Título: Supergirl Fuera de lo común
Original: Supergirl Being Super
Páginas: 208
Traducción: Isabel Moragón Timón
Opinión (del original): Muchos sabréis que me encanta el personaje de Supergirl, así que imaginaos mi ilusión cuando dijeron que le iban a dedicar una colección de varios números escrita por Mariko Tamaki y dibujada por Joëlle Jones. Era, además, lo que podía ser un reinicio, ya que no se encontraba anclada con nada de lo que era el pasado del personaje, más allá de su origen kriptoniano. Ni «es la prima de Superman», ni nada por el estilo. Solo es la historia de Kara Danvers, una joven que creció en un pueblecito en mitad de la nada y a la que le gusta correr por la noche y en las carreras del instituto. Tiene sueños de volar, pero por lo general es una chica más bien normalita.
Y claro, esto se alejaba del canon que yo conocía demasiado, incluso teniendo en ceunta que el canon de Supergirl es… digamos que poco amable, por no decir que los editores parecen odiarla con inquina. ¿Qué ocurre? Que al no tener ese peso, tampoco tiene esos valores que la convierten casi desde el principio en una heroína que sigue el buen camino, aunque sí ha crecido con un padre tipo Jonathan Kent, aunque más aterrorizado del resto del mundo de lo que los Kent lo estuvieron nunca. Quizá ese es uno de los giros que más me molestan de esta colección: Kara llega de pequeña, no tiene a Clark cerca y, en vez de aprovechar para que sea tan superheroína como Clark, Mariko solo nos muestra su primer momento de heroísmo y teñido de desgracia. Es decir, tiene la posibilidad de crear un nuevo inicio y encima te dan las mismas posibilidades que con Clark Kent y lo que haces es ponerla en medio de una desgracia y como una joven apática, a pesar de que sus amigas demuestran mucha energía. Una oportunidad perdida en ese sentido que, sin embargo, hace que la historia tenga mucha fuerza emotiva.
Ahora bien, el tomo está dividido claramente en dos partes: los dos primeros episodios en los que se nos presenta la realidad de una Kara que no recuerda Krypton, que sabe que es adoptada y cuyo padre es un conspiranoico bastante seco, decidido a que sus poderes estén ocultos por temor a los demás (más Jonathan Kent en la película Man of Steel que los Kent en las series o en los propios cómics de Superman). El final de esta primera parte es potente, traumático y recuerda a los primeros recuerdos de Clark sobre Krypton en Smallville. Por otro lado, la segunda parte tiene otra vez el miedo al diferente, en este caso en forma de experimentos sobre una persona y la reacción airada de este capaz de destruir todo lo que se le pone por delante. Sin embargo, luego nos descubren que el mundo este tiene tanto Lexcorp, como Lex Luthor, como Superman. Y nos genera muchas dudas, porque el final deja claro que estaba previsto que se convirtiera en una nueva continuidad para el personaje, pero, siguiendo la estela de esas decisiones de DC tan bonitas, se quedó parada ahí.
Hay muchos puntos positivos en esta historia: las amigas, la familia, a pesar de que el padre no sea lo mejor por el terror a lo diferente, aunque bien es cierto que te dan la historia de fondo con el motivo por el que tiene ese miedo. La forma en que va utilizando sus poderes y descubriéndolos. Que Kara no se llena de ira y no es su única emoción durante toda su vida (que es algo que hemos visto sobre todo en las últimas iteraciones del personaje a manos de DC). Es cierto que hay cosas no tan positivas: desde el cambio en la mitología de Krypton respecto a su aislacionismo como fuente de problemas, hasta la idea final de que realmente nos encontremos en un mundo donde Superman ya es adulto y sin embargo no se ha percatado en ningún momento de la existencia de Kara. Resulta extraño, sobre todo porque si realmente ya existía un Superman hay una escena que es bastante extraña. Tampoco me gusta demasiado la forma en que deciden cuál va a ser el antagonista o los múltiples antagonistas de la historia. Pero lo que menos me gusta con diferencia es la apatía que rodea a Kara por todas partes en sus acciones, frente a la vitalidad que demuestra el resto hasta que Kara empieza a usar sus poderes más libremente. Bueno, no, voy a ser sincero, lo que menos me gusta es que se convirtiera algo que estaba claramente destinado a ser un nuevo inicio del personaje con una continuidad nueva en una simple historia separada de todo el resto de la continuidad. Hasta el punto de que ni siquiera cuando se ve el multiverso se considera esta como canónica.
En definitiva, no es una mala historia pero Tamaki nos dio mejores historias con Hulka, claramente. Sobre todo, porque aquí parecec hacer a un lado toda la continuidad mientras que en Hulka aprovechaba perfectamente la continuidad dentro de la que se encontraba. Sin embargo, me hubiera gustado mucho que DC le hubiera dado mucha más cancha a esta visión, quizá incluso hacerla buque insignia de una nueva continuidad con autoras e ilustradoras dando su visión de un mundo de DC. Es una lástima que se haya quedado a medias de todo lo que podría haber sido.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 7 |
Sociedad: 8 |
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Amistad: 9 |
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Estilo: 8 |
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Personajes: 7 |