La lista del corazón

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Esta hacedora vio cómo una amistad fuerte y bonita intentaba convertirse en algo más.

Título: La lista del corazón
Título original: Love, Life and the List
Autora: Kasie West
Traductora: María Laura Saccardo
Editorial: Puck
ISBN: 978-84-92918-20-1
Páginas: 320
Sinopsis: El verano de Abby Turner se está volviendo un verdadero desastre.
En primer lugar, tiene sentimientos por Cooper, su mejor amigo, pero definitivamente él no siente lo mismo por ella (¿cómo se supone que debemos lidiar con un corazón roto?). En segundo lugar, ya no puede manejar la ansiedad de su madre, que cada vez es peor. Y, como si esto fuera poco, la acaban de rechazar en una exposición de arte porque su trabajo «no tiene corazón» (¿y esto? ¡Siempre soñó con ser una artista y exhibir sus obras en una galería!).
Entonces es cuando Abby crea «la Lista del Corazón», que consta de diez cosas que debe hacer para lograr darle profundidad y sentimiento a su obra; diez experiencias que, quizás cambien su vida para siempre… pero ¿qué sucede cuando comenzamos a descubrir más cosas sobre nosotros mismos de las que creíamos posibles? ¿Es posible cambiarse a uno mismo?

Opinión: Bueno, pues aquí está. Ya os adelantaba en la reseña de A tu lado que pronto veríais la reseña del siguiente libro de Kasie West, y con este ya son cinco los que he leído y reseñado de ella. Creo que no hay más (en español, al menos). Si me equivoco, corregidme, por favor, porque me encanta esta autora, como podéis comprobar.

En esta ocasión, y siguiendo también con el estilo de West, nos encontramos con una novela de personajes, es decir, donde estos son lo más importante en la historia. En concreto Abby y Cooper. Estos pertenecen a un grupo de amigos compuesto por 4 personas: ellos dos, Rachel y Jason. Pero estos últimos no importan, solo sirven para configurar el grupo y la idea de que son amigos (como si un chico y una chica no pudieran serlo por sí solos y necesitaran un grupo para que la gente se creyera que solo son amigos porque hay más personas a su alrededor). Tampoco importan porque se pasan todo el libro ausentes, a excepción del principio (cuando se van de vacaciones) y del final (cuando vuelven), haciendo así un círculo perfecto para cerrar la historia. Porque sí, esta transcurre durante el verano, en el que Abby y Cooper se quedan solos en la ciudad. Y, claro, sin los otros dos con quien salir, van a pasar mucho tiempo juntos, solos. Pero no es algo tan extraño, ellos siempre han estado muy unidos y son mejores amigos.

Pero Abby, en el fondo, siente algo más que amistad por Cooper. El verano pasado incluso se le declaró, pero al ver la cara de espanto que este puso lo retiró enseguida, diciendo que era una broma. Pero no lo era. Y esos sentimientos que ha intentado enterrar, la persiguen… Y a veces la desbordan. Pero ella lo intenta. Porque su amistad es muy especial. Y realmente lo es, y él la quiere también mucho como amiga… Pero ya está. Y, aunque como lectora pueda resultar frustrante que no estén juntos, tampoco puedo enfadarme porque su amistad es muy bonita y Cooper es genial, aunque no sienta lo mismo.

El resto de personajes no brillan tanto, ni por asomo, pero al menos sí que tienen más personalidad y relevancia que en A tu lado. Destaco al abuelo de Abby porque es un calco de su nieta en actitud: divertido, sarcástico, observador… Y quizá también al padre de Abby porque, aun sin estar físicamente presente en ningún momento, tiene mucha presencia. De la madre lo único que me ha transmitido es el meter con calzador una enfermedad mental como pasaba en A tu lado con los ataques de ansiedad, pero sin ningún mensaje ni sin hablar del problema como tal. Por eso no voy a mencionarlo siquiera. Como lo poco sutil que me ha parecido el presentar a Rachel como de color…

¿Pero el título a qué viene? Pues es que, como también pasaba en P.D. Me gustas, la protagonista es una artista, en este caso, pintora, y necesita exponer sus obras para poder solicitar plaza en un curso muy guay. Pero el encargado del museo rechaza sus cuadros, alegando que les falta corazón. Así que a raíz de eso crea una lista de experiencias para intentar conseguir lo que le falta y así mejorar sus creaciones. Y por cada experiencia, consigue inspirarse para hacer cinco nuevos cuadros que presentar.

La traducción, que corre a cargo de María Laura Saccardo, igual que en A tu lado, me ha vuelto a chirriar. Hay expresiones que no me han resultado para nada naturales y había veces que incluso lo veía en mi mente en inglés, como si fuera una traducción demasiado literal. En este caso os voy a poner un ejemplo porque lo tengo más claro, pero estoy convencida de que es el mismo problema que mencionaba en la otra reseña.

-Oh,  lo siento, lo había olvidado. Iremos la próxima vez.
-Seguro. (Con conformidad, no haciendo un mohín).

Decidme que no os chirría. Estoy convencida de que ese «seguro» es un «sure» enorme (traducido más naturalmente como «claro»). Y también ha habido veces en los que me he encontrado un ser cuando era estar (o al revés) y otros tantos errores que me sacaban de la lectura y me hacían tirarme de los pelos. Esos no los apunté, pero para que os hagáis a la idea os dejo el de arriba. Y todo eso no es solo culpa de la traductora, ¿es que no hay correctores?

Impresión general
Puntuaciones
Personajes: 7.5
Amor: 7
Estilo: 7
Trama: 7
 Amistad: 7.5

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