Paprika

Título: Paprika, el detective de los sueños
Director: Satoshi Kon
Sinopsis:La psiquiatra Atsuko Chiba ha desarrollado un método de terapia revolucionario denominado «PT», un prototipo de máquina experimental gracias a la cual es posible introducirse en la mente de los pacientes para tratar sus ansiedades. Pero uno de los modelos de PT es robado del laboratorio, y comienzan a utilizarlo para invadir las mentes de sus creadores, destruyendo sus personalidades mientras duermen.


Opinión: Después de la crítica de Lucy al empleo innecesario de un vocabulario, tanto visual como lingüístico, excesivamente complejo para lo que realmente ofrecía, decidí hacer, por fin, caso a Xa y verme esta película. Lo primero que tengo que poner como antecedente es que me gusta el cine con mensaje… pero solo cuando está bien construido y cuando realmente busca decir algo mientras el espectador disfruta. No tengo ningún problema con películas como Her, de hecho, si son especialmente buenas consiguen introducirse en mi corazón y quedarse ahí. Tampoco, y esto es importante, considero que el anime tenga que ser para niños, ni siquiera que los niños vayan a ser los que más disfruten de una buena película de animación. Dicho esto, me parece que queda claro el estilo de película que es Paprika: anime experimental onírico.

No es la primera vez que me encuentro con un anime que juega con la barrera entre sueño y realidad, o máquina y realidad. De hecho, podemos ver en SAO un acercamiento interesante a lo que pasa cuando la realidad virtual tiene consecuencias en el mundo real. En el caso de Paprika la suspensión de la credulidad se acerca más al que tienes que tener ante películas como Origen, en las que la realidad y la lógica de los sueños se superponen sin que el espectador tenga ninguna indicación clara de cuál es cuál. A partir de esto, nos encontramos con un caso «sencillo»: el robo de unos prototipos experimentales lleva a la suspensión de la investigación en la materia. Por tanto, los científicos empiezan a investigar a uno de los posibles culpables. La verdad es que, como historia detectivesca, no es excesivamente buena, ya que casi desde el principio puedes adivinar quién es el verdadero culpable. Quizá por eso, al adivinarlo tan rápido, pude centrarme en ver la película como algo completamente experimental, alejado, o, mejor dicho, intentando alejarse de las líneas narrativas convencionales. Tengo que decir que hace un buen intento… sobre todo porque el espectador no se queda nunca con la sensación completa de no saber qué está viendo.

Normalmente, me quejaría de los intentos de jugar con el lenguaje que hace el presidente de la compañía. Sobre todo porque carecen de sentido… hasta que llegas casi hasta el final de la película y te das cuenta de determinadas cosas sobre él. Pero, en realidad, toda la película es una alegoría muy interesante sobre la lucha entre el poseer, el ser y el conocer. Es interesante ver cómo interaccionan esas tres necesidades básicas del ser humano y cómo generan distintas personalidades dentro de cada uno de los personajes. Especialmente interesantes en ese sentido son Paprika/Chiba, Tokita y el presidente. De alguna forma, nos descubren detalles acerca de lo que realmente buscamos en el resto de seres humanos. No puedo engañaros, el uso del lenguaje, en ocasiones, me generó dolor de cabeza, pero eso, sin duda, lo puedo achacar a que intentaba extraer sentido a algo que no es más que tontería filosófica. De hecho, casi podemos verlo como una crítica hacia los que emplean un lenguaje vacío para intentar hablar de lo que realmente preocupa al ser humano.

Otro de los dilemas claros de la película es el nivel de tecnología y la forma de emplearla que considera aceptable el ser humano. Si bien es uno de los discursos de los personajes, queda claramente en un segundo plano, sobre todo cuando se le da la vuelta de tuerca y muestran el auténtico rostro de aquellos que quieren negar la tecnología para fines benéficos. Se trata este tema entre líneas, sin llegar nunca a situarse en un punto claro, dejando de ese modo que sea el espectador el que decida alinearse con uno o con otro de los bandos.

Finalmente, uno de los detalles que más me llamaron la atención fue el discurso sobre las relaciones y sobre lo que cada uno vemos en las distintas personas. Por un lado, tenemos al investigador guaperas que quiere acabar con Chiba y que esta deje de lado a Tokita, que es un genio, pero que es infantil. Por otro lado está Chiba, que evita relacionarse con la gente excepto con Tokita y mantiene al resto a un brazo de distancia. Por otro lado está Paprika, una personalidad que busca la interacción sanadora con cada una de las personas con las que se cruza, siendo en particular beneficiosa para el inspector de policía. También tenemos que hablar de Tokita, una persona que lleva al máximo el «lo importante es lo del interior», y nos muestra, sin querer, que los excesos en esa mentalidad tampoco son correctos. En definitiva, quizá sin querer, o quizá queriendo, pero nos muestran muchos detalles acerca de los extremos y los puntos a los que lleva la sociedad a las  personas.

En definitiva, una película interesante, para ver con calma y casi estudiarla. No se trata d euna película «entretenida» porque no creo que puedas ver esta película sin que el cerebro se te revolucione y busque respuestas en sus imágenes, en sus diálogos y en su trama. Es una película que no busca ser fácil para el espectador, sino situarlo en una posición de tensión y de cuestionamiento constante de lo que tiene ante sí. Una película que intenta asomarse al subconsciente de la humanidad y sacar tanto lo oscuro como lo luminoso. Si tenéis la posibilidad, vedla. Y luego venid a comentar.

Impresión general	Puntuaciones
	Trama: 7
	Personajes: 8
	Amor: 6
	Estilo: 7
	Sueños: 8