Título: Opal
Título original: Opal
Saga: Lux III
Autora: Jennifer L. Armentrout
Traductora: Aida Candelario Castr
Editorial: Plataforma Neo
Sinopsis: No hay nadie como Daemon Black.
Cuando se propuso demostrarme sus sentimientos, no bromeaba. Nunca volveré a dudar de él. Y ahora que hemos superado tantas dificultades, saltan chispas cada vez que estamos cerca. Pero ni siquiera él puede proteger a su familia del peligro que supone intentar liberar a los inocentes.
Después de todo lo que ha pasado, ya no soy la misma Katy.
He cambiado… Y no estoy segura de las consecuencias de este cambio. Con cada paso que damos para desvelar la verdad nos acercamos más a la organización secreta responsable de torturar y someter a experimentos a los híbridos, y me doy cuenta de que mis habilidades son mucho mayores de lo que imaginaba.
Recibimos ayuda de quien menos esperábamos y los amigos se convierten en enemigos. Pero jamás nos rendiremos. Aunque esto implique que nuestro mundo acabe hecho añicos para siempre. Juntos somos más fuertes. Y lo saben.
Opinión: Es increíble cómo un momento puede afectar a tu lectura de una manera u otra. Hacía bastante tiempo que no leía (también porque me han pasado muchísimas cosas últimamente, que sin duda también me han afectado en cierta medida), pero volver a ver a Daemon alegra el día a cualquiera. Sí, solo es por él, porque si bien es cierto que al principio la novela me estaba encantando ─por él y su relación─, conforme iba avanzando no he podido evitar poner en blanco los ojos de muchas de las cosas inverosímiles que he ido viendo. Opal es la tercera parte de la saga Lux, así que si aún no os habéis iniciado, tened cuidado con esta reseña porque puede contener spoilers del libro anterior.
Tras los últimos acontecimientos acaecidos en Onyx, vemos cómo muchos de los personajes han sufrido un cambio bestial. No solo hablo de la vulnerabilidad de Daemon y su aumento de atractivo, sino también de las consecuencias de estar todos esos años capturado de Dawson, o de la muerte de Adam para Dee. Pero ese cambio no solo recae en los hermanos, también Katy tiene sus pasajes de dudas y ajustes en su personalidad, sobre todo con la reaparición de Blake en sus vidas, tras haber ocasionado lo que ocasionó, y el manejo de sus poderes y las consecuencias que tiene su uso. Sin embargo, este cambio que al principio de la novela podríamos ver como algo impactante, conforme nos vamos acercando al final del libro resulta inverosímil. Dee empieza oscura, distante y fría, pero en cuanto ve un vestidito al final de la novela vuelve a ser la misma hada bailarina que siempre. Lo mismo podríamos decir de la incongruencia de otros muchos personajes, pero voy a resaltar nada más (a parte de a Dee) a la madre de Katy para no alargar esto mucho; esa madre que nunca está en casa, pero que, en cuanto está, le dice a su hija que deje la puerta abierta de su cuarto si Daemon está en él… ¿Pero qué me cuenta, señora? Si nunca está (y cuando está se pasa el día durmiendo como un gato) ni sabe lo que hace su hija… Pero vale, es controladora, hasta tiene un pase. ¿Entonces alguien me explica por qué al final de este libro parece superencantada de que su hija no sea virgen? Sí, permitidme este pequeño spoiler, pero si consideramos que lo de los alienígenas en el primero no lo era, esto tampoco debería contar como tal.
