Oblivion

Opinión: Esta es una historia que juega con lo ajeno. Con lo ajeno en el sentido de aquello que resulta extraño y llamativo a la gente. De tal manera que, a veces, no podemos estar seguros de si nos encontramos en un sueño, en la locura del personaje principal, o si todo lo que vemos tiene algún sentido. Y es precisamente esa la gran baza de la novela, porque consigue, de una manera que pocos han conseguido, situarnos en una posición de extrañeza ante una sociedad que sí conocemos. Quizá por eso, y no por ningún otro motivo, se ha convertido en una lectura difícil, con aristas complicadas que dan una sensación de superación cuando, por fin, descubrimos de qué va el tema. Eso sí, se trata asimismo de un libro que hubiese quedado mejor sin esa última vuelta de tuerca que prepara para las continuaciones.

Hablar de esta novela como de cualquier otra, con sus personajes, su estilo y su trama probablemente no sea lo más adecuado, puesto que el punto que tiene está en la compenetración que hay entre el personaje principal y el lector. Y, sobre todo, de la capacidad del lector para sentirse ajeno y al mismo tiempo identificado con aquello que le muestran. Las técnicas que ha utilizado Francesc Miralles para esto son muy sencillas, pero al mismo tiempo de gran efectividad. Por un lado, nos muestra unos diálogos y una vida interior en los protagonistas muy juvenil, excepto en el caso del protagonista principal, donde juega con las emociones y la sensación de irrealidad inevitable que aparece al ver, tanto lo que le pasa, como las reacciones que tiene. Algo que, en el resto de libros acabaría resultando incoherente, en este funciona con un equilibrio bastante bueno. Sin embargo, hace falta un determinado tipo de lector para que esta novela funcione. No es la típica novela que se asocia a la literatura juvenil, sino que se trata de algo un tanto más experimental. Por esto y no por otra cosa, no acaba de ser fácil definir los parámetros para medir su calidad.Si se trata de originalidad, en estado puro, podemos decir que se mueve en un rango bastante alto… y al mismo tiempo reutiliza tropos de la literatura, como cualquier novela por otro lado. Sin embargo, el tono de la novela y la trama en sí se aleja bastante de lo habitual… esto es, hasta el final, un final que personalmente no me ha convencido en lo más mínimo, ya que juega con las expectativas del lector y consigue que esperemos una cosa, para luego alargarlo con una segunda parte. Lo peor de esto es que la segunda parte no puede mantener el tono, puesto que prácticamente todo lo oculto se desvela en esta primera novela. Y en sí tiene un final cerrado, no el que el lector espera o cree que va a tener, pero sí un final cerrado con un solo hilo suelto… que es el que consigue molestar más.

En definitiva, un muy buen libro, arriesgado y experimental, con el que alejarse de las fórmulas preestablecidas pero que deja con ganas de saber cómo hubiera sido de haberse quedado con la idea inicial en vez de estirarlo con continuaciones.