Escuchó el hacedor cómo romanos y griegos llegaban a una difícil tregua.
Título: La marca de Atenea.
Título original: Mark of Athena.
Autor: Rick Riordan
Traductor: Ignacio Gómez Calvo
Editorial: Montena
Saga: Los Héroes del Olimpo III (Percy Jackson VIII)
Páginas: 511
Sinopsis: El destino de la humanidad pende de un hilo: Gea ha abierto de par en par las Puertas de la Muerte para liberar a sus despiadados monstruos. Los únicos que pueden cerrarlas son Percy, Jason, Piper, Hazel, Frank, Leo y Annabeth, el equipo de semidioses griegos y romanos elegido por una antigua profecía. Pero su misión es todavía más difícil de lo que parece: sospechan que para encontrar las puertas deberán cruzar el océano, tienen solo seis días para conseguirlo y, por si fuera poco, acaba de estallar la guerra entre sus dos campamentos y ahora ellos son un objetivo…. ¿Lograrán ganar esta carrera de obstáculos contrarreloj?
Opinión: Y llegamos al punto medio de la segunda saga de Percy Jackson. Para todos aquellos que no quieran ningún spoiler ni nada por el estilo, que no se preocupen, no lo habrá de este libro. Evidentemente, tenemos el problema inevitable de los spoilers de los libros anteriores… pero con eso solo puedo decir que intentaré evitarlos. Hay uno que no podré evitar: Percy sigue vivo a pesar de todo por lo que le hacen pasar los dioses. Por lo menos hasta este libro, en este… bueno, digamos que todo puede pasar cuando se juega con este estilo de dioses. Recordemos que en los dos anteriores,
El héroe perdido y
El hijo de Neptuno, hemos visto las enormes diferencias entre los dos campamentos. En este veremos cómo se unen… o no.
Y es que buena parte del libro se basa en la gran desconfianza que se crea entre las dos partes del grupo: Percy y los romanos por un lado, Jason y los griegos por otro. Recordemos que los griegos no son conocidos de Percy, sino gente que aparece en estos nuevos libros. Eso deja a una única persona como nexo entre los dos grupos: Annabeth. Porque si algo demuestran en este libro Annabeth y Percy es que realmente están hechos para estar juntos. Cada escena en la que aparecen juntos resulta dulce y agradable, aunque haya monstruos persiguiéndoles o estén a punto de morir. Algo divertido e inherentemente interesante es la forma en que los distintos mitos aparecen en el libro, desde Narciso hasta Aracné, todos los que aparecen demuestran una fidelidad interesante. Algunos son especialmente adorables, como la pobre Eco, su escena es sencillamente maravillosa, cada detalle, cada frase, todo hace que el lector se acerque a ella y empatice. Sin embargo, hay un detalle acerca de los personajes que no me ha acabado de convencer, o más bien, que me resulta interesante pero al mismo tiempo me echa para atrás: la relación entre Leo y los romanos. Sencillamente da miedito ver cómo utiliza distintas herramientas para generar tensión entre los personajes.
La trama, por otro lado, mantiene una forma atractiva de ver los mitos griegos. No se mantienen completamente fieles, y de hecho es divertido ver cómo algunos de los personajes de los mitos arman verdaderos problemas, pero se basa en «encontramos un problema, nos enfrentamos a un mito, lo superamos y vencemos el problema». Así, repetido hasta el final. Ahora viene una pregunta que os haréis ante una descripción tan «simple» de este libro: ¿no se hace cansino? La respuesta es complicada. No se hace cansino porque, gracias a esos miniarcos cerrados, siempre ves cómo avanza la historia y en ningún momento te encuentras enfrascado en pensamientos complicados ni llenos de lentos monólogos. Además, la variedad y la buena utilización de los mitos consiguen que ninguno de los enfrentamientos resulte semejante a ningún otro. Pero… y aquí viene la pega, cuando luego piensas sobre el libro te das cuenta de cómo la estructura de la trama es tan reconocible y sonríes, porque en el fondo sigues siendo un niño al que le gustan las historias de héroes.
No voy a hablar del estilo realmente, porque cualquiera que conozca a Riordan, y a estas alturas de la saga no se puede decir que no se le conozca, puede ver sus rasgos más característicos aparecer en este libro. Desde las descripciones sencillas pero que permiten situarte perfectamente en al acción hasta la descripción simple de los sentimientos de los protagonistas, todo permanece igual que en los anteriores. No puedo decir si esto es una virtud o un defecto. Para mí, es una virtud, ya que se mantiene fiel a sí mismo y no intenta que los libros sean ni más ni menos que lo que son: más aventuras de héroes griegos. Si alguien busca otra cosa, aquí no lo va a encontrar. Ni juegos con el lenguaje, ni grandes alardes de filosofía, nada excepto acción y entretenimiento con una escritura perfectamente diseñada para conseguir atrapar al lector joven.
A ver, seamos claros: si habéis leído el resto de libros de la saga es porque Percy o Riordan, y más probablemente ambos, os gustan. Si no, no habríais llegado hasta el octavo libro. Por tanto, que os diga que sigáis que este también está bien es un poco ridículo, ya que eso ya os lo imagináis. Sin embargo, me veo en la obligación de decirlo una vez más: ¡Que ya habéis leído siete libros! ¡El octavo ha salido! ¡El ocho es un número mágico! (Oh, no, eso es en el Mundodisco, su aniversario ha afectado mi sentido de la realidad) ¡Hay escenas de parejas por doquier! ¡Y no son empalagosas! ¡Aventuras, amor y Roma! ¡ROMA! ¿Hace falta que os diga algo más? ¡Leed!
Impresión general
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Puntuaciones
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Amor: 8
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Personajes: 9
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Estilo:8
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Mitos: 9
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Coherencia:9
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Ya, no son empalagosas… Pero me han faltado más, no sé xD
Yo diría que este libro es precisamente eso: un libro de parejas. Es lo más llamativo que pueda haber (incluso Eco llama la atención precisamente por eso xDD). Quizá por eso, de momento, es el que más flojo me ha parecido de esta serie. Porque no es ni siquiera un libro de parejas (porque no debería), pero se queda corto en todo lo demás (incluso en eso)… No sé.
Con la Marca de Atenea me esperaba que Annabeth tuviera que pasar por multitud de pruebas/acertijos, no recurrir a las deducciones y pensamiento lateral para llegar al final.
Solo espero que Nico en el siguiente dé más juego… Aquí lo que da es penica ;__;