The Unbroken

Título: The Unbroken

Autora: C. L. Clark

Editorial: Orbit

Saga: Magic of the Lost I

Páginas: 464

Sinopsis: Touraine es una soldada. Robada de niña y criada para morir y matar por imperio. Su única lealtad la tienen sus compañeros conscriptos. Pero ahora, han mandado a su compañía a la tierra que les vio nacer para detener una rebelión, y los lazos de sangre pueden ser más fuertes de lo que se imaginó.

Luca necesita a alguien capaz de cambiar de bando según sea necesario. Alguien tan desesperado para bailar en la línea de la traición y las órdenes. Alguien que pueda convencer a los rebeldes de la necesidad de paz mientras ella se centra en lo importante de verdad: quitar a su tío del trono.

Opinión: Hubo el año pasado lo que se llamó “La tríada sáfica” compuesto de El trono de jazmín, She who became the sun y este libro. Yo tuve la suerte de leer los tres con cierta separación, y puedo decir que las semejanzas entre ellos no acababan precisamente en el tema de la relación sáfica, ya que también tenían un tono anticolonialista muy fuerte. En el caso que nos ocupa, se trata de una situación más semejante a la del Norte de África con los imperios europeos preprimera guerra mundial.

Para hablar de este libro, hay que tener claro que nos encontramos ante una novela centrada en los personajes y en su relación con el pasado y con la situación imperialista que se da a su alrededor. Ambas protagonistas tienen lazos con el pasado del país en el que están, una como soldada a la que alistaron a la fuerza en un intento de civilizar a los bárbaros habitantes del país, la otra como hija y supuesta heredera del rey que conquistó los territorios durante la anterior generación. A la primera, la situación de irrealidad al no encajar bien ni entre sus antiguos conciudadanos, que no están seguros de a quién es leal, ni realmente en el reino opresor donde, salvo honrosas excepciones, se considera que son poco más que animales supersticiosos. Hay muchas situaciones donde se nos muestra cómo se enriquecen a costa de los oprimidos y la brutalidad de la generación previa. Eso se nos compara con la situación de lo que, desde el punto de vista español, serían los criollos, donde las relaciones con sus coetáneos son menos brutales, si bien sigue habiendo una diferencia de poder considerable.

Por otro lado, la política marca con fuerza toda la novela, si bien en muchas ocasiones la política acaba siendo un “No hagas eso” “Uy que no, y encima con ganas” que puede acabar siendo un poco cansino. No es incongruente con el resto de acciones del personaje en cuestión, pero acabas preguntándote qué tiene en la cabeza para no ver las consecuencias claras de sus acciones. Hay mucho tira y afloja, porque la situación no es sencilla y requiere mucho tino para entender a los personajes y no pensar que lo hacen todo sin pensar.

Sobre la magia, porque en este libro hay varios tipos de magia y ninguno precisamente agradable, puedo decir que siempre es interesante ver a gente que culturalmente considera imposible la magia enfrentarse a la posibilidad y luego a la certeza de que esa magia es real. Y no solo real, sino que forma parte del tejido intrínseco de la realidad en la que viven, por más que quieran negarlo. En este libro, cuanto más pasa de tiempo con ese tema, más interesante resulta, porque los personajes del imperio están investigando si es cierto que existe esa magia y cómo emplearla para ganar ellos… y no se esperan que les salga la jugada mal.

En definitiva, si queréis leer un libro con una relación slow-burn pero muy slow… y os interesa la situación anticolonialista dentro de la fantasía, esta es una buena opción. Vamos, de lo mejorcito que podéis leer con estas características. También es cierto que es una de esas novelas que dejan claro que la homofobia no es la situación natural de una sociedad, que puede haber otras opresiones y no tener que centrarse en la lgbtfobia.