Se encontró el hacedor con una historia sorprendentemente bien contada.
Título: Soy tu primera vez
Título original: Firsts
Autora: Laurie Elisabeth Flynn
Traductora: Elia Maqueda
Editorial: Roca Editorial
Se publicará en castellano el 5 de mayo
Sinopsis: En Milton High todos los chicos tienen algo en común por muy diferentes que sean entre ellos. Empollones, deportistas, raperos, frikis y los que pasan desapercibidos… Ese algo en común tiene curvas y toda una historia detrás de su melancólica sonrisa: Mercedes Ayres.
Opinión: La verdad es que mis expectativas sobre este libro eran malas, de hecho, me esperaba algo semejante a
Besos entre líneas o
El fuego en el que ardo: un libro que tratase un tema delicado y se equivocase en todos los puntos en los que se pudiese equivocar, unido a un machismo fortísimo. No voy a decir que no tenga puntos que mejorar, más estilísticos que de mensaje, la verdad, pero se trata de una novela que limpia el paladar perfectamente.
La trama es relativamente sencilla, y bastante libre de drama gratuito, de tal manera que nos encontramos con Mercedes en el último año de instituto. Esta chica ha tomado la decisión de enseñar a los chicos que van a tener su primera vez con sus novias para que sea la mejor experiencia posible para estas. Además, tiene una vida muy estructurada, como si fuera una formula química: tiene a su mejor amiga que es una niña buena y lleva el grupo de oración del instituto. Quiere esperar hasta el matrimonio y su novio es el típico futbolista. Todo bien por ahí, en principio. Luego tiene a su compañero de química, con quien le une la anatomía que estudian los miércoles a la hora de la comida. Todo controlado, sin dejar que los sentimientos ni palabras como novia o relación se entrometan, al menos por su parte. Tiene una madre ausente que emplea la cirugía estética para parecer más joven y va de hombre en hombre, que a ella no le importa excepto porque nunca la trata como una madre normal. Cuando lleva diez vírgenes en su haber, todo empieza a cambiar. Sabe que tiene que poner fin al tema, pero al mismo tiempo le resulta imposible no ayudar a los que se lo piden, aunque cada vez nota que algo ha cambiado. Además, ha llegado una nueva chica al instituto y no tiene claro si se le está insinuando a ella o a su compañero de química. Pero, sin duda, busca su amistad. La trama no dista mucho de lo que podríamos encontrar en una serie de instituto, ni busca alejarse, sino que quiere ponernos en la mente de esta chica y hacernos comprender lo que puede sentir alguien a quien las cosas le van realmente mal.
Normalmente, estas novelas tienen varios problemas: el machismo que desprenden a través de las reacciones de la protagonista, la idealización de la sociedad en un maniqueísmo horrible, el drama gratuito, la construcción de los personajes a partir de sus palabras sin actos que lo reflejen realmente, un mensaje ambiguo o directamente erróneo… Basta con que escuchéis el café literario que hicimos o leáis la reseña de El fuego en el que ardo para entender por donde voy. No es eso lo que os vais a encontrar en esta novela. Si hay dos palabras que la definen claramente son: responsabilidad y realismo. Puede verse perfectamente el esfuerzo de la autora por conseguir transmitir exactamente el mensaje que quiere que el lector entienda: somos responsables de nuestros actos, pero los demás también son responsables de los suyos. Además, tiene varios momentos muy claros, con diálogos entre Angela y Mercedes sobre los chicos y su insistencia en tener sexo, así como respecto a la posibilidad de denunciar cuando solo es su palabra contra la del chico. No justifica que no se denuncie, uno de mis grandes miedos con esta novela cuando comenzó ese diálogo, sino que explica qué siente la chica y por qué no podía denunciar. Si algo consigue la autora es que, aunque puedas sentir que Mercedes no es una buena persona, y realmente no creo que sea tan mala como la pintan algunas reseñas, que parecen hechas desde el púlpito, puedas empatizar con ella y comprender la dureza de las situaciones a las que se enfrenta y sus sentimientos de inseguridad. Consigue que te pongas en la mente de la chica sin muchos problemas, en parte porque emplea muy bien la primera persona. Por otro lado, la poca perspectiva que nos da de los chicos nos muestra a los típicos adolescentes hormonados, que es lo que podemos esperar, y a Zach. Con esto quiero decir que ella misma les identifica con motes al escribir sobre ellos en su diario, lo que hace que les juzgue con dureza. Además, hay una serie de sucesos más allá de la mitad del libro que hace que te des cuenta de que ellos no van a responsabilizarse de sus acciones, y eso consigue que te caigan realmente mal, y que puedas comprender la reacción de ella hacia ellos.
