La liga del tiburón

      1 comentario en La liga del tiburón
Se escuchó una canción de piratas con tonos élficos, adornada por el tambor del ogro

Título: La liga del tiburón

Título original: The Demon’s Watch
Autor: Conrad Mason
Traductora: Ana Isabel Hernández de Deza
Editorial: Editorial SM
Saga: La liga del tiburón I
Páginas: 352
Sinopsis: La ciudad isleña de Port Fayt es un nido de contrabandistas y piratas, soplones y comerciantes ávidos de dinero, brujas y estafadores. Pero también es un refugio para criaturas como los trolls, goblins, duendes, elfos, ogros, enanos y hadas que huyen del fanatismo asesino de la Alianza de la Luz. Y además, es el hogar de Grubb -un huérfano de once años, medio goblin y medio humano, que sobrevive a pesar de los «cuidados» de su tío-, y de Tabitha -una muchacha de la misma edad de Grubb que acaba de ingresar en la Liga del Tiburón-. Sí, la Liga del Tiburón: ese grupo de seres en cuyas manos está la salvación de todo Fayt…

Opinión: Nos encontramos con una novela de aventuras que tiene unas ideas muy buenas envueltas en una historia con muchos de los tópicos de la literatura de aventuras juveniles. Con juvenil en este caso me estoy refiriendo a algo que la gente considera más infantil que aquello a lo que solemos llamar juvenil, al estilo de Percy Jackson o Jake Djones. Y, sin embargo, es precisamente esa frescura y esa historia tan conocida lo que hace que realmente sea una gran novela. O, mejor dicho, una buena novela de entretenimiento. Porque para el público al que está dirigido, o lo que busca el que se lo lee, no necesita más que estar bien escrita y transmitir la emoción de una buena película de aventuras. Y eso, sin lugar a dudas, lo consigue.

Os preguntaréis, con motivo, por qué me ha gustado tanto si no se trata de una gran novela. Es sencillo, siempre viene bien encontrarte con libros que no intentan ser más de lo que son. De alguna manera, las expectativas y las necesidades que quería que este libro cumpliera se ajustaron perfectamente a lo que me ofrecía. Desde el principio del libro, con las escenas del chaval híbrido al que el tío maltrata, hasta el final. No hay ninguna escena que no esté llena de significado, en muchas ocasiones tanto con moraleja como simplemente con ese estilo de acción tan interesante que se ve en las novelas de piratas o en las películas de piratas. No en vano La isla del tesoro es un clásico, así como Sandokan o multitud de situaciones del estilo. Si no, que se lo digan a Disney con Los piratas del Caribe.

Y os preguntaréis, con toda la razón del mundo, ¿qué hace este libro englobado como fantasía? La respuesta es muy sencilla, no nos encontramos con un mundo real. No es la época de la piratería que todos recordamos, sino una que, teniendo muchas semejanzas, guarda también muchas diferencias con aquella. Tenemos Port Fayt, el lugar donde se desarrollan las aventuras de este libro, que bien podría ser un remedo de cualquier isla caribeña del siglo XVIII, excepto por un detalle: Hay elfos, hadas, duendes, trasgos, ogros, trolls y humanos conviviendo con total tranquilidad. Bueno, quizás con total tranquilidad no, pero con toda la tranquilidad que alguien puede esperar en un nido de filibusteros. Sin embargo, a pesar de estar en un espacio lleno de piratas, los personajes principales son los «héroes» del lugar. Lo pongo entrecomillado porque pronto descubriremos que los gobernadores no les tienen en tanta estima.

Cada uno de los personajes que componen la liga del tiburón es un arquetipo que podemos reconocer con bastante facilidad, tenemos a la joven que quiere probar que es más de lo que su pasado dice de ella, el capitán que tiene un pasado oscuro pero que busca lo mejor para su equipo, a quienes considera su familia, y que tiene un código de moral fortísimo, el mago que busca el conocimiento y es un creído por lo mucho que sabe, los dos jovenzuelos gamberros de buen corazón y el anciano que seguro conoce más secretos que el resto del mundo junto. Por otro lado, bien distinto, tenemos al joven híbrido que busca que le traten como a un igual y escapar del opresivo mundo en que se encuentra atascado. Eso es lo que tenemos por el lado de los buenos. Frente a ellos tenemos al Ku-Kux-Klan, básicamente. Es decir, una organización que ha limpiado Europa de todo rastro de sangre impura, llamada la Alianza de la Luz. Y por impura quiero decir cualquier cosa que no sea humana. Y una vieja conocida de la ciudad que quiere vengarse. Como se puede ver, uno de los temas más importantes del libro será el tema del «racismo» que, como muchos libros de fantasía se lleva al extremo de tratar diferentes especies e híbridos entre esas especies para hacer símiles con los diferentes colores de piel. Es un tema muy utilizado y recurrente, pero que nunca se pasa de moda. En este caso, como ya he dicho, funciona como un remedo de la historia europea al hablar de la Edad Oscura, que sin duda es una aproximación a la Edad Media.

