Título: Mi teoría de todo
Título original: The Theory of Everything
Autora: J. J. Johnson
Traductor: Andrés Carrobles
Editorial: SM
Páginas: 334
Sinopsis: Solo porque todo el mundo piense que debes superarlo no significa que puedas hacerlo.
Opinión: No esperaba encontrarme esto cuando empecé a leerme el libro, pero Alexia me recordó que ya lo habían dicho en la Blogexperience de este año. Nos encontramos ante un libro auténticamente dramático, pero desde el punto más peligroso de todos: el drama de lo cotidiano y del enfrentamiento con una sociedad inmisericorde afanada en olvidar todo aquello que pueda hacer daño. Quizá por esto, y por lo sentimental que me pilló su lectura, me resulto especialmente dura. Y lo más interesante es el pequeño poso de humor que siempre acompaña cada uno de los momentos, gracias al personaje protagonista.
Porque si algo destaca dentro del libro es precisamente la figura de la protagonista, seria y divertida al mismo tiempo. Un personaje que guarda un secreto grandísimo que no dejan de restregarte por la cara porque está permanentemente pensando en él, aunque nunca de manera directa y nunca explicando por qué se siente tan culpable. Durante buena parte del libro vamos a verla intentar superar ese problema, hasta que alcanza la aceptación de que no puede hacer anda excepto aprender a vivir consigo misma. Tengo que reconocer que ha habido momentos en que se me ha hecho cargante, sobre todo por lo falsa que parece al principio su culpabilidad, aunque luego cuando descubres lo que pasó entiendes la fuerza de sus sentimientos. Por otro lado, es de agradecer que no introduzca más de lo necesario el aspecto romántico, y que su introducción resulta completamente fluida con el texto, no un añadido y nunca nada forzado. Eso sí, al tener un punto de vista tan personal, los personajes secundarios son solo reflejo de las emociones y de la visión de la protagonista. Esto tiene su punto bueno, pueden sorprenderte con facilidad, pero tiene su punto negativo y es que no parecen completamente desarrollados, cuando nada más lejos de la realidad, puesto que precisamente por tener una vida y unos pensamientos aparte de la protagonista pueden reaccionar como lo hacen.
En cuanto a la trama, es sencilla, vamos a convivir con Sarah durante unos meses. Durante estos, su percepción de la vida cambiará irremediablemente, si bien ya había cambiado debido a la muerte de su mejor amiga. Y, sobre todo, por la reacción de toda la gente ante tamaña tragedia: el mundo sigue girando. En una novela de superhéroes, Sarah se habría convertido en supervillana, aquí simplemente le surge la neurona borde que dice «yo no pienso olvidarla» lo que resulta en incomodidad para todos, y psicólogos, orientadores y multitud de gente preocupándose de «arreglarla». Entonces, cuando menos se lo espera, un ciervo entra fugazmente en su vida. Quizá es precisamente ese añadido lo que hace que vuelva a ver la vida… o puede que no. La verdad es que es difícil calificar la trama, puesto que se trata de una novela sumamente realista, en el sentido de que la cotidaneidad invade cada una de las escenas que nos presentan. Lo grande e interesante de esta novela es la forma que tiene Sarah de enfrentarse a esa cotidaneidad, con un humor ácido que se libera cuando menos te lo esperas.
Y a todo esto ayuda el estilo tan ligero e informal con el que está escrito. Puedes creerte fácilmente dentro de la cabeza de Sarah, en ningún momento hay nada que te saque ni de la historia ni del personaje. En sí, las descripciones son las propias que podría hacer alguien con los conocimientos que se presuponen a la protagonista, así como su vocabulario está ajustado a una realidad bastante cercana, si bien en este caso tendremos que agradecérselo al traductor, que se ha acercado mucho al lenguaje juvenil. Los diálogos son divertidos, y todos los momentos en que hay emotividad, e incluso escenas un poco subidas de tono, mantienen una fuerza inocente que permite que el lector adore a Sarah.
En definitiva, un libro muy bueno, aunque ya os aviso de que os va a emocionar. Una visión nada azucarada de la realidad, pero al mismo tiempo una de las mejores formas de acercarse a temas realmente duros y verlos con algo de perspectiva. Lo mejor, la forma en que el libro no pone un final edulcorado ni especialmente feliz, sino un final absolutamente real.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 7
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Drama: 9
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Trama: 7
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Estilo: 8
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Final: 8
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