Otro detalle genial es lo vivos que parecen todos los personajes. No son simplemente instrumentos para que la autora cuente la historia de la chica, sino que se ven envueltos en decisiones y acciones distintas. Y poco a poco te muestran todas sus caras, si bien siempre desde la perspectiva de la chica. Además, la autora tiene mucho cuidado de no hacer que ninguno sea la perfección completa, sino que todos tienen unos grises muy marcados. Excepto el psicópata de turno, ese que desearíamos que no existiera pero que al mismo tiempo es alguien a quien podemos reconocer sin grandes problemas. De hecho, una de las cosas que más me han asombrado de este libro es cómo normaliza una serie de detalles que en otros libros se fuerzan y quedan mal no, lo siguiente. Sin duda, no es la panacea, todavía tiene ciertas escenas que me dan bastante reparo. El estudiante de intercambio, por ejemplo, me da bastante asquito, por ser la única imagen que hay de latinos. Y quizá el mayor problema que le encuentro al libro es el final. «El amor lo supera todo» es un mensaje muy optimista, quizá demasiado teniendo en cuenta lo que hemos visto a lo largo de la novela. Y, sin embargo, es un final perfectamente justificado a lo largo del libro. Quizá hubiera podido ser más arriesgado, ser más completo y rompedor si se hubiera hecho la otra pareja, pero funciona realmente bien.
Todo el libro está preparado para llevar los mensajes que quiere transmitir la autora, incluyendo el estilo de primera persona elegido. Una primera persona mucha más cercana y directa que os habituales pensamientos sueltos o la narración desde un futuro indeterminado. Se trata de ver qué es lo que siente y piensa la protagonista de forma directa, para que el lector pueda empatizar y pueda verse reflejado, no en la protagonista, sino en los demás y así pueda comprender lo que hace el ciberacoso a una persona, o los que siente alguien a quien se le impone al presencia o el miedo de una chica ante el chico que puede haberse intentado propasar. Todo funciona perfectamente porque todo el lenguaje es creíble, todas las reacciones son verosímiles y, sobre todo, el mundo es perfectamente real. No, no hay referencias a películas ni a libros para demostrarlo, ni siquiera hay cameos de famosos, no. Pero se siente mucho más real que la mayoría de los libros que idealizan un mundo de blancos y negros perfectos en los que lo único que importan son las relaciones de los personajes. Aquí lo que importan son los sentimientos, tanto los de la protagonista, como los que ella intuye en los demás. Sin embargo, hay algunos detalles estilísticos, como rayas que no aparecen donde deberían y complican la comprensión de un diálogo o algunas construcciones extrañas dentro del estilo del libro donde se rompe la ficción de la primera persona. Esto son pequeños puntos negros que dificultan darle una puntuación alta, pero que no complican la lectura en demasía.
En definitiva, es una gran oportunidad para leer un libro juvenil romántico con mensaje que realmente merece la pena. No nos engañemos, no es un libro agradable, los mensajes no se muestran en los diálogos, excepto el juicio a los chicos que presionan hasta conseguir lo que quieren y los que se aprovechan. No nos engañemos, no es un libro con moralina, es un libro con moral.
Impresión general
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Puntuaciones
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Trama: 8
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Personajes: 9
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Verosimilitud: 7
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Estilo: 7
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Moralidad: 8
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Vale, me has convencido. Parece un poco increíble que lleve bien un tema tan peliagudo y que encima mande buenos mensajes. Y me pica la curiosidad las circunstancias de Mercedes, la verdad. Ya te diré cuando lo lea.
¡Gracias por la reseña!
Vale, me has convencido. Parece un poco increíble que lleve bien un tema tan peliagudo y que encima mande buenos mensajes. Y me pica la curiosidad las circunstancias de Mercedes, la verdad. Ya te diré cuando lo lea.
¡Gracias por la reseña!