El estilo con el que está escrito este libro es muy cercano a la novela de aventuras más sencilla. Eso le da mucha fluidez al lenguaje, aunque puede acusarse una falta de descripciones claras en algunos momentos, no se puede decir ne ningún momento que falten realmente las descripciones necesarias para enterarnos de por dónde va la acción. Además, si tenemos en cuenta que se trata de una lectura de reenganche, es decir, para enganchar a algunos de esos chavales que consideran que la lectura es para frikis y que no contiene en ningún aso la suficiente acción para compararse con el cine o con los videojuegos, se trata de un estilo muy cinematográfico, incluso tiene un par de momentos «parados en el aire» de esos que tanto gustan. El uso de palabras propias del léxico marinero o pirata queda completamente justificada y los diálogos se suceden con una facilidad y sencillez interesantísimas para que cumplan con su función. La introspección de los personajes en ningún momento resulta excesiva, es decir, no tenemos apenas ningún monólogo de los personajes que nos lleve a cansarnos de ellos o a pensar que nos están echando un sermón. Que es uno de los fallos en los que las historias que quieren transmitir algún mensaje suelen caer.

En definitiva, nos encontramos ante una historia muy bien narrada, que no es, y no busca ser, una novela de grandes pretensiones. En lugar de eso nos encontramos con una novela de aventuras con un mensaje implícito que consigue ser exactamente lo que busca. Ni más, ni menos, simplemente eso. Se puede argumentar, si se quiere, que para la mayoría estas novelas han quedado como novelas de infancia, pero no estoy de acuerdo, puesto que siempre es un placer leer este estilo de novelas, si mantienes las expectativas correctas. Es decir, el valor intrínseco de estas obras queda exactamente en entretener al lector y conseguir que la lectura se convierta en una acción placentera, y como tal, da igual qué edad se tenga, siempre hay hueco para disfrutar de una aventura que no exija pensar en exceso. Un punto aparte tendría que dedicarse a la traducción, ligerísima y muy pensada para el público objetivo de la obra, tiene algunas cosas extrañas. Para comenzar, el nombre del grupo en inglés «Demon’s Watch» es muy distinto a «La liga del Tiburón», cuando la primera tiene una cierta connotación interesante a lo largo de la obra, puesto que casi todos los que la componen no son humanos, y, por tanto, según la ideología de la Alianza de la Luz, demonios.

Impresión general
Puntuaciones
Trama: 8
Personajes: 8
Mundo: 7
Estilo: 7
Coherencia: 8

Un pensamiento en “La liga del tiburón

  1. Anónimo

    Hola, Khardan,

    Una puntualización acerca del título de la obra en inglés y en castellano: en realidad, el "demon" del título no hace referencia a que los integrantes de la banda sean "demonios" para la Alianza de la Luz. En realidad, en inglés hay dos palabras distintas ("demon" y "devil") que en castellano se traducirían normalmente como "demonio". La primera de ellas, sin embargo, se falsearía si se tradujera así en este caso, ya que se refiere más bien a "espíritus malignos". De hecho, el "demon" más prominente en la versión original inglesa del libro es el Maw. Así, la "Demon's Watch" sería un cuerpo de guardia dedicado a vigilar seres, o espíritus, malignos. Evidentemente, la traducción directa "Los vigilantes de demonios" se habría alejado mucho del verdadero significado del título y habría dado una idea bastante equivocada sobre el tono del libro. En fin: en el equipo de editores de de SM (al que pertenezco), tras mucho pensarlo, se decidió hacer una traducción indirecta que respetara el espíritu del original, ya que no su "letra". Y al fin optamos por esa "Liga del Tiburón", ya que, al fin y al cabo, ese era el animal retratado en el tatuaje distintivo de los miembros de la Liga.
    Bueno, comentado queda :). Muchas gracias por haberte tomado el tiempo de leer y comentar el libro; es una alegría que te haya gustado.

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