Título: The Cloud Roads
Autora: Martha Wells
Editorial: Night Shade Books
Saga: Books of the Raksura I
Páginas: 278
Sinopsis: Moon se ha pasado la vida ocultando lo que es: un cambiaformas que puede convertirse en una criatura alada. Huérfano con solo unos débiles recuerdos de su gente, intenta aclimatarse entre la gente del valle del río. Cuando vuelven a echarlo, se encuentra con otro cambiaformas que le promete que será aceptado en su comunidad.
Opinión: Muchos os habréis dado cuenta de que algo que me suele gustar en la fantasía es que se aleje del ser humano como narrador. En este caso, precisamente, tenemos a un ser cambiaformas como foco de la historia, una historia donde los humanos no existen y donde hay muchas razas de seres con inteligencia, algunos voladores, otros no. Y es que Martha Wells hace cosas demasiado chulas con los personajes no humanos como para no tenerla en cuenta (podéis leerla en castellano en Sistemas Críticos), y en este caso construye unas sociedades geniales con conceptos muy interesantes.
Últimamente, el término worldbuilding puede notarse algo denostado, sobre todo debido a los comentarios de cierta gente que le dan o demasiada importancia o demasiada necesidad de ser completamente verosímil desde un punto de vista científico, en vez de centrarse en la capacidad que tiene para maravillar al lector. En este caso, todo el worldbuilding construye unas sociedades creíbles y un mundo que cumple con sus normas internas y, sobre todo, consigue que el escenario se convierta en algo de lo que el lector realmente quiere saber más. Y, además, empieza por completo por sorpresa, sin dar ningún dato ni proponer al lector que se encuentra ante nada especial, sino que va dando sorpresas sin que él se lo espere. Es más, ni siquiera los propios personajes conocen tanto el mundo como para que se saquen de la manga datos que el lector no conoce, sino que, en varias ocasiones, ellos mismos descubren cosas al encontrarse por primera vez con ellas. Es un worldbuilding amable con el lector, además, que no supone que tenga que saber demasiadas cosas previas, sino que busca permitirle hacerse ideas en su cabeza, para luego proponerle nuevos datos y que vea si eso cuadra.
Eso sí, este foco que acabo de hacer en este tema no significa que abandone ni la trama ni a los personajes. Porque de qué sirve un buen worldbuilding si luego no haces nada novedoso con tus personajes ni con tu trama. En este caso, tenemos a una especie de parásitos que va destruyendo a todo el resto y a la que todos temen, incluyendo el protagonista cuando está solo. El caso es que hay otra especie, con unas características muy parecidas, a la que pertenece el protagonista. Y claro, hay problemas. Sobre todo para el protagonista, que al principio, como ha crecido separado de los suyos, no se fía ni de su sombra. Sin embargo, uno de los temas importantes de la novela es precisamente sentirte parte de algo, encontrar un hogar y eso hace nuestro protagonista, con bastantes tropezones, porque no está acostumbrado a las exigencias sociales que supone formar parte de esa sociedad. Una cosa que me ha gustado mucho es la forma en que se emplea la figura del mentor y al mismo tiempo cómo va mostrando que él, alguien que ha estado lejos mucho tiempo, tiene cosas que aportar a la sociedad.
En cuanto a la trama, va dando bastantes tumbos de un lado a otro y hay cosas que solo se descubren casia l final, pero que te dejan caer como detalles mucho antes del descubrimiento completo. También es muy interesante dentro de la trama, cómo uno de los focos es la autonomía y el libre albedrío a la hora de formar parte de una sociedad. Y es que hay muchas capacidades para limitar el libre albedrío en este mundo, pero siempre se ven como algo negativo (lógicamente), y precisamente por ello desprecian con esa fuerza a la especie parásita, porque elimina el libre albedrío y crea una especie de mente colmena.
En cualquier caso, se trata de la primera parte de una trilogía que, si sigue con este nivel, bien puede ponerse entre lo mejor que ha dado la fantasía en cuanto a creación y juego con las reglas de los mundos. No es una lectura sencilla en inglés, precisamente por la cantidad de términos inventados y por la forma en que te los suelta sin que te lo esperes, pero sí es muy agradable de leer una vez superas esa barrea (que ojalá lo trajeran en castellano, para que fuera más sencillo).
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 8 |
Mundo: 9 |
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Amor: 8 |
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Estilo: 9 |
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Personajes: 9 |