Título: Rurouni Kenshin —Restauración— 2
Título original: Rurouni Kenshin Kinema Version
Autor: Nobuhiro Watsuki
Editorial: Panini
Páginas: 208
Sinopsis: En la Kioto de la tumultuosa época del fin del shogunato actuó un asesino del que todos decían que era el más fuerte. El tiempo pasa y, en el año 11 de la Era Meiji (1878), ¿¡aparece en un torneo de artes marciales de Tokio el legendario asesino Himura Battôsai!? Descubre esto y mucho más en esta nueva colección de Ruroni Kenshin.
Opinión: Y vamos con el segundo tomo. Lleva en las librerías desde principios de diciembre, si no me falla la memoria de cuándo lo compré. Como en el anterior, lo que nos encontramos es una forma de afrontar el conocer a los distintos personajes (incluyendo un cambio en la historia que puede dar mucho que hablar más adelante) desde un punto de vista completamente nuevo. Incluyendo a Kenshin. En este tomo se cierra el primer arco de la historia, ahora falta ver cómo introducen en el siguiente tomo la historia de Shishio, supongo.
Para empezar, lo primero de lo que nos vamos a dar cuenta es de que en esta versión todos acaban viviendo bajo el mismo techo rápidamente, cuando Sanosuke en el original pasa mucho tiempo alejado del dôjô de Kaoru. Por otro lado, Yachiro tiene una historia ciertamente más trágica, pero, sobre todo,, se le da un nuevo trasfondo a la camarera del Akabeko que sirve para juntar mejor la única pareja que no tenía mucho sentido más allá de las hormonas. Sin embargo, el cambio más pronunciado se da en la relación entre Kaoru y Kenshin, que aquí evoluciona muchísimo más rápido, confiando Kaoru en él desde el principio prácticamente. Además, teniendo en cuenta que es una versión «cinematográfica» los combates son mucho más espectaculares, con ambos contendientes utilizando técnicas casi desde el principio. No solo eso, sino que no podemos olvidar que en esta ocasión Kenshin ya es un maestro de su técnica, que solo sirve para derramar sangre.
Algo que me ha llamado bastante la atención es como, si mi memoria no me falla, la mayoría de los personajes aceptan el cambio de vida en el otro con mucha facilidad, como si fuera común que un asesino decidiera no matar, mientras que en esta todos menos Kaoru le avisa de que pronto dejará charcos de sangre a su paso. En esta ocasión, además, el rival resulta mucho más increíble que en las anteriores, ya que lleva hojas de espada en ambas manos, atravesándolas justo por las heridas que le hizo Kenshin anteriormente. Recuerdo que al principio los personajes de Kenshin daban más miedo por lo realistas que parecían, mientras que aquí resultan demasiado… ficticios. Quizá el más interesante de todos es Kanryû, que puede simbolizar perfectamente uno de los problemas d ela sociedad actual: la avaricia y el culto al dinero como única fuente de legitimidad y poder.
En cuanto al dibujo, una vez visto el primer tomo la verdad es que este no sorprende excesivamente, pues mantiene el mismo tono, si bien con más toques humorísticos, que se echaban de menos en el anterior, la verdad. El nuevo dibujo de Kenshin y de Kaoru va ganando en intensidad conforme pasan las escenas, con una en particular cerca del final que es realmente emocionante, y un final dibujado casi con la intención de concluir la historia como tributo. Pero en Japón hay más tomos, así que espero que Panini siga trayendo todo lo que salga.
Por ahora, y hasta ver cómo evoluciona la serie a partir de aquí, me está pareciendo una buena relectura de una historia que, para muchos, ya es un clásico del manga. Habrá gente a la que le guste menos, sobre todo la gente que quiere que sea completamente fiel a la obra previa (cosa que me parece un poco … inútil, dado que es el mismo autor) y tampoco convencerá a los que busquen algo completamente nuevo, ya que basa mucho de su atractivo en la nostalgia que produce ver a personajes a los que ya conoces y quieres volver a tu vida.
Impresión general
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Puntuaciones
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Personajes: 8
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Combate: 7
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Trama: 8
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Dibujo: 8
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Nostalgia: 9
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