El hacedor descubrió que, en el fondo, todas las especies galácticas son España al enfrentarse a Eurovisión.
Título: Space Opera
Autora: Catherynne M. Valente
Editorial: Corsair
Páginas: 352
Sinopsis: Hace un siglo las Guerras de la Inteligencia casi acabaron con la idea de vida inteligente, por no hablar de los agujeros que dejaron en la galaxia. Como resultado, surgió una curiosa tradición, algo que animara a los supervivientes y uniera a los mundos divididos con el espíritu de la paz, la unidad y el entendimiento
Opinión: La verdad es que es difícil dar una opinión clara sobre este libro. Os puedo decir que os gustará o lo odiaréis dependiendo de una serie de factores, entre los cuales se encuentra cuánto os guste el concepto de Eurovisión. Pero ese no es el verdadero foco del libro, y es complicado darse cuenta de por dónde van los tiros en algunas ocasiones porque, en el fondo, la autora está haciendo algo con los personajes que no te esperas. Digamos que su forma de entrelazar la historia y el motivo de la misma con lo que está sucediendo en la página es, cuando menos, sutil. Pero vayamos al lío.
La trama de la novela nos lleva al lado de un grupo de música bastante destrozado, digno de Eurovisión por su esperpéntico estilo. Y una visita alienígena que dice que ya que empezamos a salir del cascarón, mejor comprobamos primero si sabemos comportarnos como seres civilizados o nos eliminan y ya probarán en unos cuantos siglos o milenios con la siguiente especie inteligente. Pero eso es solo el escenario, como buena canción de Eurovisión, la letra y el cómo se ve lo que se cuenta es mucho más interesante que la trama. Así, tenemos a una autora que sabe estirar el inglés hasta unas cotas sorprendentes y que aprovecha para dar rienda suelta a su imaginación respecto a cómo pueden ser los seres alienígenas. Así, el guía de nuestro particular grupo de música aprovecha cada vez que puede para mostrarnos detalles de la sociedad galáctica. Por no hablar de los momentos en que el narrador se va del lado del grupo y nos cuenta historias que ocurrieron en la galaxia. Es decir, que sí, que la trama ocupa la menor parte del libro, ¿y qué? Lo que disfrutas con todo lo que rodea la historia y con su forma de contarla merece la pena infinitamente.
El estilo empleado en la obra, con un humor que hereda lo mejor de La guía del autoestopista galáctico en contenido, es una locura. No, en serio, frases de más de cien palabras porque los adjetivos consecutivos molan, adjetivos que no sabes cómo conjuntan pero lo hacen porque así funciona el lenguaje, verbos, nombres y adverbios que juegan a acercarse y alejarse a lo largo de la historia como si no pasara nada. Todo, para darnos una idea de la irrealidad absoluta que rodea el ambiente. Y todo funciona. Y funciona demasiado bien para ser cierto. Pero oye, si no eres nativo de inglés lo pasas mal, porque el juego con el lenguaje te hace sufrir y disfrutar a partes iguales. Aunque quizás los nativos también lo sufran, qué sé yo. El caso es que es un sufrimiento maravilloso capaz de descubrirte cómo el lenguaje no se limita a menos que nosotros lo limitemos. Y que por más que te digan que te inventas etiquetas muy raras, más raras se las inventan otros. Pero, sobre todo, te sirve para ver cómo el lenguaje se emplea como herramienta de autoconocimiento y recreación propia. Y todo eso mola.
En definitiva, si tenéis un nivel alto de inglés, este libro será una de las mejores lecturas que podáis realizar este año, si no, seguirá siéndolo pero con un diccionario y mucha paciencia de compañía. Aprovechad la función WordWise de Kindle, amigos míos y disfrutad de una epopeya musical aderezada con identidad, raza y humanidad en los seres menos humanos que os podáis imaginar. No, en serio, no os podéis imaginar lo poco humanos que son. Que incluso deciden que lo de matarse está mal y que mejor cantan para ver si merece la pena conservar con vida al resto de especies.
Impresión general
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Puntuaciones
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Especial
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Filosofía: 10
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Estilo: 10
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Personajes: 10
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Sentimientos: 10
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Trama: 10
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Jo, lo había entendido de forma literal y me había llamado la atención por el tono cómico que desprendía… Pero no es literal ;__;
Es muy cómico, y el grupo que mandan es el que enviaríamos los españoles. Con toda seguridad. Pero también tiene un punto serio. Y es Eurovisión en el Espacio.