Reseña de Éxodo, Anissa B Damon

Se encontró el hacedor con que el viento le traía un silencio sobrenatural, con el sonido de maullidos lastimeros a lo lejos

Autor: Anissa B. Damom
Editorial: Ediciones Ámbar
Precio: 16€
Páginas: 454
Argumento:
Voy a darte los tres consejos que a mi no me dieron. Este es el primero:
<>. Quiero mostrarte la otra cara del mundo. Un lugar donde el peligro se enmarca en perfectos rostros de porcelana perlada, el amor es como una bestia salvaje sedienta de sangre que acecha y te arranca el corazón mientras estás dormido y la felicidad… la felicidad es un delito que se paga muy caro.
Le di la vuelta al ensayo, no, era muy probable que el imperio maya no me ayudara a reconstruir mi pasado. Fui a dejarlo de nuevo en su sitio cuando algo pasó por mi lado, como una brisa helada. Giré la cabeza para ver de qué se trataba y me quedé congelada en el lugar. El vello de mi nuca se erizó y un extraño escalofrío me recorrió toda la espalda. Contuve el aire, incapaz de respirar y, de pronto, sentí una dolorosa punzada en el pecho. Me llevé la mano hacia ahí, repentinamente mareada. Mi corazón latió con tal fuerza que me hizo retroceder, un único latido que bombeó un intenso dolor por todo mi cuerpo. Un espasmo brutal al cruzar mis ojos con los suyos. Era un chico, pero no uno cualquiera, como una sombra, oscura, siniestra y fascinante.He aquí el primer libro de una trilogía innovadora que busca desentrañar los secretos que se esconden tras la muerte.»

Opinión: Bueno, nos encontramos ante otro exponente la literatura juvenil paranormal romántica que puebla últimamente los estantes de tantas y tantas librerías. Venden, pero poco les diferencia a uno de otro. 

Este, sin embargo, sí tiene bastantes diferencias con respecto al resto de la literatura de la que Crepúsculo se ha convertido en canon. Excepto por una cosa, la relación que muestran solo se puede llamar «dependencia» por parte de la chica y altruismo exagerado por parte del chico. Y es que hay muchas cosas en común entre la relación de Bella y la de Lena. Lena sería capaz de suicidarse antes de que Christian sufriera algún daño, lo mismo Bella. Hace daño a Christian con simplemente estar cerca, lo mismo que Bella. La diferencia básica es que ella realmente no sabe nada de lo que sucede, mientras que Bella es lo suficientemente idiota como para sabiéndolo todo seguir igual. Ah, sí. Ambas relaciones son consideradas «antinatura» por el chico. 

Y eso es una cosa que me asombra, completa y absolutamente. Oh, también en esta tenemos la abstinencia (algún que otro beso y arrumaco, pero nada serio) que había en Crepúsculo hasta la salida de Amanecer. Otra semejanza que se me ocurre es que ambas pasan por el periodo «gritos sin sentido» o «encierro en el cuarto». Lo bueno es que Anissa ha conseguido condensar buena parte de Crepúsculo en un libro mucho más ligero y con un estilo que, personalmente, me parece bastante mejor. 

Por qué me parece el estilo mejor que el de Crepúsculo, primero, porque realmente cuando hay algo de acción hay acción de verdad, no te la esconde con el desmayo de la protagonista. Es mucho más capaz de mantener la sorpresa y la información oculta a su protagonista, de manera que efectivamente te está vedando el acceso a esa información. Como por ejemplo, la importancia real de que incumpla algunas de las normas de los cazadores o que Christian las incumpla de los grandes predadores. De hecho, casi podría apostar a que habrá un guardián que no actúe ni sienta como el resto de guardianes y formará el tan temido triángulo que toda novela de esta índole tiene que presentar. 

Sabemos, porque nos lo dicen, que la condición de Lena no es exactamente igual a la de Lisange o la de William. Hay muchas indirectas muy interesantes entre William y Christian al final de la obra que parecen convertir a Lena en algo mucho, pero mucho, más importante que simplemente una cazadora. Tiene ciertos fallos en el ritmo (quizá pasa de pausado a rápido en demasiadas ocasiones para un libro tan cortito) pero confío sinceramente en que la autora sea capaz de encontrar el tempo perfecto en la segunda parte. 

Eso sí, agradezco que haya, por fin, un final que realmente pida una segunda parte. Tanto como puedo agradecer que sea una saga, claro está. 

Acerca de los personajes. La protagonista/narradora se muestra muy bien en los primeros compases de la historia… aunque luego va cayendo en el síndrome «Bella». Es una protagonista bien formada, de la que quedan muchos cabos sueltos que, esperemos, se vayan resolviendo conforme avance la saga. Su contraparte masculina, Christian, es un protagonista bastante típico, practicamente perfecto excepto por unos fallos de carácter bastante pronunciados (la tortura está muy mal vista por parte de las novias) pero que sin embargo es capaz de renunciar a las drogas a su adicción por su novia, es decir, con su mera existencia esta es capaz de cambiar al chico de sus sueños. Y aún así mantiene bastantes partes de sí mismo como al principio, convirtiéndole en un personaje sacrificado e interesante por su complejidad. Lisange me ha parecido una gran personaje secundaria, excepto por el momento en que «elimina» su esperanza. Ese momento me sonó demasiado forzado para mi gusto. En cuanto a William… es el típico personaje que se disfruta más en el idioma original (sobre todo  porque el tono que le ponen no cuadra del todo con el que debería ser) /si fuera inglés el idioma original/ pero que representa perfectamente el papel de cabeza de «familia» preocupado pero capaz de aceptar ayuda por parte del lugar menos esperado. 

La sociedad en sí está muy bien representada, aunque parezca que a veces hay zonas desdibujadas… supongo que si yo fuera ellos tampoco mantendría un contacto social demasiado fluido. El baile, sin embargo, me parece una auténcia escenaza. De las que hacen que todo el libro merezca la pena.

En definitiva, tengo que decir que es un libro muy recomendable si os gusta el género, si no os gusta sigue siendo relativamente recomendable, eso sí, si no soportásteis Crepúsculo, ni lo intentéis. Moriréis de sobredosis de azúcar en poco tiempo.