Título: Scales and sensibility
Autora: Stephanie Burgis
Editorial: Five Fathoms Press
Saga: Dragones de la Regencia I
Páginas: 307
Sinopsis: La sensata y pragmática Elinor Tregarth pensaba de verdad en convertirse en la familiar pobre modélica cuando se mudó a Hathergill Hall. Desde luego, no pretendía secuestrar a la mascota draconiana de su terrible prima Penelope. Tampoco esperaba enamorarse del desvergonzado pero sorprendentemente dulce cazafortunas que vino a cortejar a Penelope. Y aun menos pensó que se vería obligada a entrar en un engaño mágico increíble para salvar el futuro de sus hermanas pequeñas.
Opinión: Como sabréis, una de mis debilidades son las historias de amor en las que hay dragones o magia. Otra de mis debilidades son las historias de la Regencia, algo tienen esos bailes y esas emociones contenidas que me encantan. De vez en cuando, como hice con Shades of milk and Honey, o con Garras y Colmillos, me gusta leer una novela de este estilo, vamos, no las busco como las que tengan desierto y genios, pero me quedo cerca. Entonces, cuando la autora del Dragón con corazón de chocolate anunció que su nuevo libro iba a ser precisamente de esto, como comprenderéis, me puse muy contento. Tanto, que busqué el libro en cuanto pude y lo puse en lo alto de mi lista de prioridades, que, como cualquier lector sabe, implica que en un periodo entre seis meses y seis años, el libro caería como lectura. Al final fue mucho menos, y pude ponerme con él al poco tiempo. Y vamos que no decepcionó, es todo lo que uno puede esperar de ese estilo de historia.
Y los que me seguís no tendréis problema en reconocer la trama, porque, siendo sinceros, es una trama manida y usada por todos los medios. Sin embargo, tiene ciertos detalles que son, como mínimo originales. Por ejemplo, los dragones no tienen magia, son unos bichsos anturales que las damas deciden llevar al hombro, para disgusto de sus pobres estómagos. Sobre todo cuando toca alguna un poco maleducada. Y, claro, esto no pudo sino recordarme a los pobres dragones que conocemos en Pratchett y sus Guardias, guardias. Y es que la primera escena que tenemos en el libro es digna de Pratchett en cuanto a su humor en el subtexto, mientras por delante te están mostrando una situación que no puede sino recordarte a otras muchas novelas: la pobre a la que usan de felpudo y que sin embargo es mejor persona que todos sus familiares ricos. Y, claro, justo te ponen la escena del día en el que se harta y decide largarse de casa después de soportar todas las maldades de su prima. Y, no nso engañemos, en toda la novela te deja muy claro que el bullying al qeu la someten es terrible y, además, te hacen ver que no es cuestión solo de cómo se ha educado, sino de decisiones conscientes de ser mala persona.
Un detalle que me ha gustado mucho es que en esta novela tenemos en un papel interesante a los sirvientes. Tanto para bien como para mal, son parte de las relaciones y de la sociedad en la que viven, de forma que nos solo tienen deseos de venganza contra las señoritas que les tratan mal, sino que saben todos los cotilleos para poder protegerse en caso necesario. Lo que no quiere decir que todos sean buenas personas, no, sino que saben el mudno en el que viven ylas necesidades que eso supone, mucho más que las señoritas, por muy pobres que sean. Hay una cierta magia en un relato de regencia que no se olvida de que también son personas, y no los utiliza solo como argumento de la escalera social, ni solo para demostrar lo buenos que son los protagonistas que no ignoran a la gente que les rodea y les hace la vida más fácil.
Por otro lado, la relación que se convierte en el foco de la historia es un slow burn muy bonico, sobre todo porque luchan por el amor a pesar de lo que la sociedad les va a entorpecer. Además, no hay malentendidos idiotas, sino que simplemente ven que no es fácil y van poco a poco reconociendo las barreras que se encuentran y dónde pueden poner ellos los límites. Un personaje que me ha encantado ha sido el que, muy probablemente, se convierta en el foco del segundo libro: el doctorando en dragones que está hasta los mismísimos de la sociedad y que rechaza las pruebas empíricas hasta que no le dejan más remedio que aceptarlas. Es un buen amigo que se ve metido en un embolado de cuidado, y se queja con claridad y le dice que lo de reírse de él intentando hacerle ver que los cuentos de hadas son una cosa real pues no mola.
En definitiva, si queréis pasar un rato entretenidos con una novela romántica en la que los dragones tienen un papel interesante, esta es vuestra novela. No sé si deciros que no esperéis mucha magia, porque, para mí, la forma en que está todo contado y la forma en que desarrolla las relaciones sí es mágica.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 9 |
Social: 9 |
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Mundo: 10 |
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Estilo: 9 |
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Personajes: 9 |