulo
Sinopsis: ¿Quién no ha tenido alguna vez una pesadilla? Son sueños que nos angustian, que nos revelan nuestros miedos más ocultos, y que parecen haber sido concebidos por el mejor escritor de terror del mundo.
¿Y si realmente fuera así?
Iris tiene diecisiete años y está viviendo un buen momento: tiene excelentes amigos, disfruta con la literatura y se siente atraída por su compañero Adrien. Sin embargo, una asfixiante pesadilla la acosa desde su infancia. Ella procura ignorarla, sin ser consciente de que posee un misterioso don que podría cambiar el curso de su vida. Pero la sucesión de varios extraños acontecimientos la llevarán a descubrirse a sí misma y adentrarse en un oscuro mundo marcado por el peligro, el suspense… y los sueños.
¿Te atreves a desvelar tus peores pesadillas…?
Opinión: Esta es la segunda novela de Sandra y la segunda que leo suya y, definitivamente, puedo decir que me encanta su estilo. Al empezar a leer me pregunté si sería la primera novela en la que viera la nueva norma de la RAE de no acentuar «solo» e iba siendo así, hasta que, de repente, la tilde volvió xD
Pero bueno, centrémonos en la novela. Al igual que en El violín negro, la historia comienza en en pasado, esta vez en el siglo XIX, en un orfanato, donde nos presenta a Sebastian, un niño bastante especial y bastante rarito, todo hay que decirlo, que no tiene sueños y que ve a unas criaturas que aparecen por las noches para succionar los de los demás mientras duermen (parecidas a los Dementores de Harry Potter). Además, cuando está en presencia de estas criaturas, estas no le hacen nada, porque le aparece una marca en su mano que parecen respetar. Sin embargo, de día, cuando está con el resto de niños, está solo, sin ningún amigo, pues todos le odian o le temen. En los primeros capítulos, vemos que, en el bosque que hay cerca del orfanato, ocurren una serie de sucesos con dos de los chicos que más se metían con Sebastian…
Los años pasan y nos trasladamos a la actualidad, donde conocemos al señor Bliss, un hombre al que se le ha metido en la cabeza ser escritor y nada más. Desatiende su trabajo, su familia, los pagos, todo. Se dedica única y exclusivamente a escribir, buscando ganarse la vida de ello. Sin embargo, un día le da a leer su nuevo relato a un nuevo amigo que acaba de hacer y con el que parece tener bastantes cosas en común, y al poco tiempo descubre que se la ha plagiado. Intenta rebelarse y demostrar que esa obra es suya, pero no puede (nota, chicos: registrad siempre vuestras obras, o no se las dejéis ver a nadie a quien no conozcáis muy, muy bien, y en quien confiéis). Desesperado, habiéndolo perdido todo, parece no tener más razón que vivir hasta que, inesperadamente, aparece un misterioso editor que le ofrece publicar sus relatos de terror en su editorial. «La juventud ha perdido el miedo a todo lo que le rodea. Demasiada televisión, demasiados videojuegos… seguro que entiende lo que quiero decir». Así que, sin nada más que perder que su nombre, acepta pasando a ser Morpheus, un enigmático autor que escribe tus peores pesadillas, y las tuyas, y también las tuyas. Unas pesadillas que te harán temblar de puro pánico y que te harán preguntarte si de verdad ha sido un sueño o algo real porque al despertar…
Por otra parte, el antiguo orfanato es ahora un instituto al que acuden, entre muchos otros, un grupo de amigos compuesto por Iris, Adrien, Jonathan y Shaila, que además conforman un club de lectura donde leen y analizan distintos libros. Ahora están todos enganchadísimos a uno de terror, justamente a la obra plagiada en cuestión. Y aquí tenemos también la parte juvenil y pseudo romántica de la novela, puesto que los cuatro forman dos parejas no proclamadas. Iris está enamorada de Adrien, pero no se atreve a confesarse por miedo a ser rechazada y perder a su vez su amistad con él. Shaila lo está de Jonathan, pero este, que es el tío más bueno del insti, presta la misma atención a todas, o incluso más a Iris…
En mi opinión, el hecho de que el instituto fuese el orfanato da un juego que no se ha aprovechado en absoluto, lo cual es una lástima.
El estilo de Sandra se caracteriza por no abusar en demasía del amor, y de centrarse más bien en el misterio y en la trama que los rodea (debido a eso, está catalogado en el índice dentro de fantasía, y no de romántica). Por eso, en lugar de pasarse horas y horas en vano pensando y suspirando por Adrien, y lamentándose, y con ensoñaciones (lo hace, claro, pero no durante tooodo el libro como sucede en otros, y en su justa medida. Aunque, en este caso, hubiera preferido no conocer los sentimientos de Adrien para que todo fuera más angustioso), Iris sigue adelante y descubre que tiene un extraño «don». En sus sueños, que son más bien pesadillas, ve sucesos reales en vivo y en directo, que luego se confirmarán, como si estuviera conectada con esa escena. Esta parte me ha recordado mucho a Oscuridad, porque Alma también soñaba con un asesinato, y al día siguiente lo veía cumplido. Aunque no solo sueña cosas «premonitorias», sino que su real capacidad es poder cambiar a voluntad su sueño. Si está soñando algo desagradable, automáticamente puede ordenar a su subconsciente que cambie a imágenes más bonitas. Guay, ¿eh?
