El Extraño

Título: El Extraño

Autor: Col Buchanan

Páginas: 460

Editorial: Minotauro

Sinopsis: Minotauro presenta una fantasía oscura protagonizada por un veterano asesino a sueldo y su aprendiz. Con El extraño te sumergirás en un mundo de sangre y muerte.
«–Creo que esta noche he matado a un hombre –dijo Nico con un hilo de voz. Ash alzó la cabeza para mirarlo a los ojos.
–¿Y cómo te sientes? –suspiró el anciano.
–Como un criminal. Como si me hubiera llevado algo que no tenía ningún derecho a llevarme. Como si me hubiera convertido en otra persona, en alguien reprobable.
–Eso está bien, ojalá siempre sea así. Sólo has de preocuparte cuando mates a alguien y no se te acelere el corazón ni sientas nada en absoluto.
Sin embargo, eso era precisamente lo que Nico ansiaba por encima de cualquier cosa: no sentir nada.»
Ash es un roshun, un asesino de élite que ofrece su protección bajo amenaza de vendetta. Obligado por su salud a tomar a su cargo a un aprendiz, elige a Nico, un muchacho que malvive en la ciudad asediada de Barkhos, punto clave en la lucha entre el Sacro Imperio de Mann y los Puertos Libres. Cuando el hijo de la Santa Matriarca de Mann asesina a sangre fría a una mujer protegida por los roshun, Ash y su joven aprendiz deberán partir para cumplir con el compromiso de la orden y cobrarse la vida del asesino; su viaje los llevará al corazón del conflicto entre el Imperio y los Puertos Libres… y los sumergirá en un mundo de sangre y muerte.


Opinión: Primero, me gustaría dejar claro que este libro no es fantasía juvenil (igual que muchos otros, como El Camino de las Sombras y otros tantos) pero que aún así puede ser disfrutado por jóvenes, siempre y cuando quieran enfrentarse a literatura un poco más sesuda y compleja que la fantasía «juvenil». Esto es una generalización, puesto que hay fantasía juvenil sesuda y compleja… pero al ser un tema minoritario, no puedo dejar de hacer ver esa diferencia. Aún así se trata de un libro bastante fácil de disfrutar a cualquier edad, aunque es cierto que la crudeza de algunas escenas y algunos diálogos no lo hacen excesivamente apto para gente que no esté acostumbrada (o que por lo menos sepa qué esperarse).

Y es que nos encontramos ante un libro realmente crudo acerca de las muertes y de las relaciones sexuales, así como acerca de la psicología de la guerra y de los asesinos. No esperéis ver aquí a gente que se sienta bien en la guerra, ni héroes, sino gente normal que se enfrenta a la crueldad desmedida de un imperio que, como muchos otros, se ha erigido sobre la idea del poder como base justificante para cualquier fechoría. Es básicamente, un Imperio Romano en su cumbre del poder, con armas del imperio napoleónico y la moral bastardizada del final del Imperio Romano, exagerada hasta el extremo.

Aún así, lo cierto es que las sociedades, tanto la que está sufriendo la guerra (un símil al París de la Primera Guerra Mundial, con racionamiento y problemas morales debido a la cantidad de refugiados) como la que lleva a cabo esa guerra de agresión, el Imperio de Mann anteriormente descrito, están perfectamente caracterizadas, progresivamente eso sí, para hacernos caer en la cuenta de que no siempre los que ganan una guerra son los «buenos». Y, es más, durante toda la novela vamos a tener una cierta consciencia de que unos son los buenos, y ellos mismos nos dirán que esa división no es la real, que la real es ellos y nosotros.

En cualquier caso, para no desvelar demasiado de la trama, simplemente decir que está muy bien entramado todo (cierto es que según iba leyendo me recordaba determinados puntos de la Historia) y genera un universo creíble. También es cierto que los personajes están muy bien creados, en particular Ash y Nico. No son el típico maestro y discípulo, ni siquiera son el atípico en el que se llevan mal, no, son una nueva especie de relación maestro-discípulo perfectamente realista.

Como veréis uso mucho el tema de creíble, y es que, si algo me ha asombrado de este libro, es lo fácilmente que te introduce en la sociedad y lo sublimemente creíble que es todo. Eso sí, los combates y demás siguen siendo espectaculares, de hecho, espectacularmente creíbles. Aunque me falte alguna descripción más del movimiento, pero como el autor ha escogido un punto de vista al narrar los combates que permite esa lejanía, no es nada molesto. De hecho, dada la capacidad del autor para describir el resto de escenas, más bien parece que haya querido dejar lo máximo posible a la imaginación del lector.

También tenemos, por otro lado, a Kirkus, un personaje creíble, pero no carismático. Y es que, si algo he echado en falta dentro de este libro es que los malvados tengan algo más de carisma. Todos los personajes de uno de los bandos tienen carisma mientras que los otros no tienen nada de carisma. Vamos, que probablemente no le vendría mal al autor buscar alguna manera de darles algo más de carisma. Bueno, miento, sí tiene carisma la institución malvada, no así cada uno de los personajes por separado.

En cuanto al tema de la historia en sí, tenemos el problema paara juzgarla de que se trata, de nuevo, del primer libro de una saga (o por lo menos así lo deja entrever el final). Pero, lo que sí podemos juzgar es cómo está de desarrollada la historia en este. Avanza de una manera extraña, sobre todo dado que hay un personaje que apenas parece tener importancia en el desarrollo de la historia (y que sin embargo estoy convencido de que tendrá mucha en sucesivos libros). Y el final no es el típico cliffhanger de primer libro (en sí, el final es bastante atípico) pero te deja con ganas de saber más. Termina una historia y da a entender el comienzo de una nueva.

En definitiva, se trata de un libro altamente recomendable, que exige una lectura continua para poder seguir absolutamente todo lo que sucede, y recomendable especialmente para aquellos que quieran una fantasía realista y creíble. Aquí no hay dragones ni elfos, solo humanos situados en otros contextos con preocupaciones muy parecidas a las de cualquier ser humano. Por tanto, dentro de su esquema, aparece como una perfecta muestra de lo que debería ser una fantasía verosímil hasta el extremo.