Y escuchó el hacedor hablar del Yin y del Yang, de profecías cumplidas y de metales.
Título: El Héroe de las Eras
Autor: Brandon Sanderson
Saga: Nacidos de la Bruma III
Sinopsis:
Opinión: Esta va a ser una opinión acerca de la saga entera. Es una saga genial. Brandon Sanderson consigue llevar al límite todas las cosas que se podían llevar al límite. Crea un nuevo tipo de magia, con una coherencia interna admirable. Crea unos personajes que emocionan durante los dos primeros libros (en el último no tanto)
Una de las cosas más admirables de la saga es su coherencia, en serio, se trata de una de esas sagas con multitud de cabos sueltos que se van resolviendo lentamente llegando al final a uno de los desenlaces más sorprendentes que me he encontrado en mucho tiempo. Claro que no debería sorprenderme tanto, porque Elantris ya me debería haber preparado para la gran calidad de los desenlaces de Sanderson. Pero lo cierto es que se nota que al llegar al final le empieza a costar un poco llevarlo. Quizá por ser mucho más largo que Elantris.
Sin embargo, tengo que decir que los personajes, quitando por supuesto a Vin, a Elend, a Sazed y a TenSoon, son bastante mejorables. Por algún motivo, al tener personajes tan fuertes como ese cuarteto cerca, sientes que el resto son meras comparsas. Incluso los antagonistas no se muestran débiles (o, más que débiles, inútiles y bastos) ante la conjunción de los cuatro. Pero claro, para eso Vin y Elend son los protagonistas, y los otros dos son las criaturas menos «normales» que hay dentro de la historia.
Por otro lado, en cuanto al trasfondo «teológico» muy visible en el último, he de decir que me parece una idea muy interesante, aunque no se sostenga en el mundo real. Es una revisión del Taoismo de una manera muy interesante. Sin embargo… me parecía burdo. Quizá porque si Sazed es un gran experto en teología ya debería haberse dado cuenta de lo se puede ver con las religiones: Dios (o la Fuerza Primera o como quieras llamarlo) es solo la Luz que cada uno refracta en el prisma de su fe. Y sin embargo, las religiones que va analizando me parecen tremendamente… como decirlo… «bastas». No las explica en detalle, eso es cierto… pero me parece que se pasa en este sentido Sanderson, al hacer la explicación tan anodina de cada religión.
También me parece muy bien tratado el tema de la confianza como motor de la humanidad, así como las ideas acerca de la rebelión contra el sistema y sus posibles desarrollos. En realidad, se puede considerar una obra tremendamente anti-sistema. Es decir, teniendo en cuenta que el inicio es la rebelión contra un tirano… el hecho de que luego puedas ver cómo esa revolución se plantea en distintos lugares, ayuda, y mucho, a comprender cosas como la Revolución Francesa o la Revolución de Octubre. Porque eso sí que hay que reconocérselo a Sanderson, y es que trata genialmente con el aspecto sociológico del Imperio. Todas las poblaciones tienen su carisma y su forma de actuar hacia fuera, su propia política y diplomacia.
Después de decir todas estas cosas positivas (sí, lo de los personajes no es negativo, Vin, Elend, Sazed y Tensoon opacan al resto porque son realmente geniales) tengo que decir una de las cosas negativas de la saga y es que, a pesar de lo buena que es, no te mantiene atado al libro. No es una saga capaz de mantenerte completamente ensimismado en la historia que narra, sino que despierta una pasión racional. No consigue llevar bien la parte de emocionar al lector, ni siquiera en sus momentos de clímax máximos es realmente emocionante, sino que sigues leyendo porque te interesa cómo va a desarrollar lo que se ha dejado por el camino, o cuál va a ser el camino que recorra a partir de ese momento… pero no porque te emocione.