Título: Your name
Título original: Kimi no na wa
Director y guionista: Makoto Shinkai
Sinopsis: Taki y Mitsuha descubren un día que durante el sueño sus cuerpos se intercambian, y comienzan a comunicarse por medio de notas.
Opinión: Algunas veces me pregunto por qué sigo viendo anime, cuando en muchas ocasiones no cumple unos estándares mínimos de calidad narrativa. Luego me encuentro con joyas como Yuri on Ice, Yowamushi Pedal o esta película, Kimi no nawa y recuerdo por qué me gusta realmente el anime. No, esta no tiene nada que ver con el deporte. Pero vayamos por el principio, ¿qué tiene que tener una película de animación para que realmente te toque? Para mí, la respuesta está muy clara: alma. El alma no es solo tener un dibujo bonito, no es solo tener una historia preciosa, no es solo construir unos personajes que te llamen la atención. No basta con hacer una buena obra para conseguir que tenga alma. Es una alquimia complicada que, sin embargo, Shinkai ha conseguido ya en varias ocasiones, como un auténtico maestro, aunque su nombre no suene tanto como debería en las salas de cine. Pero claro, si ni siquiera Miyazaki consigue que recordemos su nombre, ¿cómo lo va a conseguir este?
Lo primero que hace es presentarnos una situación extraña, dos jóvenes que se intercambian los cuerpos. Casi puedo ver la narrativa clásica de este estilo de historias desplegarse ante mí, como si fuera una lista de checkpoints que llegarán. Luego, nos sorprende con una escena que hace que parezca que se conocen. O no. Porque el juego con los tiempos y con la construcción de la historia, la barrera de la temporalidad es uno de los puntos de juego con el espectador. Puede parecer una herramienta burda, ya que, en manos de cualquier otro, se convertiría sencillamente en un error del que nos reiríamos cruelmente. Pero no, en esta historia esa barrera no se muestra de forma sencilla, solo va avanzando, acompañando al espectador mientras se va sumergiendo en la historia, hasta que no puede evitar chocar con ella y sentirse apremiado a no creerse lo que ven sus ojos. Nos presenta la vida cotidiana de dos jóvenes y cómo cambian la situación del otro pese a las normas que se dan, porque, en vez de investigar ese lazo de unión, como haría la narrativa occidental, simplemente la acepta por lo que es. No es algo con lo que luchar, sino algo con lo que vivir. Y funciona, porque ves cómo se va tejiendo una historia a dos manos con toda la calma, con escenas maravillosas, más afiladas en la ciudad, más suaves, casi desdibujadas en el pueblo.
El ritmo de la historia está punteado por unas canciones maravillosas, llenas de ritmo y sentimiento que consigue que te enamores de lo que está pasando. Quizá, por poner una pega, al verla subtitulada me he perdido alguno de los comentarios de fondo, pero es algo normal y no pasa nada. El caso es que conforme ves la película te vas introduciendo lentamente en la dinámica que llevan y cuando da el primer golpe de efecto, lo ves venir y eso no evita que te haga trizas el corazón porque ansías, contra toda esperanza, que no sea lo que te estás imaginando. Pero no pasa nada, porque la película sigue llevándote de la mano, haciéndote ver las cosas que no habías llegado a centrar en tu mente mientras la veías y entonces vuelve a darte unas escenas preciosas, intimistas, sientes perfectamente a los personajes cada una de sus expresiones de sus detalles con el resto te da la vida. Y no puedes evitar emocionarte en cada paso que dan en el último tercio de la película, sufriendo porque sabes lo que va a pasar y no puedes hacer nada para protegerlos.
Y sin embargo es un canto a la esperanza. Conforme avanza ese último tercio, los personajes te van dejando más detalles, más frases para el recuerdo, más emociones puras, desnudas ante ti en su rostro y en su situación. Cada vez que cambia aunque sea mínimamente el tono de la música esperas que empiece otro camino, otra visión, otro giro, porque no soportas que todo quede así. Y, al final, como si fuera el regalo después de haberte dejado disfrutar de una experiencia emotiva y única, te deja con la frase y la situación que te eleva hasta el cielo.
Conclusión, para aquellos que no quieran leer el resto del texto: TENÉIS QUE VER LA PELÍCULA. A ser posible, compradla en buena calidad porque el dibujo y el sonido merecen la pena. Yo ya tengo la banda sonora en el móvil y no me canso de escucharla. Apoyad una obra como esta, lo merece y necesitáis más historias como esta que lleguen a España desde Japón.
Impresión general
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Puntuaciones
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Especial
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Filosofía: 10
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Estilo: 9
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Personajes:10
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Sentimientos: 9
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Trama: 9
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Obra maestra, sin más. Me enamoró.