Escuchó el hacedor hablar de una tierra donde las historias creaban figuritas.
Título: The Story Peddler
Autora: Lindsay A. Franklin
Editorial: Enclave
Saga: The Weaver Trilogy
Páginas: 336
Sinopsis: Tamwen no cuenta simplemente historias, las teje en figuras luminosas cristalizadas que luego vende por un precio razonable. Pero la única forma de escapar de su cruel mentora y salir de la pobreza es conseguir ser algo mejor, la Cuentacuentos Real.
Opinión: Seguimos con peticiones a NetGalley. En este caso, lo que me llamó la atención y me hizo querer leerlo fue la idea de las historias narradas que se cristalizaban en figuritas. Me parecía una analogía muy bonita que podía dar mucho juego bien empleada. La historia no me decepcionó, aunque no fue en ningún caso por donde me esperaba que fuera. Su ritmo no es constante sino que tiene una primera parte un tanto lenta para presentarnos al personaje que sirve para establecer todo el worldbuilding que este conoce.
La trama parte de una joven con ambición, que quiere ganarse el pan con su don para las historias en un reino aplastado bajo el puño de hierro del usurpador. Lo que empieza como una historia de viajes y costumbrista de la zona, pronto se convierte en preparación para la rebelión y en un oscuro secreto que desvelar. Nada sorprendente, por tanto, que hablemos de una historia que, aunque bastante típica y centrada en las emociones y en los secretos de cada uno, tenga una cierta relevancia al pensar en cómo las historias que contamos marcan lo que se conoce y se acepta del sistema en el que vivimos. Así, por ejemplo, aceptar o no la expresión de Consejo de Ministras implica cuán especial consideramos dicha situación. Esto, en el caso de la historia, viene a raíz de que solo haya una forma de contar las historias que sean aceptadas, casualmente las que apoyan a las deidades de los templos con poder político así como al rey. Nada extraño por aquí.
Los personajes están bien definidos, pese a que, para mí, va demasiado rápido de un grupo a otro y solo se nos queda el poso de la protagonista, a la que conocemos y vemos cómo va descubriéndose a sí misma. Es interesante, también, por cómo marca la diferencia entre aceptar los sentimientos y no plantearse que haya algo más allá, algo que no le corte las alas. También es interesante cómo establece en la figura de la princesa, cuyo punto de vista se nos muestra, el tema de la justicia y su lugar en la lucha contra la opresión sistemática que ejerce su padre. Hay varios secretos que se desvelan hacia el final del libro que dejan en el aire por dónde pueden ir las continuaciones, tanto en cuanto a nivel de aventura como a sentimientos.
El estilo de la autora es brillante en muchas ocasiones, con unas descripciones maravillosas de lo especial, pero le fallan las descripciones de lo prosaico, como si todos debiéramos tener claro cómo es un salón del trono o las habitaciones de un castillo. Por suerte, sí que nos presenta y nos recuerda a menudo qué ven las protagonistas al ver a los distintos personajes, cosa que ayuda a que les cojamos cariño a los secundarios.
En definitiva, es un buen libro que hará las delicias de aquellos que buscan una fantasía juvenil con cierto mensaje pero que se queda un tanto en la superficie, permitiendo al lector no sopesar del todo aquellos que lee contra la sociedad en la que vive.
Impresión general |
Puntuaciones |
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Trama: 7 |
Magia: 8 |
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Política: 6 |
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Estilo: 7 |
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Personajes: 7 |