De este libro ya había leído otras reseñas antes de empezarlo. Tras el Castillo Ambulante que me encantó, busqué si había una continuación y me alegré mucho al saber que sí, pero advertían de que no era una secuela como tal, sino una historia ambientada en ese mundo. Y es así.

El libro sigue con la misma escritura simple y divertida que la primera parte, sin embargo el protagonista de esta historia me resulta demasiado simple y plano, no empiezas a divertirte con él hasta que aparece el Genio para fastidiar todos los deseos y por supuesto, lo mejor es cuando aparecen los gatos. Desde que Medianoche entra en acción se nota que no es meramente un gato.

El final del libro es lo mejor, está muy bien enlazado, todos los personajes están relacionados y tienen su papel en la historia (aunque ya vas viendo por donde van los tiros cuando los gatos recuperan su forma). Este libro es una historia entretenida para leer en un par de tardes, y necesario para entender algunos personajes que aparecen en el siguiente libro: La casa de los mil pasillos, pero sin duda no es una historia tan emocionante como El Castillo Ambulante.

Un saludo.