Escuchó el hacedor unas historias del otro lado del charco.
Título: Las cosas que perdimos en el fuego
Autora: Mariana Enríquez
Editorial: Anagrama
Páginas: 200
ISBN: 9788433998064
Sinopsis: El mundo de Mariana Enríquez no tiene por qué ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insólita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza. Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos doce cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando así en el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosímil. Mariana Enríquez es una de las narradoras más valientes y sorprendentes del siglo XXI, no sólo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier país o lengua. Mariana Enríquez transforma géneros literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la crónica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raíces, las llamas y las tinieblas de toda existencia.
Opinión: Voy a ser sincero, este estilo de historias no van conmigo. Desde siempre, el estilo que he asociado a los latinoamericanos contando sus cosas con un toque de inquietante magia (como el maldito cuento del jersey de Cortázar, Cien años de soledad o la Casa de los espíritus) me han tocado un tanto la moral. Reconozco que este libro (y esos otros libros) están bien escritos, con el toque justo para incomodar y tal, pero no consiguen encajar conmigo. De hecho, este libro lo empecé porque literalmente no había ningún otro cerca en ese momento en mi posesión. Pero bueno, siempre está bien abrir un poco los horizontes y ver si eso que antes no te gustaba ahora, con otra autora, sí te gusta.
Se trata de una antología de relatos que siempre se centran en la oscuridad de la humanidad más baja y siempre dejan un toque de fantasía y de oscuridad alrededor de los personajes, las situaciones y el mundo en general. Esto hace que algunos sean duros de leer, como el de la señora que intenta ayudar a un pobre o el pueblo que se vuelve loco, y otros te hagan ver la oscuridad en el ser humano, como el del hombre al que le encanta ser guía y molestar a sus pasajeros explicando los asesinatos hasta el más mínimo detalle, pero del que descubres que puede que vaya a inspirarse en uno de ellos para llevar a cabo una barbaridad. Así, cada relato te va sumiendo en un mundo desesperanzado y pobre en el que nadie se salva de tener esa oscuridad en el interior que siempre está a punto de salir. Solo necesita el empujón que le lleve en esa dirección. Como sabéis, esto no casa precisamente con mi forma de ver la vida, lo que hace que siempre sea un problema porque yo no alcanzo a creerme del todo a los personajes.
En sí, toda la experiencia de leer este estilo de historias me deja bastante frío, pero veo que emplea muy bien todos los artificios y las técnicas para llamar la atención. El único motivo por el que no funcionan conmigo es porque estoy acostumbrado y porque, mal que me pese, veo que me falta mensaje e interés. La oscuridad intrínseca del ser humano no es algo que me llame particularmente la atención y menos cuando está unido a una decisión consciente de situar siempre a sus personajes en los márgenes de la realidad social, de forma que tenga también un efecto shock sobre los lectores que desconocen o quieren desconocer esa realidad.
En definitiva, aunque no es un libro que a mí me haya gustado, estoy convencido de que a muchos os gustaría, porque tiene esa capacidad para deslumbrar con su oscuridad y para aturdir con la tranquilidad con la que los elementos supranaturales entran en contacto con la realidad, dejando un resquicio siempre para la duda.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 6 |
Sociedad: 6 |
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Terror: 5 |
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Estilo: 8 |
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Personajes: 5 |