Aunque este libro trata lo onírico, lo hace de una forma bastante extraña. Original, sin duda, pero extraña. Quizá porque en lo que se centra, son más bien en las pesadillas y en los miedos, que en los sueños propiamente dichos y en el subconsciente en general y todo el significado oculto. Lógico, por otra parte, dado que en este libro predomina como tema principal el mundo de las pesadillas. Te presentan de pasada y de oídas el de los sueños, pero aquí no aparece realmente.
Como he dicho al principio, el estilo de la autora es impecable y la narración se hace ligera (quizá ayude también el hecho de que los capítulos sean muy breves). Los personajes tienen sus más y sus menos. A quien más conocemos es, sin duda, a Iris, pero Shaila, por ejemplo, me ha parecido y resultado bastante plana y superficial. Adrien y Jonathan, sin spoilear, quieren ser enigmáticos, pero se me han quedado como indiferentes. A medio trabajar. Desde luego se nota, y mucho, que no están tan elaborados como los personajes de El violín negro.
La historia está bien, pero parece apresurada y sin momentos de tensión, ni reflexión. Como los personajes, también me ha dado la sensación, en este punto, que la autora debería haber esperado un poco más en escribirla, para que la idea madurara del todo y le quedase una obra tan completa y armoniosa como El violín negro. El tema es original, pero estaría aún mejor si estuviera más desarrollado y tuviera más páginas, con más misterio en ellas. Los personajes van a lo que van, sin detenerse y sin dar tiempo al lector a apreciarles (por no hablar de que, en lugar de ir dejándote caer las cosas a lo largo de la novela, te lo sueltan todo con pelos y señales al final, como en una película). Los cambios y el giro en la trama parecen precipitados y sin lógica. ¿Por qué tan de repente? Sí, bueno, porque se acerca el día de la profecía, pero no resulta natural y ese cambio tan forzado queda mal, como si apareciera de la nada, ya que no se conecta con ninguna de las cosas anteriores. ¿No le importa? Se extraña, sí, pero nah, durante dos segundos. Tiene diecisiete años (casi dieciocho), ya debería pensar más y preocuparse, ¿no? Sobre todo, si al principio se te presenta como un personaje bastante maduro e inteligente. Me han faltado más emociones, más sentimientos. Si estuviera escrito en primera persona, quizá tuviera el equilibrio perfecto. No sé.
Para colmo el final es completamente abierto, y con una clara disposición a una segunda parte que no sé si la autora se habrá planteado. Pero tendría muy mala leche si no fuera el caso, porque el final te abre más y más incógnitas de las que te hubieras podido esperar (como te lo sueltan todo al final, deprisa y corriendo, pues…). Eso sí, la edición del libro es genial. La portada, ¡la contraportada! y cómo te presentan los capítulos está muy, muy bien.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 6
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Misterio: 6.5
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Trama: 7.25
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Amor: 5.75
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Estilo: 7.5
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Pues después de leer la reseña…yo como que paso. No me seducía desde un principio, pero un libro que transmite tan poco y es apresurado no es para mí, la verdad.
Gracias por la reseña, wapa ^__^ Besukis!!
Gran reseña. No me gusta cuando da la impresión de que podía ser muuucho más, pero falta maduración en la novela. Pero jo. De todos modos me llama eso de que trate de una forma original y "extraña" (:P) el mundo de las pesadillas.
Un bsu
No me llama demasiado el libro y los peros que le has puesto creo que son suficientes para que pase.
No entiendo la manía de todas las autoras de dejar finales abiertos y continuar con otros libros. ¿No son capaces de escribir libro únicos?
Un saludo
Hmm ese parecido con Oscuridad no me convence, y es que Oscuridad no me gustó nada de nada, tampoco que los personajes sean simplones… tengo que leerme aun el primero libro de esta autora, a ver si me gusta, puede que después pruebe con este.
Bueno, después de leérmelo ya puedo opinar con más tranquilidad.
Personalmente he visto ciertos fallos en el léxico "negritud" o "ominó" que no pegan ni con cola con el vocabulario tan juvenil que destila el resto del libro. ¿Tan difícil hubiera sido "negrura" y "predijo" ?
Por otro lado, me parece que todo va demasiado rápido y cogido con pinzas. ¿Irá tan rápido por eso, para que no se note lo traído por los pelos que está en muchas situaciones?