Escuchó el hacedor hablar de nuevo de un mundo plano, en el que las brujas son realmente peligrosas, y el autoconvencimiento es la más poderosa de las armas.
Título: Carpe Jugulum
Autor: Terry Pratchett
Editorial: Plaza & Janés.
Páginas: 363
Sinopsis: Unos vampiros muy peculiares están a punto de apoderarse de Lancre, pero las tres brujas de este reino no están dispuestas a cruzarse de brazos.
Esta es la novela número 23 de la alocada y lúcida serie de Mundodisco. Una sucesión ininterrumpida de situaciones hilarantes y sarcásticas reflexiones en torno a una familia de vampiros que se ha propuesto modernizar el anquilosado reino de Lancre. Se han hecho inmunes a los ajos y las cruces y nadie se les puede resistir, salvo las tres incomparables brujas, Agnes, Tata Ogg y Magrat Ajostiernos. ¿Lograrán vencer a los ambiciosos mordedores de cuellos?
Terry Pratchett está considerado uno de los mejores escritores satíricos en lengua inglesa, en la línea de Jonathan Swift, Charles Dickens o Lewis Carroll.
Una jocosa parodia de la literatura y el cine de vampiros que nos hace reflexionar sobre la religión católica y los conflictos éticos del ser humano.
Opinión: Bueno, definitivamente la saga de las brujas no es para mí… y eso que Yaya Ceravieja me parece uno de los mejores personaje que Pratchett ha creado, muy por encima de Samuel Vimes en lo que a mí respecta. Pero las historias que trata en esta saga no me acaban de convencer…. aunque esta sea la respuesta Pratchiana a Crepúsculo.
Pero vayamos desde el principio. En principio, hay una tortuga muuuuuy grande… ah,no, que no era el principio del mundo, sino el de esta historia. Vale, resulta que estamos en una historia posterior a Dioses Menores, con lo cual los omnianos ya no son unos asesinos de herejes… ahora se conforman con crear cismas para tener herejes internos a los que enfrentarse. Pero sin matarles del todo. En cualquier caso, esa parte no es importante para entender esta historia.
Sí que lo es, más de lo que me gustaría, que te gusten todas las brujas. No, no basta con que Yaya Ceravieja te encante, al fin y al cabo, Yaya es Yaya y nadie puede dejar de adorarla desde el mismo momento en que la ve. También te tiene que gustar Lancre, un reino soso con un rey bufón que se burla del destino y que se ha casado con una bruja (visto en brujerías) pero que está a punto de convertirse en un sitio bastante más interesante (aunque menos que cuando los elfos se interesaron por el reino en «Lores y Damas») con la llegada de unos vampyros. La y está ahí para demostrar que son modernos y no dejan que cosas tan antiguas como las estacas de madera, el ajo o las imágenes sagradas les molesten en su quehacer cotidiano, esto es, beber sangre de pueblerinos y encandilas a doncellas para que se unan a ellos.
Y fijaos que la historia suena interesante… pues en este caso, por algún extraño motivo, me ha parecido que todo iba sucediendo de una manera muy forzada, aprovechando los gags que siempre hay de una manera mucho más burda de la que nos tiene acostumbrados Pratchett, mostrándose indolente en cuanto a los personajes… perdiendo un par por el camino. Y, sin embargo, no puedo dejar de recomendar el libro… supongo que, como los Urrácula, este libro ejerce su poder hipnótico para acercar al lector a un nuevo mundo de vampiros y de modernidad. Mostrando lo importante que es el respeto a las tradiciones y, sobre todo, que al perder el toque personal se pierde mucho a ambos lados de cualquier transacción.
En definitiva, que aprovechéis si podéis conseguir este libro barato, y que, si os gustan las brujas de Terry Pratchett este libro probablemente os encante. Eso sí, leed Mascarada primero… no seáis tan torpes como un servidor, que no ha sido capaz de leer una saga en orden y completa en todo el Mundodisco.
¡Anda, vampiros! ¿Aquí es donde aparece por primera vez Noserastu? Le conocí en… en… ¿El Segador? No recuerdo xD
No, no, no, Noserastu no aparece en esta historia, aparece en una de las de la Muerte, y en varias de la Guardia, pero no en esta.
Noserastu está orgulloso de su clasicismo como vampiro mientras que estos quieren ser modernos.