Título: Silverlegs, seeds of rage
Autora: Camilla Monk
Editorial: Yaypub
Páginas: 400
Saga: Silverlegs I
Sinopsis: Constanter, una chica de quince años con un don para la violencia y nada que perder, está huyendo. Para escapar de la granja en la que creció en una esquina remota del imperio occidental loriano. Para olvidar a la familia y la vida a la que nunca podrá volver. Huye hacia el este, hacia la distante guerra que solo conoce a través de las historias de los viajeros, un conflicto que dura veinte años y enfrenta a la mitad occidental contra la oriental.
Opinión: Esta reseña es de un ARC que conseguí via NetGalley, así que se lo agradezco a la editorial, a la autora y al propio NetGalley. La verdad es que lo primero que me llamó la atención fue la portada, así como la idea de una fantasía inspirada en el imperio romano (echo de menos a las Furias de Butcher) y quería ver qué me traía este libro. Como sabréis, me gusta más bien poco el grimdark, sobre todo si es sangriento o especialmente feo en sus ideas. Así que cuando empecé a leer y lo primero que me encuentro es que está huyendo de su padrastro que iba a violarla pues no me dio muy buena espina. Sin embargo, el libro se redime y, aunque muestra un lado especialmente feo de la sociedad, como es un ejército de mercenarios en una guerra civil, no se ceba en exceso con la oscuridad.
Uno de los momentos más complicados es ver que sigue empleándose la violencia sexual para generar reacciones potentes en los personajes. No es algo que agradezca en las novelas que leo, y, en esta en particular, ya os aviso que hay dos instancias diferentes, si bien en ningún momento se ceba con la descripción del momento en sí (ya que en ambas llegamos a toro pasado). Hay un detalle interesante y es que, en este caso, en vez de emplearse el sufrimiento del personaje femenino para hacer avanzar la plotline del personaje masculino, como suele pasar, nos encontramos con una inversión. Es interesante cómo evolucionan todos los personajes a través del dolor principalmente, y lo poco que emplea los momentos dulces para hacerlos crecer. Por otro lado, los personajes sufren y ven el mundo de una forma desapasionada, buscando la supervivencia y cebar a la bestia que llevan dentro. Es interesante porque muestra de forma convincente los pensamientos y el sufrimiento que lleva parejo el ser capaz de causar daño a otros seres humanos.
La historia en sí es bastante sencilla: la chica consigue huir de su casa, la confunden con un chico y tiene que mantener esa fachada para no ser empleada como parte del prostíbulo (hay un punto interesante porque es la única mercenaria de todo el ejército, el resto de mujeres son todas débiles y parte del campamento «sumisa»). A pesar de lo cual, la que la descubre dice que no es la primera que ve que hace eso, ni la primera guerrera que conoce. Sin embargo, se ve cómo la autora también da valor y fuerza a esa forma de supervivencia. En este caso, podemos ver cómo lo que más critica la autora con su novela son tanto el fanatismo religioso como lo que el ansia de poder hace a la gente. El giro final me lo esperaba básicamente desde la mitad del libro, así que no me ha sorprendido demasiado, pero está muy bien construido para que lo veas venir y esperes que no se cumpla.
En definitiva, se trata de un libro interesante, que, aunque a mí no me ha gustado especialmente por la cantidad de sangre y vísceras, creo que consigue transmitir esa sensación de momento violento y sin verdadero futuro que debían sentir los mercenarios. Tiene también ciertos detalles interesantes en la nota de la autora al final que equilibran y dan un cierto marco a lo que sucede en la novela.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 7 |
Sociedad: 7 |
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Sangre: 8 |
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Estilo: 7 |
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Personajes: 8 |