Un minuto antes de la oscuridad

      1 comentario en Un minuto antes de la oscuridad
Escuchó el hacedor hablar de los últimos días de Madrid



Título: Un minuto antes de la  oscuridad
Autor: Ismael Martínez Biurrun
Editorial: Fantascy
Páginas: 315
Sinopsis: Tras una serie de colapsos y revueltas, Madrid se ha replegado sobre sí misma y ha dejado de ser una ciudad segura más allá de la M-30. Las autoridades han cortado todos los suministros a los barrios del exterior, donde la policía ya hace tiempo que no patrulla. Cada día, familias como la de Ciro, Sole y su hijo se encierran en casa y cuentan los minutos hasta el anochecer, cuando una extraña multitud silenciosa toma las calles.En medio de esta atmósfera irrespirable, Ciro deberá elegir entre huir con los suyos o luchar contra el avance de la barbarie: un dilema que partirá por la mitad el corazón de esta familia y que les llevará a cuestionarse quiénes son en realidad.


Opinión: Nos encontramos con una novela claramente preapocalíptica (si bien en este caso está claro que va a suceder) aunque para mí gran parte de lo que se muestra es claramente apocalíptico, solo que está dentro de la espiral de violencia y destrucción que uno puede esperar de un fin del mundo controlado. En esta ocasión, no vamos a saber cómo les va a los americanos, ni a ningún otro sitio anglosajón, sino que nos encontraremos con la reacción española, y más concretamente madrileña, frente a la llegada de la barbarie que acabe con nuestra civilización.

Decían muchos filósofos, o al  menos eso fue lo que me enseñaron en el colegio, que la civilización es solo una pátina de cultura y ley que los humanos elegimos para alejarnos de nuestros rasgos animales. En este caso, se juega con la idea de qué pasaría si, al perder lentamente los privilegios que la civilización nos ha dado, los humanos decidiéramos que tampoco tenemos por qué mantener esa pátina. Para ello, el autor se centra en la vida de tres personas, a las que a mitad de la novela se les une una cuarta. Estas tres personas conforman una familia que, ya desde el principio, no está pasando por sus mejores momentos. Viven a las afueras de Madrid, en un chalecito, pero… ya no hay casi ningún servicio público donde están y además hay una especie de salvajes que matan a las personas y se llevan a sus hijos. Con esa perspectiva, el hombre, Ciro, sigue manteniendo la ficción de la civilización acudiendo a trabajar como profesor universitario para los pocos alumnos que siguen asistiendo. Por otro lado, Sole… digamos que reprocha muchas cosas a Ciro, y que siempre tiene que ir por su lado, pero sin tener ninguna vida aparte del tercer personaje: Pau, su hijo.

Podríamos dividir la trama en dos grandes partes: la vida de Ciro en Madrid y la vida de Sole en la urbanización. Estas vidas se van entremezclando con llegada de personajes especiales incluida, puesto que debido a la mala conciencia de Ciro consiguen un guarda de seguridad para su casa: el clon —que en este caso tiene el acertado nombre de mimético— que su padre pagó antes de que todo se fuera al carajo. Porque él está muy ocupado resolviendo un asesinato que se ha cometido en la universidad. En serio, estos personajes tienen algo de bueno seguro: las ganas de darles un tortazo a cada uno que te dan de vez en cuando durante la lectura. Son personajes tremendamente realistas, y quizá eso es lo que más miedo da al leer la novela, que no es tan alejado de la realidad como nos pasa en otras ocasiones. Sin embargo, también te dejan detalles para la esperanza… aunque rápidamente los aplasten en muchas ocasiones.

Por otro lado, podemos hablar de un estilo conciso y directo que no se pierde en descripciones ni en nada que no sea la acción. Es interesante, por ejemplo, como muchas veces se cambia de perspectiva para encontrar una que sea mucho más sorprendente o directa. Personalmente, la escena que se muestra desde los ojos de la alumna se me grabó en la memoria como una de las más impactantes que he leído en bastante tiempo. Cierto es que no vamos a  encontrarnos con una novela agradable o ligera, sino con una que pide al lector que se involucre en la lectura, que busque significados y piense en posibilidades. Lo mejor es que en ningún momento se trata al lector como un mero espectador, sino que, por medio de una transmisión de sentimientos a través de diálogos o pensamientos de los personajes, intenta compartir lo que sienten los personajes ante una situación tan imposible como la que se les plantea.

La verdad es que no se trata de un libro típico. No esperéis un final bonito, ni siquiera un final donde se solucionen las cosas, no. Es el fin de la civilización, y se nos cuentan sus últimos días. Por eso, si esperáis una novela ligera donde el final y las cosas que sucedan no os sorprendan ni os pongan en tensión, este no es vuestro libro. Cada giro argumental, cada movimiento de los personajes está calculado para hacer que vuestros sentimientos tengan una descarga.

Impresión general
Puntuaciones
Personajes: 8
Ambientación: 8
Trama: 8
Estilo: 7
Filosofía: 8

Un pensamiento en “Un minuto antes de la oscuridad

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acepto la Política de privacidad

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.