Escuchó el hacedor hablar de una fortaleza enorme y de los rectos caminos por los que caminaban sus habitantes.
Título: El Bastión del Espino
Autora: Elaine Cunningham
Mundo: Reinos olvidados
Saga: Los Arpistas IV
Páginas: 416
Sinopsis: Algo no va bien en la Ciudad del Esplendor: una nueva amenaza acecha en las sombras de Aguas Profundas. El archimago Khelben Arunsun decide enviar a la astuta Arpista Bronwyn en una misión que le permitirá reencontrarse con su padre, cuya pista había perdido hacía ya tiempo, y recuperar una peligrosa herencia que le pertenece por derecho de sangre. ¡Bronwyn desvelará un secreto de familia que amenaza con destruirla no sólo a ella, sino a los mismos Arpistas!
Opinión: Bueno, pues continuamos con la saga de los Arpistas. Y lo primero que se me viene a la cabeza decir es que no esperéis a los mismos protagonistas, aparte de un par de apariciones de Danilo, el resto del tiempo conviviremos con Bronwyn, un personaje bastante interesante. Pero empecemos por mirar un poco la trama y algunos de los personajes.
Un comienzo inusual, que no tiene mucho que ver con lo que nos tenía habituados Elaine en el resto de las novelas de esta saga es el comienzo idóneo para una novela atípica. ¿Por qué es atípica? Primero, porque el ritmo no es nada uniforme, ni siquiera es el ritmo habitual de las tres primeras novelas, sino que nos muestra el interior de una organización sumamente malvada como pueden ser los zhentarim, mezclado con una muestra de una organización que no aspira más que a hacer el bien… y luego nos muestra a la encargada de preservar el equlibrio… o más bien de buscarse las habichuelas entre tanto machito, para qué negarlo.
De hecho, cada vez que nos encontramos con un personaje nuevo en esta novela tenemos ciertas expectativas acerca de él que no se ven nunca confirmadas. Primero, porque nos muestra un punto de vista interesante en el que los supuestos «bienhechores» supremos como son los paladines, no son más que unos matones que deciden cuando lo que hacen está bien y juzgan a los demás según sus propios patrones, atacando a los que los incumplen. Vamos, que intentan enfrentarse con todo el mundo y encima les venera el pueblo llano porque son los «buenos». Luego tenemos a los zhentarim, una de las organizaciones malvadas más creíbles que he visto nunca. Cada uno a lo suyo solo unidos por la codicia y el ansia de poder. La verdad, me parecen de esos malos malosos que encantan por su maldad y su astucia… y sobre todo porque no paran de intentar hacerse la zancadilla.
Luego tenemos a los Arpistas, gente que no para de intentar hacer lo correcto pero sin mostrárselo a quien le están haciendo el bien. Porque también tienen que impedir que los «buenos» consigan demasiado poder. Como dice Khelben en un momento determinado «Un paladín haciendo el bien es algo encomiable, veinte paladines a la carga es algo que temer, seas bueno o malo». He de reconocer que no me gustan sus métodos, pero me pasa como a Danilo, todo el resto de alternativas que se me ocurren hubiesen tenido finales mucho peores.
En cualquier caso, la trama de la novela gira en torno a un artefacto de gran poder y a su búsqueda y recuperación por parte de los tres grupos. Aunque en realidad, para mí, esa es la excusa para poder ver a Bronwyn en acción, (y al enano que la acompaña, por supuesto) y es que todo lo que hace acaba sacándote la sonrisa o estremeciéndote. Tiene valor, osadía y sobre todo, un plan tras otro. Además, se nota que se preocupa mucho por los seres que la rodean y se enfrenta con algo tan abominable como es el comercio de esclavos. Ya solo con lo que hace por el enano se gana por completo mi admiración. Por no hablar de las charlas entre ella y el enano… o los encuentros con el novato. Son simple y llanamente momentos estelares por los que merece, y mucho, leer esta novela. Eso sí, no veo que afecte para nada la lectura de este con los demás. De hecho, lo considero completamente aislado de la saga. Pero bueno… supongo que no viene mal conocer a Danilo y a Khelben Arunsun de antes…
Como siempre, este libro está ubicado en Reinos Olvidados con lo que es recomendable tener algún conocimiento de ese mundo, aunque en este lo cierto es que es bastante menos necesario que en los anteriores, porque explica muchas de las cosas menos comunes. Eso sí, me parece una lectura ideal para comprender los equilibrios de poder y de moralidad en cualquier sociedad… porque sin llegar a la visión tan maniquea de Reinos Olvidados, puedes extrapolar lo que se ve en esta novela a la vida real.
En definitiva, este libro es recomendable, incluso sin leerse el resto de la saga. De hecho, ya habiendo leído la saga, casi se podría decir que este es mi favorito de entre los cinco que la componen, aunque en un principio me chocase mucho por no ver ni a Arylin ni a Danilo. Es algo así como un spin-off sobre un personaje que en el quinto libro tendrá un papel mínimo. Sin duda, un buen libro con el que adentrarse además en las organizaciones de Reinos Olvidados.