Pero su mundo entero cambia un día en que él y sus amigos se saltan las clases y, de pronto, se encuentran atrapados en los disturbios ocasionados por un ataque terrorista en San Francisco. Marcus y su grupo, que estaban en el lugar equivocado y en el momento incorrecto, son arrestados e interrogados despiadadamente días enteros en una prisión secreta.
Cuando por fin los liberan, la ciudad ya no es la misma. Ahora es un estado policial, en el que cada ciudadano es tratado como un terrorista en potencia. Él sabe que nadie creerá su historia, lo cual le deja sólo una opción: desmontar él mismo a la agencia gubernamental que los persigue.
¿Puede un hacker adolescente defenderse contra un gobierno fuera de control? Tal vez, pero sólo si es realmente cuidadoso… y muy, muy inteligente.
Opinión: Este libro ha sido una de las grandes sorpresas. Sé que a algunos les echará para atrás el que esté clasificado como «juvenil-infantil» de 9 a 12 años. Os puedo asegurar con completa convicción que no es un libro que se preste precisamente a esa calificación. De hecho, la mínima edad que yo considero correcta para disfrutarlo son los 16 años. Ahora, veamos qué os encontraréis si os atrevéis a pasar de esa calificación arbitraria.
Os encontraréis con una distopía realista, sin apenas ciencia-ficción, donde un joven decidido a disfrutar de su tecnología y de sus libertades, vamos, uno de esos que valoran la Carta de Derechos estadounidense, y que realmente considera que tiene valor, se ve acosado por la Agencia de Seguridad Nacional ante la sospecha de que sea terrorista. Una sospecha cimentada precisamente en su defensa de la libertad y la privacidad.
Sí, se trata de una novela ligera, para qué nos vamos a engañar, dado que es la visión de un chaval de 17 años de lo que va sucediendo. Pero eso no significa que no tenga momentos en los que se permite charlas filosóficas acerca de la libertad y la privacidad, perfectamente entrelazadas con la trama, de manera que no se note que está intentando provocar al lector y cuestionar la frase de «Quien sacrifica su libertad para obtener seguridad, no merece ni la una ni la otra»
En cuanto a los personajes, todos tienen su lógica interna y su forma de enfrentarse a las situaciones perfectamente propia de la edad (y de unas determinadas convicciones) que además expresan en muchas ocasiones. Particularmente interesante es el personaje de Charles, que aparece poco pero se instituye rápidamente en crítica absoluta de un tipo de sociedad.
La trama es extraña, parece muy lenta al principio, y luego pasa a ser dura para acabar convirtiéndose en una novela de aventuras bastante interesante. Lo cierto es que no sobra ni una sola escena y todas ellas aportan grados de complejidad a la situación. Están perfectamente hiladas, sin ningún «voy a hacer esto porque sí». Mención especial para un final impresionante, con declaración de intenciones incluída.
En conclusión, en serio, no os dejéis engañar por su catalogación, de infantil este libro no tiene nada más que el ritmo en algún momento. Y muestra sin tapujos una crítica directa y temeraria contra una cultura del terror que no solo se puede ver en los Estados Unidos sino que fácilmente podemos extrapolar a cualquier sociedad occidental. En cualquier caso, se trata de un libro fácilmente disfrutable y autoconclusivo, que no viene nada mal dada la saturación de sagas eternas.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 6
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Filosofía: 8
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Trama: 7
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Verosimilitud: 8
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Estilo: 8
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Pues a mí me ha gustado mucho. Al margen de leer los postfacios de personas reales que opinan sobre el contenido y sobre que esa distopía que parece no ser tan lejana.
Además, el estilo y el lenguaje utilizado ha sido perfecto. Te explican términos informáticos de tal manera que lo entiendes y, si ya eres aficionado a ella, entonces con más motivo te gustará.