A esta saga le sigo viendo el mismo problema que atisbaba en Obsidian, y es que la trama es bastante superflua. La ventaja es que los personajes (en especial la pareja protagonista, que es la que cuenta) tienen el carisma suficiente como para tirar del resto del libro, haciendo que los detalles tan inconexos de la trama pasen desapercibidos. Pero, aunque yo soy lectora de personajes, es decir, que no suelo fijarme con atención en el resto de componentes que rodea la ambientación, no puedo ignorar las fallas tan grandes que hay. Si no las hubiera, entonces la historia sería mucho más completa, más interesante y menos lagunosa. Y, por muy atractivos que sean los protagonistas, no lo son lo suficiente como para equilibrar la balanza. Conforme leía no podía evitar preguntarme por qué me estaba contando esto. Esta historia se podría haber contado en un solo libro, no en cuatro cinco (que de pronto me entero que el último no es Origin, sino Opposition, como si hiciera falta alargarlo aún más) porque hay mucho, pero que mucho relleno y paja que sobra. La autora sigue introduciendo a Katy como una bloguera, detalle que al principio hacía gracia y también conseguía que a muchos nos gustara ese guiño que hacía a su público (porque está claro que considera que los blogueros son su público, cosa que me parece un error por exclusivizarlo tanto), pero ya resulta falso y cansino, sobre todo porque no aporta nada. Bueno, miento, a mí me ha aportado una cosa: por si Daemon no me parecía ya lo suficientemente perfecto, ahora va y le regala un MacBook Air para que haga reseñas y vídeos, lo cual le convierte en alguien aún más perfecto (para mí, digo, ¡yo también quiero!).
La reaparición de Blake y el odio que todos le tienen (pero que aún así le aguantan y «confían» en él y le hacen caso, y tal y cual, aunque sea lo más absurdo del mundo, pero bueno) el plan que urden para rescatar a Beth y colarse en Dédalo, y todo eso que ya veíamos casi desde el primer libro, se estira una vez más como un chicle para hacernos pasar el rato. Y no solo eso, sino que la aparición cada vez nueva de una piedra más y la explicación que la acompaña sobre su uso es… ¿cómo decirlo? ¿Absurda? No, no es la palabra que quiero transmitir. Es como si fuerais escritores muy jóvenes y no hayáis escrito nunca en la vida, y se os ocurre una explicación milagrosa e intentáis que suene científica. ¿Cuál creéis que es el resultado? Pues algo así es a lo que me refiero. No tiene sentido, es estirar el rizo una y otra vez sin que tenga ningún otro propósito que alargar algo que no tiene fuerza argumental. Como dice en la página 314: «Era cosa de la amante de los libros que había en mí. Demostrar algo era mucho mejor que explicarlo»… ¿Soy la única que ve una contradicción ahí? Si te gusta leer, te gusta que te expliquen y cuenten cosas, ¿no? Aunque eso que te cuenten y expliquen demuestre algo, no deja de ser una explicación que te permita entender, ¿no? No sé, quizá me equivoco, pero es que esa frase ahí en medio me pareció lo más irónica del mundo.
Para finalizar, creo que me queda por resolver la duda de si alguna de las puertas que se quedaron abiertas en libros anteriores se resuelve en este. Veamos… ¿Sabemos qué pasa con Blake? Sí, y desde el principio si me apuras, pero bueno, habrá quien aún tenga dudas (¿cómo se puede tener dudas después de lo creepy que demuestra ser en ciertas escenas?). ¿Con Will? Sí, e incluso me ha hecho sospechar algo que no sé si será posible o no (a fin de cuentas, todos los que dicen que están muertos, luego no lo están tanto…). ¿Con Simon? También. ¡Vaya, pues sí que parece que descubrimos cosas! ¿Y sabemos qué pasa con toda la trama de este libro, con todo lo que entrenan para rescatar a Beth y colarse en las instalaciones (como si fuera tan fácil como te lo pintan, en serio, sin explicaciones reales)? ¡Mec! Ni idea. Todo se resuelve de una forma insultante en las últimas páginas y abre un nuevo conflicto para el siguiente. Rizar el rizo, vamos. Con lo único que me quedo en positivo de este libro es con Daemon y su relación con Katy. ¿Por qué? Porque la pareja, su enamoramiento, sus escenas, y todo lo que les envuelve en general, es lo único verosímil y que me ha transmitido algo positivo de todo esto. Preveo que el cuarto, Origin, en lugar de contar la relación de estos dos (que ya se cuenta en este), se centrará en Dawson, que ya le va tocando.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 5
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Amor: 8
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Estilo: 6
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Trama: 5
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Diálogos: 7
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Acabé muy harta con Opal. Los dos primeros me gustaron mucho, un poco tópicos pero tenían su gracia por los protas, pero éste ha sido horrible, los dos se han vuelto idiotas, súper ñoños, además que no haces más que leer cómo se enrollan… ¿y la trama? Qué aburrimiento de libro >_<