Título: Spirit Gate
Autora: Kate Elliot
Editorial: Gollancz
Saga: Crossroads I
Páginas: 630
Sinopsis: Durante siglos, los Guardianes gobernaban los Cien, pero estas criaturas supernaturales han desaparecido de la vista de los hombres. Solo los reeves, que patrullan sobre enormes águilas, representan el poder de los Guardianes.
Opinión: Si ha habido un descubrimiento que me ha llegado de la WorldCon de este año, es precisamente Kate Elliot. Si ya disfruté con sus historias cortas, no os cuento cómo he disfrutado del inicio de esta saga épica. Sí, son muchas páginas y muchos personajes, pero tiene tantas cosas a su favor que no sé ni por dónde empezar. Ahora bien, la muerte de uno de los personajes en las primeras cincuenta páginas duele como pocas.
La trama sigue a varios personajes según se empiezan a enfrentar a las sombras. En primer lugar tenemos a Joss, un hombre de mediana edad que vuela a lomos de un águila gigante y que es parte de la policía del lugar, más o menos. Digamos que se encargan de mantener la ley y el orden según unas leyes grabadas en piedra y que, supuestamente, son incorruptibles. Pero pasan malos tiempos, dado que hay gente que los está cazando y que, además, su trabajo es cada vez peor visto porque nunca llegan a tiempo para salvar a los inocentes. Además, hay gente conspirando en su contra. Por otro lado, tenemos a Mai y a Anji, una joven y su esposo, que viajan desde los confines orientales en busca de un lugar donde Anji no esté en peligro de muerte. Mai está acostumbrada a la poca libertad de las mujeres en su sociedad de origen, pero, al mismo tiempo, ve que hay situaciones peores por donde pasa, incluyendo un sitio donde hay prácticamente una teocracia con emperador incluido. Finalmente, tenemos a Zubaidit, una acólita de la deidad conocida como «la que no tiene piedad», cuyas sacerdotisas son las encargadas de la vida, la muerte y el placer en el territorio de «los Cien», que es donde sucede la mayor parte de la acción.
Una de las grandes bazas de este primer libro es que te muestra las distintas culturas perfectamente, poniendo siempre a algún forastero para que las explicaciones, cuando llegan, sean lo más fluidas posible. Y trata muy bien esas sensación de extrañeza, todo sea dicho. Pero también tenemos muchas partes que no se explican sino que simplemente se viven, porque el punto de vista es el de alguien que está acostumbrado a esa situación, así que no necesita explicar nada. Es un equilibrio precario cuando la escritora decide hacerlo así, pero Kate Elliot lo hace de una forma maravillosa. Otra parte interesante es que, en vez de basarse simplemente en una época medieval europea, coge la Ruta de la Seda y se la reimagina, con todo lo que ello conlleva de temas religiosos, culturales y de comercio. Y le queda verosímil, sin ningún punto que te saque de la historia, sino que solamente vas descubriendo detalles fantásticos como los viven los personajes. Así, cuando hay una persona que ve fantasmas, puedes notar que hay distintas reacciones según la cultura en la que se encuentren. Por otro lado, el tema de los matrimonios, los esclavos y todo el resto de detalles de una época romanotardía, cercana a la llegada de los hunos a Europa, está perfectamente tratada para que el lector pueda entenderla y, al mismo tiempo, para que se vea con ojos más actuales y entendamos los problemas que tenían.
La magia en este mundo está muy oculta, y muchas veces se trata más de antiguas historias que han ido pasando generación tras generación que de verdadera magia. Y, sin embargo, podemos ver que en los márgenes sigue habiendo magia y cosas extrañas que llaman la atención del lector por lo bien integradas en la vida cotidiana que están. Así, si hay unas águilas gigantes que todo el mundo conoce y que eligen a sus jinetes, pues hay una parte que lo trata como honor y otra parte que ve los problemas que eso ocasiona cuando eligen mal. Pero no es solo eso, es que justo al final, el cliffhanger en el que te deja es que precisamente esas historias pueden ser completamente reales. Y puede que estén hablando de algo mucho más importante de lo que parece, al tratar el alma del propio territorio y de sus guardianes.
Los personajes se enfrentan a decisiones complicadas, que les llevan por caminos que no esperan en muchas ocasiones y puedes ver cómo evoluciona su forma de pensar y cómo algunos de sus principios se ven puestos a prueba, y unos se rompen y otros resurgen con más fuerza. Es una lectura potente que hace que al final del libro tardes porque no quieres acabarlo porque sabes que en algún momento todo se complicará más todavía.
El estilo es brillante. Tiene frases perfectas, cada una de las voces está perfectamente diferenciada y puedes ver y sentir los lugares que te describe. Es sencillamente maravilloso, porque, además, demuestra tranquilamente que sus descripciones son vívidas y que no necesita ser excesivamente gore para transmitir la sensación de opresión y de desesperanza cuando eso es lo que decide. Y, aunque hay gente en las capas altas de la sociedad, lo más interesante es que te muestra todas las capas y su complejidad así como la forma en que los ricos se aprovechan de leyes y cómo los buenos administradores apenas pueden hacer nada cuando es la propia tradición la que les mantiene atados. Es interesante cómo la visión de la deuda como una esclavitud se puede extrapolar sin problemas a la actualidad.
En definitiva, si queréis una visión interesante, alejada, pero no demasiado, de la fantasía medieval y con ciertos puntos de vista interesantes en temas religiosos, culturales y de género, esta es vuestra saga, ahora bien, es una apuesta dura porque son muchas páginas y mucha potencia en la historia.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 8 |
Fantasía: 9 |
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Mundo: 10 |
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Estilo: 9 |
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Personajes: 9 |