Título: Santa Olivia
Autora: Jacqueline Carey
Editorial: Grand Central Publishing
Saga: Santa Olivia I
Páginas: 341
ISBN: 9780446198172
Sinopsis: Santa Olivia es la versión de Jacqueline Carey de los superhéroes y del mito del hombre lobo. El resto de la sinopsis en inglés es bastante spoiler. Viven en una zona desmilitarizada que hace de frontera entre Texas y México y hay combates de boxeo para salir de allí. Nunca ha ganado ningún nativo. El hermano de Loup es el primero que tiene una verdadera oportunidad. Loup no es una chica normal, ya que su padre fue alterado genéticamente.
Opinión: Siguiendo la estela de las novelas de superhéroes que tanto me gustan, me encontré esta joyita en la biblioteca de Carla y claro, no pude evitar querer leerla. En este caso, nos encontramos con un escenario claramente posapocalíptico/conspiranoico. Pero no es el escenario en lo que se centra, sino en una joven y su llegada a la madurez. Con un estilo directo como un puñetazo, Jacqueline Carey propone un grupo de jóvenes en una zona militarizada. Casi como si predijera lo que Trump quiere hacer con la muralla, ella busca qué pasaría en esa zona sin ley que dejarían.
La verdad es que la trama empieza de forma inesperada, con la llegada de un hombre antes del nacimiento de Loup, la protagonista. Es decir, no solemos ver la relación entre los padres de la heroína en este estilo de libros, excepto cuando hay algo que tiene que decir al respecto. Pero no es un hombre normal, sino que es un experimento genético que el ejército americano «liberó» de las garras de unos científicos locos haitianos. Como podréis suponer, no lo hicieron para que fuera más dócil ni más majo, sino que buscaban crear al supersoldado, eliminando esas idioteces que son el miedo y el instinto de supervivencia. ¿Para qué quieres esas cosas? Total, que llega al pueblo, gobernado por un alcalde corrupto, dos grupos mal avenidos de matones y el ejército americano en plan «conquista», y se enamora locamente de la camarera (aka, la madre de Loup). Al cabo de un tiempo, nace la niña y se ve que ha heredado la falta de sentido de supervivencia del padre. Una de las cosas que molan de esta novela es la relación con el hermano, en plan conchabados contra el mundo y haciéndose todos los favores que pueden, junto a la forma en que se organiza el grupito de jóvenes de la iglesia para defender a los que no pueden defenderse. Por otro lado, hay varias escenas de boxeo que requieren entender aunque sea lo mínimo del deporte para poder disfrutarlas. No están mal descritas es solo que hay cosas que se dan por supuestas y no acaba de quedar del todo claro. Eso sí, las relaciones amorosas y la búsqueda de la identidad de Loup es otro de los grandes focos (bien tratados) del libro. Una maravilla en la que va señalando la falsa necesidad de la normalidad y cómo reacciona la gente ante lo diferente.
Cada uno de los personajes tiene una voz completamente distinta al resto, lo que se agradece ya que demuestra que en ningún caso se pueden meter en cajitas con etiquetas y quedarse tan tranquilos. Hay muertes, bastantes, pero sobre todo hay una sensación constante de esperanza a pesar de las dificultades que se consigue a través de unos personajes que, incluso cuando se rinden, buscan hacer lo mejor para aquellos que los rodean. Hasta tal punto que la verdadera maldad en este libro surge en los que estando en una situación de poder no son capaces de dejar ni siquiera ese resquicio de esperanza sin aplastar. Es precisamente ese detalle, cómo las estructuras de poder ponen la miel en los labios a los desposeídos, lo que hace que toda la novela resulte verosímil, con una sensación agridulce que pesa en el alma mientras te anima a seguir luchando porque no solo se pueden cambiar las cosas, sino que, muchas veces, a los más débiles el rayo de esperanza les basta para ser capaces de seguir con vida. No se trata de un libro aburrido precisamente, dado que todas estas perlas te las da mostrando la vida en ese puesto de avanzada militar en el que han convertido el pueblo.
El estilo de Jacqueline Carey, como ya he dicho, es directo. No se anda con chiquitas y te muestra todas las emociones de los distintos personajes, así como la potencia de las mismas, sin dejarte ningún resquicio de duda. La evolución en los personajes es constante, pero siempre te muestra primero su núcleo, aquello que no van a cambiar, para luego demostrarte que van a ir mejorando usando eso como base. La forma que tiene de describir los combates de boxeo es un hallazgo. Era una de las cosas que me echaban para atrás en principio, ya que es un deporte que no entiendo ni me interesa, pero consigue que veas la lucha a través de los ojos de alguien que sabe y, de esa forma, lo entiendas.
En definitiva, Santa Olivia es la primera parte de una saga con muchas posibilidades. Su foco en las relaciones (con representación LB) está muy bien conseguido, ya que muestra la forma en que cada personaje que entra influencia y cambia las reacciones del resto. También es interesante ver cómo la poca idoneidad del escenario no le impide mostrar que hay mundo más allá de las barreras que marca y que, como siempre, las historias que llegan al público son solo las que el poder quiere, excepto cuando un valiente se enfrenta a todo por conseguir un cambio.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 8 |
Mental: 8 |
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Amor: 8 |
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Estilo: 8 |
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Personajes: 8 |